A mi muy querida comunidad UTENIANA

Me dirijo a ustedes, que me están leyendo, en un momento importante para nuestra universidad, para la educación pública y para el futuro de nuestra Nación.

Soy Rafael Salazar, el cuarto de cinco hermanos, futuro Ingeniero Electrónico, primera generación de mi familia en poder pisar la Universidad y producto del esfuerzo de una familia humilde. Con una madre que se dedicó gran parte de su vida al cuidado del hogar, con solo el primario completo en los momentos más difíciles salió a trabajar de empleada doméstica, y quien junto a mi padre -con primaria sin finalizar y de profesión canillita- trabajaron de lunes a lunes incansablemente para brindarnos a mis hermanos y a mí lo mejor que pudieron.

Como miembro de esta comunidad y viendo la actual situación económica-financiera que atraviesa el sistema universitario publico llevada a esta situación por las posturas y medidas tomadas por el actual Gobierno Nacional, siento la inmensa responsabilidad y el compromiso inquebrantable de alzar la voz en defensa de nuestra educación.

La Universidad Tecnológica para mí es mucho más que aulas y laboratorios, la considero como mi segundo hogar, donde no solo encontré conocimiento académico sino también amigos y compañeros, risas, llantos, miedos, inquietudes, victorias y también injusticas, y por sobre todo eso encontré OPORTUNIDADES y no solo para mí si no también para muchos de mis compañeros que quizás, venían de hogares como el mío. Todas estas oportunidades no hubiesen sido posibles sin la educación pública. Que para mí es el pilar fundamental de nuestra formación y la piedra angular de nuestro futuro. Les pido que imaginemos por un momento que sucedería si la educación dejara de ser accesible para todos. ¿Estarían todos tus amigos y compañeros en el aula? ¿El que te hace la segunda en todas? ¿Estaría tu amigo el que siempre llegaba tarde con alguna anécdota nueva? ¿Estarían tus compañeros con los que armas grupos para estudiar? ¿Y el que te presta los apuntes? ¿Y el que siempre te hace reír? ¿Y el chico o chica por el que suspiras? ¿Y ese compañero que te espera para ir tomar el bondi? ¿Y el que te convida un mate? ¿Estaría tu compañero de trabajo, que ahora es una eminencia, en la misma empresa para la que trabajas? ¿Estarían esos profes que consideras genios enseñándote sus saberes si no hubiesen podido recibir en una Universidad Pública? ¿Cuántos de nosotros habríamos renunciado a nuestros sueños sin siquiera haber tenido la oportunidad de intentarlo? No permitamos que esta rueda a la que llamamos movilidad social ascendente desaparezca. El desfinanciamiento que hoy sufren nuestras instituciones no son solo números en un presupuesto, ¡impacta directamente en nuestras vidas! significan menos de todo, menos becas, menos recursos para investigaciones y menos oportunidades para nuestros compañeros que más lo necesitan… ¡CÓMO PODEMOS QUEDARNOS DE BRAZOS CRUZADOS MIENTRAS VEMOS COMO SE SOCAVA EL FUTURO DE MILES DE COMPAÑEROS Y AMIGOS! No nos dejemos que no quiten todo esto. Invito e insto a todos mis compañeros y compañeras a que el día 23 de abril nos unamos como comunidad, y marchemos juntos en defensa de la educación pública para alzar nuestras voces y exigir un futuro donde la educación SIGA SIENDO UN DERECHO PARA TODOS y no un servicio, como lo quieren vender. EDUCACIÓN PUBLICA, LAICA, GRATUITA Y DE CALIDAD PARA TODOS, este lema no es solo una consigna, es mi convicción más profunda, es la garantía de un futuro más justo y equitativo para todos. ¡Les pido a todos que nos unamos, todas las agrupaciones políticas, cada quien, con su bandera, dejemos de lado lo que nos separa y nos enfoquemos en las coincidencias ideológicas que nos unen, salgamos a la calle y demos todas las peleas que sean necesarias con el orgullo de ser representantes de nuestra querida universidad obrera, que resuene en cada rincón de nuestra facultad, de nuestra provincia, de nuestro país! Defendamos nuestra universidad, defendamos nuestra EDUCACIÓN PÚBLICA. Recordemos que quien desfinancia la educación pública no lo hace por una cuestión económica-financiera, la desfinancia quien tiene algo para perder con la difusión del saber, estoy infinitamente agradecido con lo que la universidad pública hizo por mí. Con ella se garantiza el ACCESO A LA VOCACION, y son muchos los que pueden salir de la pobreza, a eso se refiere “movilidad social ascendente”, por mi futuro y por el de todos los que vienen por detrás, es el camino hacia una sociedad mejor, más justa e igualitaria, es un derecho humano fundamental, con un gran valor estratégico, por ello hay que promover la educación como herramienta fundamental de transformación y crecimiento tanto personal como colectivo. Es la base para la construcción de la ciudadanía, del pleno ejercicio democrático de movilidad social y de prosperidad económica. La educación pública como un bien social. Recordemos que, sobre todas las cosas, LIBERTAD es tener acceso a la educación ¡Nos vemos en los pasillos de facultad y en las calles amigos, amigas, compañeros y compañeras!

Atentamente, Rafael Salazar