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Desconcertados, los lapachos tucumanos comienzan a florecer antes de tiempo

Medio Ambiente

Los bruscos cambios de temperatura que se registraron en los últimos días adelantaron la primavera en la Provincia. La incidencia del cambio climático.

Imagen gentileza Jardinería On





Más de un tucumano celebró en los últimos días que el lapacho de su vereda comenzó a florecer. Sin embargo, los especialistas explican que la floración temprana de estos árboles se debe a que los cambios bruscos de temperatura literalmente los 'desconcertaron'. Esa es la razón por la cual, desde hace unos días, la primavera se adelantó en la Provincia.

"Es anormal que suceda esto. Hay que tener en cuenta que se registran días muy fríos y otros con más de 25°C en pleno invierno, lo que provoca que los lapachos se desorienten. Viajo todos los días desde Lules a San Miguel de Tucumán viendo que se está adelantando la floración, sobre todo en los lapachos más jóvenes", relató Juan González, biólogo de la Fundación Miguel Lillo.

Pese a que los tucumanos disfrutan del paisaje primaveral, lo cierto es que esta 'descompaginación' producida por el cambio climático afecta los procesos de la naturaleza, que hace un esfuerzo cada vez más grande por adaptarse.

"Hay un daño con estas alteraciones en el calendario, es algo que se está produciendo en muchos lugares del mundo a causa del cambio climático. Entre otras consecuencias, las flores del invierno no producirán semillas y tampoco contribuirán a la tarea de polinización que realizan las abejas", ejemplificó González.


Belleza efímera

Los registros botánicos señalan que los lapachos se encuentran sólo en algunas zonas de América del Sur. Quizá sea esa, su exclusividad y también su belleza efímera (las flores duran apenas dos semanas), uno de los tantos motivos por los cuales figuren entre los árboles más apreciado por los tucumanos junto a los clásicos naranjos.

Tanto una como otra especie son características del "Jardín de la República" y contribuyen al paisaje en el que diariamente transcurre la vida de los habitantes de la Provincia: mientras el lapacho aporta su presencia y los colores lila, rosado y blanco que anuncian la llegada de la primavera, los naranjos regalan sus frutos agrios y el perfume del azahar que inunda las calles en agosto.

Gonzalez señala que, dentro de las variedades de lapacho, la que ofrece flores lilas y eventualmente blancas es la típicamente tucumana. Tanto es así que fue designada "Tabebuia Avellanedae" en homenaje a Nicolás Avellaneda, el presidente tucumano que condujo los destinos de la Nación entre 1874 y 1880.


Cómo tener un lapacho

Gónzalez remarca que es muy fácil plantar un lapacho. Solamente es necesario esperar a que caigan las vainas del árbol despúes de la floración y, cuando estén apenas abiertas, sacar las semillas. Luego, sólo hay que plantarlas en un cajón con tierra fértil.

"En apenas unos días se tiene una planta de 10 o 15 centímetros", explicó el biólogo en diálogo con eltucumano.com. Sin embargo, aclaró que el lapacho lila o rosado no son aptos para las ciudades por su gran porte, que alcanza hasta 10 metros de altura.

Distinto es el caso del lapacho amarillo ornamental, una especie introducida, que puede estar en las avenidas por su altura considerablemente menor.


Un millón de árboles

Sobre los planes expresados tanto por el gobierno nacional como el provincial para plantar "un millón de árboles" en la Provincia, González se mostró escéptico.

"Es un plan ambicioso que requiere de muchos recursos. Para empezar, tendría que haber viveros especialmente destinados a la producción de esa cantidad de plantines. Y para seguir, se tendría que trabajar de una manera muy fuerte en la concientización del cuidado del arbolado urbano", analizó.

"El clima en Tucumán exige que las rutas, las escuelas y los espacios públicos tengan árboles pero falta una cultura en este sentido. La única forma de hacerlo es a través de la educación", reflexionó el investigador.