Reiki, Meditación y Canto: Tres talleres gratuitos para terminar el año en armonía

A poco más de un mes de cerrar un ciclo y comenzar con otro, especialistas del Centro Sonkoy Pacha brindarán tres talleres gratuitos con el objetivo de dar a conocer técnicas ancestrales que permiten recuperar la armonía y la vitalidad en una época con elevado estrés. Las capacitaciones de Reiki, Meditación Andina y Canto Terapéutico tendrán lugar los días 19 y 26 de noviembre y el 03 de diciembre, respectivamente, a partir de las 18, en la Casa de la Cultura municipal, ubicada en Parque 9 de Julio.  

El primer encuentro de Reiki será facilitado mañana martes por la maestra María Andina, integrante de la Asociación Argentina de Reiki. Según anticiparon desde la organización, en ese espacio se informará a los participantes qué es el reiki y cómo se percibe la energía y sus bloqueos. En el segundo encuentro, que se realizará el martes siguiente, la maestra Amankay Rosario Rodríguez enseñará la técnica de la Meditación Andina para aliviar el estrés de una manera sencilla. La última jornada, a cargo de la psicóloga Sonia Díaz, estará destinada al Canto Terapéutico, una técnica milenaria que sirve para limpiar la mente y armonizarnos a nosotros mismos porque detiene el diálogo mental, que es el que nos produce sufrimiento.  

“Nuestra intención es que los asistentes a los talleres reciban buena información de cada una de las técnicas”, expresó Amankay Rosario Rodríguez en diálogo con eltucumano.com. “Queremos difundir las diferentes prácticas que cada persona puede realizar para lograr bienestar y mejorar su calidad de vida. Tanto el reiki, como la meditación andina y el canto terapéutico son técnicas sencillas que queremos poner al alcance de todos”, completó la maestra, quien reconoce en esta época del año una mayor necesidad de encontrar el eje en medio del estrés que genera la llegada de un nuevo año y el consecuente fin de ciclo que implica el que se va. 

Bajar la ansiedad, lograr un descanso reparador cada noche, poner un coto a las (auto) exigencias, detener el pensamiento al menos por un momento son metas que a veces parecen inalcanzables en jornadas que simulan tener mucho más que 24 horas. 

“Diseñamos los talleres para que las personas conozcan diferentes opciones para revitalizar sus vidas, pienso en este momento en los estudiantes que realizan muchas actividades vinculadas a su intelecto o en las personas que pasaron o están pasando situaciones de salud difíciles”, ejemplifica la Maestra, que repara también en aquello que pasa más allá de lo individual: “hay demasiadas crisis planetarias, basta sólo mirar a Latinoamérica”, reflexionó en relación a los conflictos que, de una manera u otra, nos atraviesan cada día. Por eso propone -ahora más que nunca- volver a la naturaleza y re-conectar con lo más básico en medio de tanta información y tecnología. 

“La Meditación Andina guarda relación con los cuatro elementos: fuego, aire, tierra y agua.  Los pueblos andinos conocen la meditación desde los orígenes de la vida; forma parte de su cultura ir a la montaña a recibir la luz del sol, hablar con los espíritus de la naturaleza, pedir fuerza a la tierra. Es algo que practicaron siempre. Cuando no se sabe qué decisión tomar, quién tiene un abuelito en la montaña sabe que le recomendará ir a mirar el río para fluir igual que el agua, para que se generen los movimientos internos necesarios para resolver aquello que obstaculiza el curso de la vida. De la misma manera, cuando la cabeza está trabajando mucho, por ejemplo en el caso de los estudiantes, siempre es un buen consejo ir a la montaña o al jardín de la casa, tener contacto con los animales, con las plantas, tocar un instrumento de viento. Sólo con controlar la respiración estaremos haciendo mucho por armonizar y revitalizar nuestras vidas”, apuntó la maestra Amankay.      

Las personas que quieran participar del talleres de Meditación Andina deben llevar una maceta con una planta, agua y fuego (puede ser una vela de noche). “Mirando la flama se puede entrar en estado meditativo con el sol”, anticipó la Maestra y resaltó que, de esta manera, “se pueden realizar las meditaciones en un departamento o en una casa”, sin necesidad de viajar a la montaña. “Es bueno poder relacionarnos con los elementos naturales, si logramos conectarnos, vamos a encontrar la armonía reconociendo que nosotros mismos estamos constituidos por los cuatro elementos y somos uno con la naturaleza”.