A 40 años de Democracia, la Universidad Nacional de Tucumán emprendió una reparación simbólica de sus estudiantes detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar aunque aún permanecen en secreto los archivos del servicio de inteligencia que funcionó en el rectorado entre 1976 y 1983. La UNT tiene el triste privilegio de haber sido sede de un Centro Clandestino de Detención (CCD) en la entonces Escuela Universitaria de Educación Física (Eudef). Sospechas el vínculo de de José Hugo Saab y el Servicio de Seguridad y Vigilancia.
La puesta en escena democrática de una UNT que aún esconde muchos secretos desde la dictadura.
La Universidad Nacional de Tucumán (UNT) conmemoró ayer los 40 años de democracia en Argentina con la restitución a sus familiares de 29 legajos de estudiantes de la UNT detenidos - desaparecidos durante la última dictadura. Según los organizadores "esta acción simbólica busca honrar la memoria de aquellos que sufrieron la represión y la violencia durante los años más oscuros del país".
En la UNT aún permanece sin resolución el pedido de apertura de los archivos del Servicio de Seguridad y Vigilancia, que actuó en la UNT entre 1976 y 1983 a cargo del interventor militar Coronel Eugenio Antonio Barroso.
En octubre de 2014, la rectora Alicia Bardón anunció la repentina aparición de unos archivos de la última dictadura, que se creían perdidos desde 1985. Se trata de documentación en donde se asienta la actuación del llamado Servicio de Seguridad y Vigilancia. La documentación que aún oculta el Rectorado de la UNT ocupa 15 tomos de 400 páginas cada uno, aún no se encuentra disponible para su consulta.
Las sospechas de vinculación del sempiterno funcionario de la UNT José Hugo Saab -que comenzó su actividad política en los últimos años de la dictadura militar- con el aparato de inteligencia universitaria de la dictadura se ahondan con la negativa de la institución de proceder a la apertura y publicación de estos archivos, lo que permitiría ahondar en las investigaciones que pueden dar respuestas sobre el destino de los 186 desaparecidos de la UNT. Además permitiría reconstruir el mecanismo de espionaje, secuestro y desapariciones que operó, y aportar nuevas pruebas para el juicio y castigo de los participes de la última dictadura genocida.
El acto de ayer estuvo presidido por el Rector Ing. Sergio Pagani y la Vicerrectora Dra. Mercedes Leal acompañados por la agrupación H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad, la Justicia, contra el Olvido y el Silencio), quienes replicaron la restitución -que ya se efectivizó en otras universidades nacionales- para reparar y recomponer legajos universitarios de más de 200 casos de desaparecidos durante la dictadura militar.
El programa del acto incluyó la proyección de un video conmemorativo, la entrega de distinciones a personalidades destacadas, y el reconocimiento a las víctimas del terrorismo de Estado. Figuras políticas y académicas importantes, miembros de organizaciones de Derechos Humanos y familiares de desaparecidos estuvieron presentes.
Se rindió homenaje al Dr. Marcelo Oscar Cabada, reconocido como Personalidad Ilustre de la UNT, y al Profesor Luis Eduardo Salinas, primer Rector Normalizador de la UNT, por su gestión en la restitución de derechos laborales y la promoción de un ambiente de libertad y respeto universitario. La Profesora Patricia Salinas, hija del Profesor Salinas, resaltó la valentía y el compromiso de su padre.
Luis Salinas, hijo del Rector normalizador, recordó: “Fueron años difíciles para la Universidad. Me acuerdo en el Rectorado había una oficina que era como de la SIDE, del Servicio de Inteligencia. Tenían legajos de todos los estudiantes, profesores y el plantel nodocente”.
El Rector Sergio José Pagani señaló que "desde la Educación, debemos seguir formando ciudadanos críticos, capaces de sostener este sistema, trabajando y defendiendo la democracia basándonos en la memoria para no repetir errores”.
La vicerecctora Leal especificó que "el homenaje al Profesor Salinas simboliza el inicio de la democratización interna y el desmantelamiento de los servicios de inteligencia en la Universidad. La democracia es una práctica cotidiana que debe albergar diversidad de opiniones y derechos conquistados”.
Este homenaje se enmarca en una iniciativa más amplia iniciada en 2020, cuando la agrupación H.I.J.O.S. solicitó a la UNT un acto administrativo para la “Reparación Histórica de Legajos de Desaparecidos/as y Asesinados/as”. Trabajando en conjunto con el Archivo Histórico de la UNT, dependiente de la Secretaría General, se llevó a cabo un exhaustivo relevamiento para recuperar y reparar estos legajos.
Carolina Frangoulis, de H.I.J.O.S., agradeció el trabajo del equipo del Archivo Histórico de la UNT, liderado por Walter Soria (Director del Archivo Histórico de la UNT) y a José Hugo Saab (Nota de la R. sempiterno Secretario General de la UNT sindicado en off por muchos correligionarios de haber quemado en el Rectorado a fines de 1983 la mayoría de los legajos del servicio de inteligencia universitaria a cargo del Coronel Barroso).
El sospechado Saab, que a fuerza de subsidios y nombramientos ha cultivado fuertes vínculos con los organismos de Derechos Humanos de Tucumán, remarcó la importancia de la memoria y la reflexión. “La universidad ha mantenido viva la memoria y ha investigado lo sucedido en el ámbito universitario, una labor iniciada por el profesor Salinas y continuada por otros rectores”, explicó.
“Hoy reivindicamos a más de 200 personas desaparecidas del claustro universitario y reflexionamos sobre los logros conseguidos en 40 años de democracia en educación pública y gratuita”, dijo, subrayando la necesidad de transmitir los valores democráticos a las futuras generaciones.