El joven condenado a prisión perpetua por el crimen de Milagros Avellaneda y su hijo Benicio explicó cómo logró escapar del cuartel de Bomberos antes de ser capturado en Cabra Corral, Salta.
Roberto Rejas, detenido en Cabra Corral.
Unos dos meses después de ser capturado en Cabra Corral, Salta, Roberto Rejas reveló los secretos de su fuga: estuvo dieciocho días prófugo tras escaparse cuatro días después de ser condenado a prisión perpetua el 23 de septiembre por el femicidio de Milagros Avellaneda y el crimen de su hijo Benicio. El exguardiacárcel se fugó del cuartel de Bomberos donde iba a permanecer antes de ser trasladado al penal de Villa Urquiza.
"No me fugué como dijeron, no me entran ni los pies por ese ventiluz que hay en el baño. No salí por ninguna escuela", aclaró Rejas, y reveló: "Aproveché que justo abrieron el portón para el camión de Bomberos y yo salí por detrás. Nadie me ayudó ni me liberó. Todos saben que es muy fácil salir del cuartel de Bomberos (donde estaba detenido) porque no hay calabozos".
"Jamás planeé mi fuga, se dio la oportunidad y la tomé ‘como un animalito’ como se diría. Nadie me ayudó a escapar. Fui como el pajarito al que le abren la puerta de la jaula y salió volando", graficó el joven que el 23 de septiembre fue condenado a prisión perpetua por los jueces Stella Maris Arce, Eduardo Romero Lascano y Alicia Freidenberg.
El fiscal Pedro León Gallo, que investiga la causa por la evasión de Rejas, y sus confesiones tuvieron lugar en el marco de la primera audiencia de la misma: "No voy a negar lo que hice. Me fugué. A los motivos los voy a contar ahora porque en la primera audiencia mi ex abogado me recomendaba callarme", aseveró según informó el diario La Gaceta.
"La persona que estaba a mi cargo, ‘El Mono’ González, no tuvo nada que ver en esto. Ni él ni nadie de Bomberos, ni tampoco los otros internos. González me controlaba a mí y a otros siete presos, aproveché cuando fue a ver a los demás para irme. Todo lo hice sólo", sostuvo Rejas, que fue capturado en un camping de Cabra Corral, donde se hizo pasar por Leo, un estudiante jujeño que pidió trabajo a cambio de alojamiento, antes de ser reconocido y detenido.
Rejas afirmó: “La evasión ciertamente existió. Tomé una decisión en el momento porque estaba destrozado. Cuando me detuvieron después de la sentencia yo estaba abatido. Me cayó la ficha de que iba a ir al penal de Villa Urquiza. La verdad ya no le encontraba sentido a la vida. Sé que no es fácil que me crean pero espero que se pongan un segundo en mis zapatos".
Sobre su escape, confesó que "cuando ya estaba a dos cuadras de Bomberos me detuve, ahí supe que ya la había cagado (sic), pero seguí adelante porque estaba muy mal en ese momento. Le pedí a Dios que me ayude a llegar hasta donde pueda. No me arrepiento porque quizás habría tomado una decisión peor si me quedaba, y hoy ya no estaría aquí". "No planeé esto", insistió, y recordó que "si hubiese querido fugarme tuve años para la hacerlo. Estuve dos años con prisión preventiva y nunca me fui porque creía en la Justicia y en que todo esto (por la causa de femicidio y filicidio) se aclararía".
Rejas rechazó haber recibido ayuda de su novia Patrica Gómez y de su familia: "Lo que le hicieron a Patricia sólo por ser novia de Rejas es increíble. La pusieron en una cárcel por 20 días sin que ella tuviera nada que ver. Le arruinaron la vida a una profesional que sólo trabajaba y ayudaba a las personas. Hoy ella no sale de casa por miedo y está por perder el trabajo porque no puede salir de Monteros", reprochó.
"Fueron hasta el límite del abuso de poder con ella, ensuciaron su nombre gratis", indicó, y reclamó que "después tengan la valentía de limpiar el nombre de Patricia y el de su familia". El juez Facundo Maggio dispuso que la ampliación de la prisión preventiva de Rejas por otros dos meses más.