Top

Desde un televisor hasta un caballo muerto: todo va a parar al Canal Sur

Higiene Urbana

En los últimos días un olor pestilente inunda el Camino del Perú debido a la presencia de basurales en el colector pluvial.





Televisores, calefones, colchones, botellas plásticas, residuos verdes y hasta un caballo muerto. El panorama descrito es el que ofrece el Canal Sur a toda aquella persona que tome el coraje de acercarse hasta las barandas desvencijadas para saber de dónde proviene el olor pestilente que inunda el Camino del Perú. Desde calle San Juan hacia el Norte el colector pluvial se convirtió en un auténtico vaciadero de todo tipo de residuos que se acumulan en montañas. 

El Canal Sur nace en la rotonda de avenida Belgrano y Camino del Perú, continúa bordeando todo el límite Yerba Buena – Capital, cruza la avenida Néstor Kirchner y la avenida de Circunvalación hasta desembocar en el Río Salí. Es decir que toda la basura que se arroja desaprensivamente a su cauce, más tarde o más temprano, termina contaminando -aún más si eso fuera posible- al principal curso de agua de la Provincia. 

Pero el descuido del Canal no se agota sólo en la basura: las tormentas de marzo de 2017 pusieron en evidencia que el crecimiento exponencial de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena no fue acompañado por infraestructura básica. De esta manera, los grandes caudales de agua provenientes tanto del sector Este como del Oeste sobrepasaron por mucho la capacidad del colector fluvial que estuvo al borde del colapso. Desde entonces, las disputas entre Nación, Provincia y Municipios impidieron que cuestiones básicas de seguridad fueran resueltas para las miles de personas que circulan cada día a la vera del Canal. 

Altos pastizales, lozas, barandas y luminarias rotas son una constante en una arteria que se volvió neurálgica al conectar de Norte a Sur y viceversa a San Miguel de Tucumán con Yerba Buena. Actualmente se están realizando obras para atender lo más urgente y también lo más visible: el desprendimiento del murallón comprendido entre avenida Mate de Luna y San Martín. Sin embargo, el peligro y también los focos infecciosos en varios tramos siguen latentes.