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"Hasta que llegó la Policía": robaba en Villa 9 de Julio, lo descubrieron y tomaron una decisión por mano propia

INSEGURIDAD

Un joven de 21 años, conocido como “Carlitos”, fue detenido y golpeado por vecinos luego de participar en un violento robo domiciliario. El hecho ocurrió en la madrugada del domingo, en el barrio 11 de Febrero de Villa 9 de Julio, al norte de San Miguel de Tucumán.

La zona de los hechos. Foto: X





Un joven de 21 años, conocido como “Carlitos”, fue detenido y golpeado por vecinos luego de participar en un violento robo domiciliario. El hecho ocurrió en la madrugada del domingo, en el barrio 11 de Febrero de Villa 9 de Julio, al norte de San Miguel de Tucumán.

La Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, a cargo de la fiscal Susana Cordisco, formalizó la imputación y solicitó la prisión preventiva por 45 días. La audiencia fue presidida por una jueza que hizo lugar al pedido del Ministerio Fiscal.

El caso fue presentado por la auxiliar de fiscal Florencia Cocimano, quien aseguró: “El hecho fue planificado, con división de roles y violencia extrema hacia las víctimas”. La funcionaria sostuvo que los agresores conocían a la víctima y sabían que estaba acompañada por tres menores en ese momento.

Según la reconstrucción oficial, el robo ocurrió cerca de la 01:30 del domingo. “Carlitos”, junto a otros dos individuos apodados “Patón” y “Chucky”, forzaron la entrada de una vivienda ubicada en la intersección de avenida Martín Berho y Alfredo Palacios. Ingresaron armados y amenazaron a una mujer que cuidaba a los hijos de la dueña de casa.

“Patón” habría empuñado un arma de fuego y apuntado directamente a la mujer, mientras sus cómplices se llevaban distintos objetos de valor. Entre los bienes sustraídos figuran un parlante, un televisor, zapatillas deportivas y un abrigo.

“Chucky” logró escapar con los objetos robados. Sin embargo, “Carlitos” fue interceptado por vecinos del barrio que reaccionaron rápidamente. Lo golpearon y lo retuvieron hasta la llegada de la policía. Su captura fue clave para identificar a los otros implicados.

Durante la audiencia, Cocimano acusó al joven por el delito de “robo doblemente agravado: por haber sido cometido en poblado y en banda, y con uso de arma de fuego”. Aunque no se logró confirmar si el arma era operativa, la amenaza fue determinante para imputar la gravedad del hecho.

El Ministerio Fiscal argumentó la necesidad de mantenerlo detenido por los riesgos de fuga y posible entorpecimiento de la investigación. La jueza coincidió con el planteo y ordenó su inmediato traslado a un complejo penitenciario. Vecinos del lugar señalaron que los jóvenes implicados serían conocidos del barrio y que ya habían protagonizado otros episodios delictivos. 

Mientras tanto, la Fiscalía continúa con la identificación de los cómplices prófugos. La investigación sigue en curso y se espera que en los próximos días se amplíen las imputaciones.