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"Me lo destrozaron": golpeado e impotente, Juan Carlos pide por su carrito

POLÉMICA

En la noche de este jueves, empleados municipales se llevaron la fuente de trabajo del vendedor de pochoclos, algodón de azúcar y achilata que adornaba el paisaje del paseo de la Casa Histórica. Mañana volverá al lugar a pedir firmas para que le den la posibilidad de seguir trabajando. Es su único sustento económico. Un video del secuestro del carrito acompaña esta nota.

"No al desalojo de trabajadores de plaza Congresales", reza el pedido.





Este jueves, pese a las 1500 firmas recolectadas por Juan Carlos para evitar que lo sacaran del paseo de la Casa Histórica, se llevaron el carrito en el que vendía pochoclos, algodones y achilata. Comenta, además, que lo golpearon en el corralón municipal, a donde fue con la esperanza de hablar con algún funcionario municipal. 

Juan Carlos, en diálogo con eltucumano.com, contó que en el momento en el que se llevaron su carrito él no estaba en la zona, dado que todos los días 13 él presta atención como voluntario en el servicio sacerdotal de urgencia. Cuando lo alertaron acerca de lo que estaba sucediendo se dirigió rápidamente a la esquina de Crisóstomo Álvarez y Congreso.

Además, relata el vendedor, no le avisaron de la medida que estaban por tomar en su contra. Además, señaló que había presentado un recurso de reconsideración para que no lo desalojaran del paseo histórico en el que se gana la vida con sus ventas. 

Al llegar, la suerte estaba echada. "Volví, me subí al camión, me lo destrozaron", lamenta con impotencia sobre el carrito secuestrado. "No me dieron una orden ni nada, me dijeron que Brito o (Enrique) Romero iban a estar en el corralón", señaló. Sin embargo, al llegar al predio, según relata Juan Carlos, personal de seguridad del lugar lo golpeó."Los muchachos con la fuerza de ataque que tienen me bajaron, eran cinco o seis, no me podía resistir. Cuando me estoy bajando me torcieron el brazo, me agarraron del cuello, uno de ellos intentó darme la cabeza contra una camioneta", denunció. También indicó que quisieron quitarle el teléfono, pero que un policía le dijo que se tranquilizara y no se lo sacó. "Yo pensaba que el señor (Germán) Alfaro, como buen gremialista sabía respetar a los trabajadores, pero no", comentó con impotencia.

Pese al panorama poco alentador, Juan Carlos no se dará por vencido y piensa seguir sumando el apoyo de más tucumanos a las 1500 firmas que ya obtuvo desde que se enteró de la amenaza de perder su lugar. "Mañana voy a poner un cartoncito con la forma del carrito y una mesa para seguir levantando firmas", señaló. "Esta noche termino la guardia a las 6 de la mañana, creo que a las 7 voy a estar acá", detalló. De paso, adelantó que buscarán instalar el 13 de diciembre como el Día Nacional de la Achilata. 

Cabe señalar que el carrito es la herramienta de trabajo de Juan Carlos. "Ese es el único ingreso, no tengo ningun beneficio social, nunca quise tenerlo pese a que tengo disminución auditiva del 93 por ciento. Pero tengo los brazos, las piernas, puedo trabajar, vivo con mi trabajo", remarcó.  "Semejante agresión para un tipo que vende achilata y pochoclos es demasiado", lamentó el vendedor del carrito que mañana dará una nueva batalla.