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Ya nadie pone fichas por Amaya en Cambiemos

LEGISLATIVAS DE OCTUBRE

El ex intendente tiene sus horas contadas en el macrismo. El PRO y Alfaro le dan la espalda y lo condenan al destierro político. En un mes se definen las listas de candidatos. Complicado futuro de cara a 2019.

FOTO DE DIEGO ARÁOZ (LA GACETA)





El reloj corre más rápido para Domingo Amaya que para cualquiera de sus colegas del Frente Cambiemos. Sus posibilidades de ser candidato encabezar en octubre la lista de candidatos a diputados nacionales por el Macrismo se reducen cada vez más. El futuro que imaginó allá en 2015, al menos como presidente de la Legislatura y no sentado en el sillón de Lucas Córdoba, se desvanece: José Cano es el candidato escogido por la Casa Rosada para enfrentar a cualquiera de los candidatos que el peronismo tucumano ponga en frente.
Sea quien sea el ungido por el  Alperovich Group se las tendrá que ver con el titular del Plan Belgrano y no con el actual secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación que confesó haber apostado todo por el "cambio".
Hasta hoy. Domingo Amaya puso su mejor "cara de póker" a sabiendas que ya no se trata de perder sólo una mano sino toda la partida. Mientras tanto cumple las funciones asignadas por Rogelio Frigerio, ministro nacional del Interior -quizás el único integrante del PRO que apoya su candidatura como diputado-, sin hacer públicos sus reclamos.
Apostó todo con un par de aces en mano, pero su rival ya tenía la escalera armada en el "flop" (primeras tres cartas descubiertas en el juego Texas Hold'em). Sólo dos aces consecutivos podrían salvar el futuro político de Amaya, y uno de ellos ─Germán Alfaro─, le está ayudando a Cano a armar su escalera.
Amaya transpira frío, sabe que para medir fuerzas de cara a 2019 deberá hacerlo por separado. Pero si quien le heredó toda la maquinaria que construyó durante 12 años al frente del municipio le da la espalda, ¿con qué estructura se lanzaría como candidato a diputado?
Este lunes el diputado Facundo Garretón ─referente del PRO en Tucumán─, terminó de confirmar el "plumazo" de Cambiemos a Amaya. Según él, el desertor K devenido macrista no debería integrar ni siquiera el tercer lugar de la lista, sino ir por fuera con una opción propia.
A  Amaya sólo pueden salvarlo las viejas amistades: los legisladores Christian Rodríguez y Silvio Bellomío, según asegura el jefe de Política de La Gaceta, Fernando Stanich, se encuentran en diálogo permanente con un sector del massismo, desde donde podría volver de las cenizas. Stella Maris Córdoba, otra novel macrista, bien podría formar parte del tren amayista.

El reloj corre más rápido para Domingo Amaya que para cualquiera de sus colegas del Frente Cambiemos. Sus posibilidades de ser candidato encabezar en octubre la lista de candidatos a diputados nacionales por el macrismo se reducen cada vez más. El futuro que imaginó allá en 2015, al menos como presidente de la Legislatura y no sentado en el sillón de Lucas Córdoba, se desvanece: José Cano es el candidato escogido por la Casa Rosada para enfrentar a cualquiera de los candidatos que el peronismo tucumano ponga en frente.

Sea quien sea el ungido por el Alperovich Group se las tendrá que ver con el titular del Plan Belgrano y no con el actual secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación que confesó haber apostado todo por el "cambio".

Hasta hoy Domingo Amaya puso su mejor "cara de póker" a sabiendas que ya no se trata de perder sólo una mano sino toda la partida. Mientras tanto cumple las funciones asignadas por Rogelio Frigerio, ministro nacional del Interior -quizás el único integrante del PRO que apoya su candidatura como diputado-, sin hacer públicos sus reclamos.

Apostó todo con un par de aces en mano, pero su rival ya tenía la escalera armada en el "flop" (primeras tres cartas descubiertas en el juego Texas Hold'em). Sólo dos aces consecutivos podrían salvar el futuro político de Amaya, y uno de ellos ─Germán Alfaro─, le está ayudando a Cano a armar su escalera.

Amaya transpira frío, sabe que para medir fuerzas de cara a 2019 deberá hacerlo por separado. Pero si quien le heredó toda la maquinaria que construyó durante 12 años al frente del municipio le da la espalda, ¿con qué estructura se lanzaría como candidato a diputado?

Este lunes el diputado Facundo Garretón ─referente del PRO en Tucumán─, terminó de confirmar el "plumazo" de Cambiemos a Amaya. Según él, el otrora kirchnerista devenido en macrista no debería integrar ni siquiera el tercer lugar de la lista, sino ir por fuera con una opción propia.

A Amaya sólo pueden salvarlo las viejas amistades: los legisladores Christian Rodríguez y Silvio Bellomío, según asegura el jefe de Política de La Gaceta, Fernando Stanich, se encuentran en diálogo permanente con un sector del massismo, desde donde podría volver de las cenizas. Stella Maris Córdoba, otra novel macrista, bien podría formar parte del tren amayista.