Tomás y Fabrizio murieron ahogados el pasado martes tras ingresar, junto a otros dos amigos, en una zona fuera del perímetro delimitado por boyas. “No nos rescató la policía", afirmó Andrés, uno de los jóvenes que logró salir del agua.
Foto Ministerio de Seguridad.-
Vecinos del barrio Echeverría despidieron ayer miércoles a Tomás Núñez (24 años) y a Fabricio Maza (20), que el pasado martes murieron ahogados en el dique El Cadillal, tras ingresar en una zona no permitida.
En los velorios, realizados en sus respectivos domicilios, Andrés Daniel Agüero, uno de los cuatro amigos que ingresaron al agua esa tarde y que pudo salir, dio su versión de lo que ocurrió en el lugar que, según la Policía Lacustre, era fuera de la zona de boyas y tiene una profundidad de 10 metros.
“Nosotros habíamos ido a pescar y después decidimos meternos al agua. Veníamos de trabajar, estábamos cansados. Yo sé nadar, por eso hice el trayecto varias veces sin problemas, pero el resto no", dijo Andrés, que además contó que durante el incidente sufrieron robos: “Nos sacaron todo. No puede ser que en una zona turística no haya señalización ni presencia policial”.
El joven sobreviviente también cuestionó la falta de control en la zona y aseguró que, aunque no deberían haber ingresado al agua, la ausencia de advertencias los llevó a confiarse. “Supuestamente, esa era una zona de botes, pero no había nada”’, afirmó. “No quita que hayamos sido imprudentes, pero mínimo tenía que haber un policía”, agregó. Además, insistió en que los tiempos de respuesta fueron excesivos: “No se pueden demorar una hora en traer un equipo de buceo”.
Por su parte, Iván Soto (22), otro de los sobrevivientes, también estuvo en el agua y logró salir. Según el relato de Agüero, en el lugar no había señalización. “No había boyas ni carteles, nada que indicara que no se podía nadar”, afirmó a La Gaceta. “No nos rescató la policía. El guardavidas llegó recién a las 17.40, pero no estaba de turno. El equipo de buceo llegó a las 19”.
Jorge Luis, un civil que participó en el rescate, relató que su madre fue advertida sobre el incidente. “Mi mamá me gritó avisando que unos chicos se estaban ahogando. Íbamos y veníamos intentando rescatarlos, pero el agua tenía entre 9 y 10 metros de profundidad”.
Indicó que los oficiales tardaron aproximadamente 30 minutos en llegar, mientras que la mochila de oxígeno demoró tres horas. “Me lastimé el dedo intentando sacarlos. El agua estaba sucia y llena de basura”, afirmó. Además, sostuvo que la seguridad en la zona es insuficiente. “Deberían poner más efectivos de la Policía Lacustre y una cinta perimetral, aunque la gente no le hace caso”, expresó. Con respecto a los cuatro jóvenes, afirmó: “Para mí no leyeron los carteles, no sabían”.
El subcomisario Máximo Alderete, de la Policía Lacustre, señaló que los jóvenes estaban en una zona no apta para bañarse. “Es un sector irregular. Hay un boyado de 100 a 150 metros de ancho”, indicó. “El recorrido que hicieron fue de 20 metros, querían tocar y volver simplemente, pero se cansaron en el intento”.
Alderete también mencionó que en la zona sólo hay un sector habilitado para bañistas y que es clave respetar las indicaciones. “Es fundamental acatar las órdenes del personal idóneo y de los guardavidas. La señalización debe ser respetada”, señaló.
El jefe de Policía de El Cadillal, Ariel Edgardo Moreno, afirmó que la intervención fue inmediata. “Si hubiéramos llegado minutos después, no lográbamos rescatar el cuerpo”, sostuvo. “Había 20 oficiales asistiendo en el incidente”.
Sobre la capacidad operativa en la zona, indicó: “Para contener esa cantidad de gente se necesitan al menos 50 efectivos”. También destacó el trabajo del personal a cargo. “El desempeño de la Policía Lacustre fue excelente”.