HISTORIAS DE ACÁ

"No tienen corazón": cargó a su hija para cruzar la frontera entre Tucumán y Santiago

Abigail tiene 12 años y vive con su familia en las Termas. Tiene un tumor en la pierna izquierda y desde hace seis años cumple su tratamiento oncológico en el Hospital de Niños de Tucumán. El relato de Carmen, su mamá. VIDEOS

19 Nov 2020 - 19:35

Abigail tiene 12 años.

Abigail tiene 12 años y vive con su familia en las Termas. Tiene un tumor en la pierna izquierda y desde hace seis años cumple su tratamiento oncológico en el Hospital de Niños de Tucumán. “Los médicos tucumanos son excelentes. La quieren mucho. Saben la familia que somos. Nunca han hecho diferencias con nosotros porque seamos de las Termas”, le explica a el tucumano Carmen, la mamá de la niña.

El corazón y el sentido común de los médicos tucumanos que cuidan la salud de Abigail no puede contrastar más con lo que ha vivido la familia luego de haber estado en Tucumán el último lunes para control y las curaciones de la pequeña.

“La llevamos a control a Tucumán el lunes: Abigail tenía fuertes dolores en su pecho y en su pierna. La llevamos de urgencia, sin el permiso del COE a Tucumán, al médico al Hospital de Niños. Pasamos a las 8 por la frontera, la Policía de Tucumán nos trata muy bien y nos dice que nos dirijamos a la Terminal”, relata Carmen.

“Dimos los datos y nos fuimos al Hospital de Niños, allí efectivamente la atienden a mi hija, le hacen las curaciones en la pierna y después volvemos por la Terminal de vuelta. Teníamos que retirar unos papeles para volver a Termas de Río Hondo. Veníamos bien hasta el puesto de Yucu Tacu, ya en Santiago, donde el policía William Sosa negó que pasáramos a nuestro domicilio”.

“Pasamos dos horas en el auto y mi hija empezó a sentirse mal. Tiene un tumor en la pierna izquierda, es paciente de oncología, el agente pertenece a la Policía de Termas, y nosotros sin poder llegar a nuestra casa. El dolor de mi hija ya era muy fuerte. Entonces no quedó otra opción: mi marido la levantó y la llevó cargando hasta la casa”, explica lo inexplicable Carmen, mientras no se levantan las fronteras para pacientes enfermos.

“El policía nos dijo que teníamos que esperar una orden desde Santiago. Nos dijo que no podíamos pasar porque no teníamos el permiso de circulación, que había llamado para Santiago. Pero mi hija no daba más del dolor y por eso mi marido tomó la decisión”, relata, indignada.

“La primera vez durante la pandemia que cruzamos a Tucumán fue en junio, cuando mi marido fue a buscar medicación. Pero lo que más nos dolió ahora es que no le importó al policía la salud de mi hija. No tiene corazón. Vamos a ser sinceros: ¿y si mi hija se me moría? En el Hospital de Niños me la tratan desde los 7 años. Insisto: nunca le hicieron de menos o no porque somos de Las Termas. Durante la pandemia, me la querían para que los médicos santiagueños se ocuparan. Pero no quisimos: los médicos tucumanos saben cómo tratarla, saben cómo cuidarla, saben todo lo que está bien y todo lo que le hace bien a Abigail. Lástima el resto”.





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