Música

Mauvuer: "Permitirse hacer algo que creías inalcanzable"

En esta entrevista te presentamos a Mauvuer y la historia de un particular camino que lo llevó a ser cantante.

25 Ago 2023 - 19:48

Algunos nacen sabiendo que es lo que tienen que hacer y rápidamente colocan las ruedas sobre una ruta que los llevará directo hacia sus metas o sueños. Otros, dudamos y no sabemos exactamente qué hacer con todo lo que deseamos, y al parecer, escapamos de lo que realmente soñamos. Sentimos que algo nos llama, pero por algunos motivos que tienen su razón de ser y que más tarde se revelaran, nos movemos erráticamente hacia lo que puede finalmente nos dará algo de felicidad.

En esta nota, y a través de una entrevista, la historia de Mauvuer y su particular camino que lo llevó a ser cantante. 

- ¿Cómo arrancaste con la música?

- Desde muy chico escuchaba muchísima música porque mi viejo, que estuvo en mi vida hasta mis siete años, me regaló un walkman. Mi primer casete, muy gracioso porque nada que ver conmigo, fue Los Fantasmas del Caribe. Imaginate, esa fue mi primera experiencia. De ahí fue entrar a escuchar, pero era solo escuchar música y ya.

Aparte de ese casete, ¿qué más había?

Cuando empecé a entender a la música, cuando empecé a sentir cosas por la música fue con el rock. Para un cumpleaños, mi mamá me regaló un casete de Metallica. Enter Sadman me abrió la cabeza. Eso lo tengo muy grabado. 

- ¿Qué más te acordás de esa época?

- En esa época me encerraba mucho. Después de eso vino el discman. Empezaba a ver la evolución de las cosas y no me llamaba tanto la atención el equipo de música, sino más bien lo más íntimo, los auriculares. 

Aparte, en mi casa sonaba mucho tango en la radio por mi abuela y no lo entendía. Como que no sabía apreciarlo. Sí me gustaba verla a mi abuela escuchar tango y cantar. Yo vivía con mi mamá y mi abuela en la misma casa y era compartir esas experiencias totalmente diferentes. 

- ¿Y tu vieja que escuchaba?

Mi vieja era pianista del conservatorio. Mucho más académica. Ni mi hermana ni yo aprendimos a tocar el piano, eso fue re loco. Y sigue el piano en mi casa. Increíblemente, mi hija, que tiene 5 años, desde el día que nació, va al piano. Le llama muchísimo la atención. Le regalé uno de juguete, pero no, ella quiere el piano. 

- ¿Y cómo siguieron las cosas para que te conectes de otra manera con la música?

Fue rarísimo. En un momento dejé de escuchar música a los catorce o quince años. Jugaba mucho a la pelota con los chicos en la plaza y ya fue otra experiencia más adolescente y más de amigos. Fue una desconexión total. 

De pronto, cuando ingresé a la facultad, ahí sí volvió tremendamente fuerte como para decirte que dormía con la radio prendida. Necesitaba la música.

- ¿Qué sentís que fue lo que te llevó a reconectarte con la música?

Estudiaba arquitectura y pasaba muchas noches desvelado. Cuando había que dormir, quedaba la música que estaba escuchando y volví a mis viejos amores. Tenía discos de vinilo, tuve mi época donde empecé a comprarlos porque también mi mamá tenía su tocadiscos y sus vinilos. Yo le pregunté de chico a mi mamá “¿esto viene de lo que me gusta a mí?”, y ella me dijo que muchísimos. Ahí vi que todas las bandas que me gustaban tenían vinilos. Era como que cada vez iba entrando más. Empecé con el casete y después los vinilos. El cd no me llamaba mucho. Cuando iba evolucionando tecnológicamente la música, no me iba gustando. Intuitivamente, sentía que iba perdiendo algo. Siempre volvía a lo viejo, a lo que a mí me había despertado el interés por la música. Ahí empecé a consumir AC DC, Led Zepelin, Black Sabbath. Tenía unos dieciocho años. También descubrí los Guns, algo más pop dentro del rock; Iron Maiden. Dickinson, para mí, fue el primero que me hizo cantar. 

Siempre en casa, cuando tenía que hacer una entrega para arquitectura, mientras dibujaba o maqueteaba, estaba cantando. Un día en un karaoke mis compañeros me decían “vos tenés que cantar”. “Qué voy a cantar yo”, les digo. Pero en un momento dije “¿por qué no?”. Es como que todo mi entorno me miraba como diciendo “¿Y este de dónde canta?”. 

Aparte, Matías Ramón que es músico, me ayudó en el sentido de que fue una persona más, aparte de mi hermana y mi novia, que me dijo “hacelo, tenés que cantar”.

- ¿Hasta ese momento dónde cantabas?

En las juntadas, en los asados o después del fútbol. De solo estar en la reunión, así mientras charlábamos y escuchábamos música. De pronto me salía, era espontáneo, como quien canta una canción que le gusta. El grupo más cercano mío era rockero. 

