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Un tucumano hizo cumbre en el Aconcagua y mira de reojo el Himalaya

MONTAÑISMO

Juan Pablo Sánchez cuenta cómo cumplió el desafío que le llevó nueve días.

Juan Pablo Sánchez en la cima del Aconcagua.





El trekking y el montañismo son dos disciplinas que vienen creciendo enormemente entre los tucumanos. Cada uno que ingresa a ese mundo, suele ir trazándose diferentes metas a medida que van pasando los desafíos. Tal es el caso de Juan Pablo Sánchez, quien tiene 35 años, lleva casi la mitad de su vida en este mundo y cumplió el gran objetivo de hacer cima en el Aconcagua.


“Comencé hace 16 años con trekking, luego de que me robaran mi bicicleta con la que hacía mountain bike”, cuenta el tucumano sobre sus comienzos que posteriormente también se transformaría en alpinismo y montañismo. “En 2014 me volví federado en la provincia, participando para la Asociación de Atletas Masters de Tucumán, y desde ahí empiezo a viajar, fui a Mendoza y me enamoré de las bellezas de sus montañas”, destacó. 



Así fue como paso a paso, Juan Pablo fue trazándose desafíos, uno por uno: “En 2016 hago el cruce de Los Andes, en una gesta sanmartiniana, en honor a los 200 años de la patria, haciendo pico en una montaña de ahí, llamada Sosneado (5.600 metros de altura), muy cerca de donde cayó el avión del equipo uruguayo de rugby. Fueron 9 días ahí, haciendo todas las expediciones de ahí. Algunos la hacían a caballo, nosotros a pie”, contó en una charla con eltucumano.com.


Así fue como llegó el gran reto de hacer pico en el Aconcagua: “Me estoy preparando para el ascenso desde hace siete meses atrás. Los últimos seis meses fueron con entrenamientos intensos en Tucumán, en Córdoba, Salta, Catamarca, Tafí del Valle; en todos cerros grandes con nieves y dificultades climáticas”, detalló Juan pablo y agregó, “después bueno, saliendo a correr entre 15 y 20 kilómetros diarios, sumándome a las carreras de calles que siempre hay en Tucumán”.


El proceso de adaptación  para escalar, no solo requiere de ejercicios físicos, sino también de una dieta y un cuidado en particular: “Comía cosas deshidratadas, cosa de ir aclimatándome. Uno no puede salir a caminar con el estómago lleno, y teníamos caminatas de 4 a 12 horas en el Aconcagua, así que había acostumbrar el cuerpo”, destacó.



El factor clima es una de las máximas dificultades que tienen los montañistas a la hora de intentar llegar a las cimas. En estos casos, en la Cordillera, los vientos pueden variar de entre 30 a 100 kilómetros por hora en cualquier sector, y en la punta del propio Aconcagua, puede llegar a los 180: “Tuvimos que estar dos días dentro de la carpa en Nido de Cóndores porque el clima no fue bueno. No coincidía en nada con el que nos había dado el Servicio Meteorológico. Es duro porque no podes salir ni a tomar un mate a la puerta, hay que estar dentro de la carpa porque el viento te quema los huesos”, contó Sánchez.


El montañista tucumano partió desde el Jardín de la República a la Tierra del Buen Vino. Desde ahí, por la zona de Las Heras ingresó a Las Cuevas, la última zona antes de transformarse en tierras chilenas. “Me fui solo y me sumé a grupos que había ahí, con los que vas hablando y poniéndote de acuerdo de cómo llegar a la cima. Hicimos cumbre en algunos cerros cercanos”, detalla sobre la experiencia vivida y agrega: “Hicimos todos los días cerros distintos, de alturas de 4.000 metros, más o menos, para aclimatarnos antes de ingresar al Parque Aconcagua: ”Éramos 9, la mayoría extranjeros. Sólo dos logramos hacer cumbre el 25 de febrero”. 

“Al día siguiente, ya abajo, me encontré con Julián Weich, que hizo cumbre, Paula Pareto, Fabricio Oberto y un jugador de rugby que estaban promocionando un programa que saldrá prontamente”, recordó sobre el tramo final de una experiencia única.



Luego de la experiencia vivida, Juan Pablo Sánchez no se conforma y va por más. En el corto plazo, anticipó que correrá la maratón del 9 de Julio en Tucumán y participará en la maratón Adidas que se realizará en Buenos Aires. Pero el gran desafío vendrá después: “Un grupo del Aconcagua me ofreció ir al Everest, no sé cuándo lo haré, pero iré a alguna de las montañas gigantes del Himalaya”, anticipó.