Atlético y
San Martín jugaron un
partidazo en el que el resultado fue lo de menos, y todos terminaron felices. Los abrazos se multiplicaron por toda la cancha, y los jugadores, además de una tarde inolvidable, se llevaron un montón de nuevos amigos.
Este particular y emotivo clásico tucumano se dio
en la cancha de La Olla, y enfrentó a dos equipos de niños que todas las semanas practican y se preparan en sus barrios, como una iniciativa que busca acercarlos al deporte y alejarlos de peligros y amenazas de otros ámbitos.
El profe
Javier Molina entrena a
"Los Cebollitas", en la cancha de barrio Piloto, en
Alderetes. Tiene 20 años y desde hace tres que vive en esa ciudad. "Cuando nació mi hijo me mudé para acá. Antes trabajaba en la construcción, pero ahora estoy sin trabajo", cuenta en diálogo con
eltucumano.com.
Él fue el nexo con
Sergio Rocha, su amigo y antiguo vecino, que dos veces por semana entrena a
"Costanera Fútbol Club". Bastaron unos pocos minutos para ponerle día, hora y lugar al gran partido.
A partir de ahí iniciaron una serie de llamadas para organizar todo, y aunque estuvieron pendientes de muchos detalles, nunca conversaron sobre las camisetas. Por eso, cuando los jugadores saltaron al campo de juego, se sorprendieron al ver a sus adversarios con los colores del clásico.
“Nosotros
siempre usamos la camiseta de Atlético, fue un regalo que nos hizo la concejal
Marta Navarro. Ella siempre nos está apoyando, y también puso el colectivo para que podamos ir a jugar el partido. Fueron más de 40 chicos de
Alderetes, y recién cuando se cambiaron para empezar nos enteramos que ellos usaban la ropa de San Martín, fue un momento divertido”, recuerda Molina.
Los equipos posaron para la foto, y la pelota comenzó a rodar. ¿Cómo terminaron? De la única manera que podían hacerlo, con las piernas cansadas y el corazón lleno de felicidad.
Las postales del clásico
LA LLEGADA. Así bajaba el plantel de "Los
Cebollitas" en la cancha de "La Olla".
HINCHADA FIEL. Las familias siempre están con los jugadores.
CHARLA TÉCNICA. Los jugadores escuchan atentamente al profe Javier.
A JUGAR. Comienza el clásico en La Olla.
NI RIVALES NI ENEMIGOS. En este clásico, todos terminaron como amigos.