Top

Woot: los emprendedores tucumanos que apuestan a la provincia con el café de especialidad

tendencias

Marcos Ragone y Marco Ganassin decidieron abrir cuatro cafeterías que ofrecen un producto único, con una receta propia. La posibilidad de abrir franquicias de una marca joven y con gran proyección: “Tucumán es la provincia más cafetera del país, pero no sabemos tomar café”.

UNA DELICIA. Woot y uno de sus cafés únicos. Foto Instagram/Woot .-





Marcos Ragone y Marco Ganassin son dos jóvenes economistas cuya amistad de toda la vida los llevó, a modo de hobbie, lanzar hace seis años atrás Woot, una marca de lentes de sol fabricados en madera, idea que luego se expandió a otros productos como mochilas, remeras y hasta relojes.

La necesidad de potenciar la marca y abrirse más allá del ecommerce, llevó a estos amigos a poner un bar en barrio Norte, justo en el momento en el que la cafetería de especialidad comenzaba a escucharse con fuerza entre los tucumanos más cafeteros. 

Somos la provincia que consume más café per cápita en el país. En Tucumán, cualquier reunión o charla es un café. Afuera no, en Buenos Aires por ejemplo a las 19 te vas a tomar una birra. Es otra la cultura. Somos la provincia más cafetera del país, pero no sabemos tomar café”, fue la razón que Ragone le dio a eltucumano.com, ante la consulta de por qué decidieron abrir cafeterías con un producto único. 

Tras el primer local, de Monteagudo 784, estos socios abrieron tres sucursales más de Woot: en avenida Aconquija 1431, Yerba Buena; en General Paz 579 y el último de ellos en Maipú 396, en la Cúpula Cowork.


“En medio de todo esto surgió la posibilidad de comprar una máquina tostadora de café y la pusimos en el local de Yerba Buna. Hay un laboratorio dentro del bar. La tostadora está a la vista y la gente puede ver el proceso de tostado de café y esto nos da la posibilidad de vender un café fresco, recién tostado por nosotros y mantener la calidad”, detalló sobre el valor agregado de los productos que son preparados por baristas especializados. 


Los clientes que quieren disfrutar de un buen café en Woot, también pueden seguir adquiriendo los productos con los que la marca comenzó, y hasta de llevarlos sin abonar un peso ya que a través del la app "Club Woot" (disponible en App Store y Play Store) los clientes suman puntos por consumir. Luego, estos pueden ser canjeados por gorras, mochilas, anteojos y remeras de la firma. “La moda que vendemos está relacionada a la marca”, contó.

En ese sentido, la firma tiene la posibilidad de abrir franquicias en cualquier parte del país, donde los que se sumen pueden vender un café de especialidad único, además del resto de los productos. 




Un laboratorio de café

La adquisición de la máquina para tostar café les permitió a los Marcos y Marco, poder tener un control de todo el proceso desde que la materia llega a las sucursales desde Brasil, Colombia y Guatemala, en bolsas de 60 kilos. 

La base de nuestro café está en Brasil, porque el paladar tucumano está acostumbrado a un café dulce y suave. Si te vas muy arriba con los ácidos y los amargos te lo van a rechazar”, comenzó a desandar Ragone, sobre los secretos del café de Woot. “Nosotros vendemos un blend de café, donde hay una receta donde combinamos café brasileño, de Colombia y moca, que es una variedad. Con esa receta creemos haber encontrado un equilibrio justo”, aseguró Marcos. Y agregó: “El colombiano es más ácido, entonces beberlo solo es particular y no le gusta a cualquiera. Al de Brasil le falta acidez, por eso lo mezclo y con la moca le doy intensidad, que es fundamental cuando le pones leche”. 

“Es un poco de alquimia lo que hacemos, es una receta propia y estilos que fuimos desarrollando y continuamos desarrollando”, definió.

Además de hallar la fórmula justa, este emprendedor hace foco en la importancia de la persona que prepara el café, que no debe ser alguien improvisado. “Nosotros montamos dentro de Woot una academia de baristas que, más allá de que nos sirve mucho porque tenemos personal capacitado en el tema, es una profesión muy demandada que afuera del país se paga bien. Entonces la gente que decide emigrar se va con su cursito hecho y terminan tirando un café con arte latte, o cosas que están de moda. Más allá de que el arte latte sea bonito, hay que saber usar la leche, calibrar el molino, para que salga a punto y resaltar todos los sabores”, aclaró.



“El café es como el tema del vino. Cuando damos el curso, damos la parte de tostado y café y el que sabe, el que es enólogo, se da cuenta que son cosas muy parecidas: los sabores, el tono, los agrios, las variedades. Se vuelve todo bastante interesante y estamos desarrollando una montura que acá no existe”, destacó. 

Por último, Ragone comparó el boom por el café de especialidad con la cerveza artesanal, aunque les predijo diferente suerte. “En los últimos dos años se puso a dar vueltas la especialidad como la cervecería artesanal, que en los últimos años decayó bastante. Con la cafetería no va a pasar lo mismo porque estás tomando un producto más saludable y mucho más rico. Llega para quedarse, hay que probarlo. Hay que comparar un café comercial para conocer la diferencia de verdad”, finalizó.