Después seguí sin darle pelota. Seguía estudiando y trabajando, seguía en la mía. Ni siquiera fue un hobby de karaoke. Recién ahora de grande, hace cinco años dije “voy a aprender”. Empecé con profesores, con gente que me enseñe lo mínimo, lo básico y fundamental del canto. Afinación, respiración. Una vez que logré aprender eso, porque ni siquiera sabía si yo podía aprenderlo bien, lo llevé a lo mío. Ahí fue la sorpresa. 

- No es fácil cantar el estilo que te gusta.

El otro día mi hermana me hacía acordar que en el colegio había un coro. Y yo iba y cantaba folclore. Siempre me ha gustado el folclore, pero yo sentía que nunca podía y que lo cantaba mal. Nada que ver, simplemente, tenía esa frustración. “¿Por qué no puedo cantar una zamba porque me encanta la zamba, o una chacarera cuando los changos sacan la guitarra?”. Era un encontronazo, decía “ah!, no puedo”. Todos me decían “porque vos no estás cantando lo que vos tenés que cantar, ese es el problema”. Yo tenía una negación con el estilo. Es inglés, ni siquiera es mi idioma. Pensé después “¿por qué no?”. 

Iba a preguntarte sobre el tema del inglés. Aparte cantar lo que cantas en castellano puede ser desafiante. Es raro te diría, ni bueno ni malo, pero podría ser como sacarlo de contexto. Porque no es Rata Blanca ni mucho menos Airbag, que tiene eso medio pop mezclado con los heavys de los ochentas tipo Bon Jovi. No he escuchado algo así.

No es solo escucharlo, sino crearlo. Porque de escucharlo, podés hacerlo en un tributo, covers. Yo empecé haciendo covers. Esta es mi primera canción propia. Pensada y escrita en inglés. No es que lo traduje.

Yo sé inglés y me cuesta mucho hablarlo. Ahí es donde tengo mi primer gran contrincante. Pero cuando sale, fluye y eso creo que me reconforta mucho. 

Porque me he ido poniendo objetivos muy concretos, muy chicos y de a poco. Creo que todos lo que hacen música vienen de ese lugar. Desde lo más básico, lo más remado que hay. No es que sos Gardel o Sinatra. De a poco se van construyendo. Creo que he pasado por ese proceso y he dicho “no quiero caer en el tributo, no quiero caer en la copia. Quiero ver si soy capaz de crear yo también.” 

Cuando decidí aprender me pregunté “¿para qué quiero cantar?”. Qué metas u objetivos tengo. “¿Para hacer covers, para hacer banda tributo?”. Fueron un montón de preguntas que me hacía a mí mismo de por qué quería eso. Todo me hacía volver a atrás. No encontraba la respuesta acá porque estaba atrás. Es lo que siempre he querido, es lo que siempre he negado y es lo que siempre todos me decían que tenía que hacer. Como cuando dicen “el tango te espera”. Creo que han tenido que pasar este tiempo para que yo madure la idea de ser cantante. Tenía que pasar el proceso, tenía que vivir y construirlo. No era “ah, ya está, ya sé cantar”. Podría haber cantado en castellano y ya está, hacemos rock nacional como está perfecto hacer y como también me hubiera gustado. 

Pero fue más natural en vos este sonido. Este algo “extranjero” finalmente. 

Pero no deja de ser tucumano. O sea, ¿por qué no el tucumano puede hacerlo?. Hacer algo que sea tucumano, creo que es el eje de lo que me importa. Que sea de acá, pero para todos. No para solo acá o Argentina.

- ¿Como haces para dejar esa impronta tucumana dentro de algo que por su estilo es muy diferente a lo que se hace acá?

Así, contándola. Que se entienda de dónde viene. No es que “hace esto, porque tiene esta influencia y le gusta eso”, no. Creo que hay que contar la raíz, el porqué. Hay muchos que les debe gustar, no soy el único que le gusta el género. ¿Cuántas bandas tributo hay?, miles. Mi interés es contar que es 100% tucumano, emergente. Natural, espontáneo y real. No hay nada ficticio, no hay una búsqueda de fama, no. Es haberme puesto una meta y haberla logrado. 

- ¿Cuándo empezaste a cantar en vivo?

- Ese fue el primer golpazo contra la pared que me di, porque para mí no fue fácil llegar a los lugares donde se canta. No sé por qué. Siempre me preguntaban si tenía banda y yo decía que no, que era solista. Que iba con mis pistas. 

- Aparte ese género con pistas no es común. 

