Recién llegada de Brasil, donde consiguió tres medallas, la atleta visitó La Tucumana de Mañana. VIDEO.
Micaela Leguisamón, joven tucumana campeona de karate, pasó por La Tucumana de Mañana. Con una larga trayectoria, pudo conocer distintos lugares del mundo siguiendo esta disciplina que califica como “una de las más hermosas”.
La atleta compite desde hace cinco años y cuenta con el apoyo de la Unión Argentina de Karate, que fue, según Mica, una de las que más la ayudó a superarse y crecer, tanto en la parte física como psicológica: “Me enorgullece mucho que esto ocurra en una provincia tan chiquita como Tucuman, surgir siendo karateka mujer, fue complicado pero nada imposible”.
Mica arrancó a entrenar a las 8 años y su papá, Marcelo Leguisamón, fue uno de los que la llevó a practicar y quien le inculcó el amor por este arte marcial. Hasta el día de hoy continúa siguiendo sus pasos. Tal es así, que en el día de ayer arribó desde Brasil, donde se realizó el Campeonato Panamericano y la tucumana logró consagrarse como medalla de bronce en tres categorías. Este gran talento la llevó a recorrer distintos lugares del mundo y desafiarse día a día: “No cuento mucho los lugares, sino las experiencias como método para recordar las cosas. Esto comenzó de la nada, me dijeron entras en un campeonato, después surgió la medalla, algo que me incentivó a crecer mas y me pregunté por qué no hacerlo, soy mujer y me supero dia a dia, fue como una meta y una cosa llevó a la otra”.
A pesar de ser una de las pioneras en el karate local, Mica asegura que cada vez más mujeres lo llevan como una carrera y quieren perfeccionarse:
"En Tucumán hay muchas mujeres. Estos últimos años nos hicimos notar muchísimo en la práctica de la defensa personal. Mientras más chicas se sumen, mejor. Son situaciones donde la mujer corre riesgos, inseguridad, maltrato familiar y yo les brindo lo que sé hacer para beneficio de cualquier mujer, de cualquier tipo de edad. Una a veces no sabe que el propio cuerpo es una herramienta de defensa”.
Muy contenta, la joven aseguró que “tengo mucha gente alrededor que me ayuda mucho y agradezco que confíen en mi trabajo y en mi carrera”. En esta carrera no puede faltar el apoyo incondicional de su familia: “No trato de superar a mi papá, sino aprender de él porque fue mi maestro. Toda mi familia me ayudó muchísimo, tanto en la parte emocional, física y económica, porque como es un arte marcial no tan vistoso, necesita de mayor presupuesto. Para poder costear todo, además de la ayuda que recibe, MIca se dedicó a enseñar a los más chicos esta disciplina y de paso poder ayudarlos a que conozcan el deporte, la vida sana y que puedan salir de situaciones difíciles”.
“Todo es un sacrificio, dejar de hacer cosas, hacer entrenamientos de 16 horas y repartirlos entre el estudio y el trabajo y el día solo tiene 24 horas, por lo que duermo muy poco. Además, llevar un plan de alimentación con suplementación es muy costoso y sacrificado”, contó la atleta tucumana, lista para descansar el fin de semana y volver el lunes a su rutina habitual.
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