El pasado viernes no fue un día más en la vida de los tucumanos, sobre todo en la de los amantes de las empanadas. La histórica campeona,
Sara Figueroa, falleció cuando caía la tarde y la tristeza se hizo presente en toda la provincia. Esa mismo mediodía, en el programa
Cocineros Argentinos, que se emite por la
TV Pública, el tucumano
Napoleón Castellote le rindió un homenaje de la mejor forma posible: cocinando unas exquisitas y jugosas empanadas.
Napo formó parte del
Festival de Cocineros que se realizó el pasado viernes en el canal nacional. Allí, contó sus secretos y mostró la forma correcta de hacer las empanadas tucumanas, como tienen que ser. Además, reveló que unas semanas antes había estado con Sara Figueroa, frente a la Casa Histórica, donde ella vendía sus empanadas, y le reveló algunos de sus secretos.
Luego de mostrar cómo se preparaba el picadillo, la masa y armar los correspondientes discos, Napoleón pasó a armar las empanadas, mientras le explicaba a
Juan Braceli cómo tenía que hacer el repulgue. Como era de esperar, el cocinero conductor no pegó una en la primera que preparó con la técnica del tucumano, aunque posteriormente le tomó la mano al armado.
“Toda la vida me gustó comer, en mi casa tenemos una cultura gastronómica muy amplia y buenas cocineras, desde mi bisabuela húngara, mi abuela y mi vieja”, cuenta Castellote en diálogo con eltucumano.com. “Cuando era muy chico, en la finca de mi familia, me dejaban casi todos los fines de semana, vacaciones de julio, en la casa del capataz. Allí estaba Vicenta, que cocinaba como los dioses todo tipo de cocina criolla. De ella aprendí mucho”, agregó.
A la hora de hablar de su producto, Napoleón cuenta que logró su “receta a mi gusto, pero manteniendo la tradición. Entré a mil cocinas y comí en casi todos los ranchos de Famaillá. Hable con doña Sara Figueroa, me contó su receta. También de otros cocineros, abuelas de amigos, casas de empanadas de Tucumán. De toda esa información, hice la mía”.
“Hable con empanaderos de varios lugares reconocidos de Tucumán y ellos dicen que les pagan dos mangos, hacen las tapas así nomás sin importarles el grosor, si se les pasa la mano con la sal no les importa, si se les quemó el relleno lo hacen igual; total ellos van a seguir ganando miserias y los dueños fortunas y los explotan. Y cuando mordés la empanada te das cuentas que está mal hecha”.
Napoleón, que vive momentos de felicidad a días de ser papá por primera vez, vende sus empanadas crudas y congeladas en Buenos Aires, y pueden conseguirlo en
Facebook como
Napo Cocinero o en
Instagram como
NapoCaste.