TUCUMANO BÁSICO

“No me entienden”: Fran, el tucumano que vive en Salta y relata cómo le responden

Nacido y criado en Banda del Río Salí, cruzó a la provincia vecina hace más de 20 años, pero no hay caso. Publicó su historia y las respuestas causaron furor en el acto: “Y le dicen casita de Tucumán a la Casa Histórica”.

19 Jul 2021 - 18:57

Cabildo en Salta, La Linda.

Fran Cuenca nació y se crió en Banda del Río Salí sentado en la vereda de su casa, tomando una gaseosa con los vagos, comiéndose un apretao, jugando a la pilladita, dándose algún que otro tincazo o bicoque, mete gol entra, usando el haragán o evitándolo, comiendo achilatas o tuy que pela o chuy qué frío, palabras y recuerdos que viajan en la mente de Fran ida y vuelta, desde que se fue a vivir hace más de 20 años a Salta con su hermano, palabras y sabores, y palabras y objetos, palabras bellas como “Tutuca”, la palabra que lo llevó a publicar en Facebook: “A los tucumanos que no vivimos en la provincia: hay palabras que no conocen de nosotros, por ej. tutuca. ¿Qué otras más?” Para qué…

Sin repetir y sin soplar, las respuestas empezaron a colapsar el celular de Fran con las notificaciones: “Ite”, “Chuschar”, “Ututu”, “Tas bandiao”, “Tincazo”, “Tarja de pan”, “Culiyear”, “Ahicito”, “Qué manga de uressss”, “Te gua da un ancazo”, “Haragán”, “Upitiar”, “Felpa”, “Turucuto”, “Chegusán”, “Apretao”, “No peche diga mavé! (pida permiso)”, “Que me podí enchufa diretivi?”, “Ydiai”, “Chuy”, “El suedro lea contau”, “Que tení carga de la Ciudadana”, “Orillate”, “La ramiao, quenó, que pechá!”, “No te haga el canchero chango si no te gua da un ancaso!”.

Impresionado por el impacto de las respuestas que siguen llegando al grupo de Fotos Antiguas de Tucumán (aquí pueden ver las más de mil respuestas hasta el momento), Fran habla con eltucumano desde Salta y cuenta: “Sí, a cada rato me llegan notificaciones. Lo que pasa es que a veces yo pido tutuca y acá me quedan mirando: acá le dicen pochoclo. Al turucuto le dicen cococho. O como una vez que me pasó con una señora que estaba vendiendo lo que parecía que era achilata: me emocioné, le pedí una y me dijo: ‘Ya te la sirvo en palito’. No, papá, la achilata se sirve en vaso y no la compré”.

“Yo extraño muchas cosas de mi provincia todo el tiempo. Tengo la suerte de viajar tres veces por año, pero lo mismo se extraña: yo lo que he extrañado siempre es la familia, visitar a tu primo, a tu prima, porque familia de sangre acá en Salta no tengo. O reunirse con los amigos del barrio: yo he sido de la época que podías estar sentado en la vereda, pero ahora no: está todo más cambiado, más peligroso”, dice Fran, quien también analiza por qué muchos tucumanos hablamos como hablamos y una de las primeras respuestas las encontró en un cassette del gran Luis Landriscina.

“Es distinto el tucumano a cómo hablan en otras partes: Landriscina hablaba mucho de que los tucumanos pegamos cuando hablamos, mientras que los santiagueños son muy buenitos, más calmos, más tranquilos. Los santiagueños, por ejemplo, dicen: ‘Están deliciosas las empanadas’ y acá decimos ‘Tá rica la empanada, ¿no? Las ha hecho la mamá, tán buenas, ¿ah? ¿ah?’. Nos somos malos, es una forma de ser que tenemos los tucumanos. Acá en Salta dicen ‘viste’ en vez de ‘has visto’, o ‘me fui’ en lugar de ‘me he ido’. Y usan mucho el ‘pue’. En todos los años que estoy viviendo también me ha sorprendido que a la Casa Histórica le dicen la casita de Tucumán. Dicen que así les enseñan en la primaria. Más allá de eso, lo que más me ha hecho reír son las respuestas de los tucumanos que viven en distintas provincias, lejos del pago, del barrio, de lo que se extraña tanto”.




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