En su mensaje publicado esta tarde, la vicepresidenta dedicó un párrafo al fallo de la Corte Suprema de la semana pasada y afirmó que el tribunal lo hizo no sólo para perjudicar al Frente de Todos, sino también para su propio beneficio.
Los 'supremos' Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Ricardo Lorenzetti.
La carta abierta de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dejó más de un título para desarrollar. La ex presidenta anunció, nuevamente, que no será candidata en estas elecciones dado que se encuentra proscripta tras el fallo en el juicio por la causa Vialidad, y tomó el caso de Tucumán como un ejemplo para justificar su postura.
"La semana pasada, después de un fin de semana electoralmente adverso para Juntos por el Cambio y objetivamente favorable para el peronismo, la Corte suspendió las elecciones a gobernador de las provincias de Tucumán y San Juan, a tan sólo 72hs del comienzo de la veda electoral y con un claro objetivo político: perjudicar al peronismo y tapar sus propios delitos", señaló la exsenadora nacional. En este punto, se refería a que la oposición habia cosechado pobres resultados en las elecciones de Misiones y La Rioja (el mismo día, la Unión Cívica Radical, parte de JxC, ganó en Jujuy) y que todo apuntaba a que repetiría un domingo con resultados adversos el 14 de mayo. Para la vicepresidenta, la suspensión de las elecciones buscó impedir que el peronismo se impusiera en cinco provincias de forma simultánea ante sus competidores más cercanos.
Pero no fue esto lo único que dijo respecto al fallo judicial que respondió favorablemente al planteo de Germán Alfaro, candidato a vicegobernador por JxC, sino que también aseguró que "el mismo día y a la misma hora en que dictaban este fallo, en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación se estaban denunciando tanto el escándalo de la obra social del Poder Judicial que involucra a uno de los miembros de esta Corte, como el del enriquecimiento ilícito de su Presidente". La presidenta del Senado de la Nación hace referencia, en este pasaje, al juicio político abierto contra la Corte Suprema (CSJ) en el Congreso de la Nación por parte del oficialismo, en el que ese día declaró Héctor Marchi, exadministrador de la CSJ, desplazado de su cargo el pasado 20 de abril por el voto de los tres jueces que suspendieron las elecciones en Tucumán (Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Juan Carlos Maqueda) y con la fuerte disidencia de Ricardo Lorenzetti.
En su intervención ante la Comisión de Juicio Político a la CSJ, Marchi declaró que su salida del cargo se debió a que se "negó a encubrir" a Silvio Robles, mano derecha de Rosatti, y al titular de la Obra Social del Poder Judicial de la Nación (OSPJN), Mariano Althabe. "Rosatti me dijo que si corría peligro el cargo del doctor Mariano Althabe yo me iba primero", declaró Marchi, quien agregó: "Además, me pidió destruir parte del legajo del doctor Althabe, donde Rosatti lo proponía, pero yo me negué". Sobre Robles, Marchi afirmó que la Cámara Federal de Casación Penal recibió "pedidos" suyos y que uno de los fallos presuntamente negociados era el de mejorar la situación judicial de Rosatti en una demanda iniciada en Santa Fe, "una causa iniciada por un exchofer de la municipalidad de Santa Fe, que declaró llevarle dinero todos los meses". En esta causa, Rosatti logró desplazar al juez Reinaldo Rodríguez, tras recusarlo en la Cámara de Casación Penal (Sala I).