El abuelo Rubén dirigió el hospital entre 1976 y 1996; papá Darío trabaja allí desde 1990; ahora, Luciana de apenas 25 asumió sus funciones como médica de guardia.
Padre e hija en el pase de guardia. (Foto: Ministerio de Salud Pública)
El pasado viernes, el ministro de Salud Pública de Tucumán, Luis Medina Ruiz, puso en funciones a la doctora Luciana Socolsky como médica de guardia del Hospital de Santa Ana. "Siempre soñé seguir esta tradición", reconoció tras asumir. Ocurre que el abuelo Rubén dirigió el hospital entre 1976 y 1996, y papá Darío trabaja allí desde 1990.
Luciana Socolsky recibió el pase de sala de manos de su padre, el doctor Darío Socolsky, quien se desempeña en ese mismo hospital desde 1990. Son descendientes del doctor Rubén Socolsky, "cuyo nombre aún resuena con respeto y cariño en cada rincón de Santa Ana", según destacaron desde Salud.
Darío Socolsky expresó: "Es una emoción inmensa. Mi padre fue director durante 20 años, y yo ingresé como médico de guardia mientras él terminaba su gestión. Hoy, poder entregarle la guardia a mi hija es algo que supera cualquier expectativa. Es un legado que se construyó con esfuerzo, vocación y amor por esta comunidad".
Del acto también participaron autoridades del sistema de salud, como la doctora Virginia Corral, directora del hospital, y el doctor Pedro Ottonello, referente del Área Programática Sur, quien destacó: “Fue una mañana muy emotiva. Este es un claro ejemplo del valor que tiene el sistema público cuando se fortalece con vínculos reales entre los profesionales y la comunidad. La familia Socolsky representa esa empatía y ese compromiso que marcan la diferencia”.
Desde Salud resaltaron que el Hospital de Santa Ana "ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, se encuentra actualmente en un proceso de fortalecimiento de sus servicios, incluyendo obras en su área operativa, la pronta habilitación del Lote 6, la implementación de la historia clínica digital y la receta electrónica".
La doctora Luciana Socolsky, con apenas 25 años, la tercera generación de su familia en desempeñarse en el hospital de Santa Ana, manifestó: “Siempre soñé con seguir esta tradición. Saber que voy a trabajar donde mi abuelo dejó huella, donde mi papá sigue dejando la suya, me llena de orgullo y responsabilidad”.