- Claro. El primer lugar fue un restorán con gente grande. Mi idea era esa, era llevar el estilo y el género a lugares en los que no te imaginas que lo vas a escuchar. Pensé que tenía que empezar con algo tranqui, algo acústico. Después igual me di cuenta de que por más que sea acústico, con mi voz, no importaba porque la impronta del rock iba a estar. Hay voces que son inconfundibles. El que canta folclore te vas a dar cuenta de que es folclorero, y a mí me pasa eso con el rock. El otro día canté en un karaoke y me dijeron “vos sos profesional”, jaja. Fue gracioso por pasar por todo lo que pasé. Empecé en un concurso pequeño de chicos que también aprendían canto y gané. Era chico el concurso, pero para mí ya era un primer pacito. De ahí fue cantar en otros bares, en los más populares todavía no se me había abierto la puerta. Creo que era una cuestión de tiempo, se iba a dar. Después tuve la suerte de cantar en el Festival de la Cerveza en la plaza Alberdi y ahí si fue otra cosa. Lleno de gente y no había estado nunca en un escenario tan grande. Fue tremendo, pienso que fue mi mejor presentación y experiencia.

- ¿Y de cantar cómo pasaste a grabar?

- Primero hice un cover. Está bueno cantar, me gusta mucho el vivo, pero cuando hice el cover ya tenía la idea de hacer una canción, pero no tenía la estructura de cómo hacerla ni los medios, los músicos, esas cosas. Después de hacer el cover me di cuenta de que si podía. Era un mundo totalmente nuevo, grabar era otra experiencia. Ahí sí, empecé a rescatar las cosas que tenía escritas. Las tenía en castellano y había una sola que había escrito en inglés, la primera que había hecho. Esta canción que salió es la primera de un disco que estoy haciendo. 

Para mí, la idea del disco es un concepto que no se debería perder. Sentarse a escuchar un disco es algo que me ha pasado a mí. Escuchar el casete entero del lado A y el lado B. O un vinilo. Es una experiencia y creo que la generación de hoy, no sé si no la entiende, porque no la conoce o porque no le interesa o porque le hace falta información. Porque el consumismo de sacar una canción-sacar una canción-sacar una canción, es otra cosa.

Volviendo a lo de la canción, pensé que debería ser lo que yo he consumido siempre. Porque a mí me ha hecho feliz. Lo que quiero transmitir eso, que yo me sentía bien haciéndolo. 

La letra de la canción, en sí, es un resumen de toda mi vida. Pero desde el lado positivo siempre. 

- ¿Cómo se grabó la canción?

- Tuve la suerte de que me recomendaron a Guillo Peiró. Cuando lo conocí, fue pegar onda desde el momento uno. Desde el cover. Después le dije que tenía una canción propia. A medida que iba haciendo una cosa me daba cuenta de que podía hacer otra. Era dar un paso a la vez y no saltar nada, ni apurarme. Si no se me daba, en algún momento la iba a grabar a la canción. Pero cuando llegó el día, le mostré la idea y se copó. Era muy loco, porque como productor, él tiene que tener una cabeza terrible de músico para interpretar lo que yo le estoy diciendo de lo que quiero. Que él me traduzca esa idea que yo escuchaba en mi cabeza ha sido muy loco porque lo logró. Aparte, Bernado Giacomo tocó la bata y entendió todo perfecto. Creo que las cosas se han dado así como se tenían que dar, pero para la canción en sí, no para mí. El objetivo era mostrar que se puede hacer el estilo, el género. Y que no solo se lo puede hacer, sino al mismo nivel que cualquier otro músico. Si te lo propones, lo vas a hacer. Estaba ciego con que lo tenía que hacer.

- ¿Fue después que vino la idea de hacer un disco?

- Fue la prueba de fuego. Aposté todo a la canción en inglés. Si salía el concepto de la canción, el concepto del estilo, si lograba hacer la canción como yo quería, era saber que se puede. La idea del disco era hacer canción en inglés y en castellano. No es que no quiero cantar en castellano.

- Para cerrar ¿Qué te gustaría recomendar de música?

- Me gustan mucho las bandas tucumanas. Ahora me gusta mucho Alem. Hay una banda nueva que se llama Atrevido. Karma Sudaka también. Tony para mí fue uno de los primeros que vi en vivo y dije… es un frontman, es un rockstar, un cantante de rock como cualquier de afuera cantando en castellano. Estudié canto con él. Otra banda también que me gusta es Harlem.

De afuera, me marcó mucho Led Zepelin, “Stairway to heaven” de chico era mucho. Creo que son canciones que hay que escucharlas al menos una vez. Metallica ha sido importante. También ACDC con Bon Scott. 

Hoy por hoy me doy cuenta de que mi mayor influencia ha sido Aerosmith, Steven Tyler como cantante. Hay varios que me han dicho “tenés mucho de eso y se nota”. Cuando empecé a escuchar mi propia voz ha sido loco porque a mí me costaba aceptar que podía cantar y poder cantar algo así es como… Darte cuenta de que podés hacer algo complicado, y no solo en la música, es algo muy bueno para vivir como experiencia. Permitirse hacer algo que creías inalcanzable. Hacer una canción de este estilo para mí era una utopía, era algo que nunca lo iba a hacer.  


seguí leyendo

las más leídas