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Con Milei presidente, la Dictadura Genocida de 1976 está presente

opinión

No exageraríamos si afirmamos que Argentina vive hoy el preludio de lo que fueron las intenciones de quienes usurparon el poder de manera sangrienta un 24 de marzo de 1976. por Mabel Montero, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora de Tucumán .

Mabel Montero en una de las marchas realizadas ayer domingo.-


48 años han transcurrido desde aquella terrible jornada en que tres comandantes –fieles representantes de los grupos concentrados de la economía- decidieron que eran dueños de la vida y la libertad de millones de argentinos. Tuvieron cómplices: lo más granado del empresariado al servicio de las corporaciones multinacionales, la curia eclesiástica (salvo honrosas excepciones, como monseñor Jaime De Nevares o monseñor Novak), el establishment representado por las universidades privadas, sean o no laicas.

Impusieron un manto de silencio. Y callaron millones de voces. Era necesario para que pudieran imponer el terror, para que pudieran secuestrar, torturar, fusilar, desaparecer personas, apropiarse de bebés, apropiarse de bienes. Otros compatriotas optaron por el exilio. Pero como bien se señala, hubo un doble exilio de ciudadanos: los que se fueron, y los que se quedaron, que debieron silenciar sus voces por temor.

Por eso hablamos de terrorismo de Estado. Existieron en el país más de 700 centros clandestinos de detención, exterminio y tortura, hoy transformados en Sitios de la Memoria, como la Escuelita de Famaillá, el Arsenal Miguel de Azcuénaga, y tantos otros hoy señalizados en todo el territorio nacional, mudos testigos de las mayores aberraciones a las que puede ser sometido un ser humano.

Todo eso había que ocultar bajo la alfombra de un pretendido Proceso de Reorganización Nacional, mientras se entregaba el país a las políticas dictadas desde el Pentágono para esa etapa, llevando al país a uno de sus endeudamientos más feroces, endeudamiento sólo superado por la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri.

Un país endeudado ante la banca usuraria internacional es un país limitado en su posibilidad de diseñar una política económica independiente. Era necesario para que José Alfredo Martínez de Hoz, el ministro de Economía de los genocidas, impusiera su plan económico basado en el ajuste salvaje, la importación indiscriminada, la destrucción de la industria nacional y su corolario de despidos masivos de trabajadores, salarios de hambre. Había que contraer la economía. ¿Sus beneficiarios? Un puñado de argentinos, las clases privilegiadas. ¿Sus víctimas? Millones de ciudadanos que fueron previamente seducidos bajo el discurso del “desgobierno” del gobierno constitucional. Sí, porque en aquella década de los 70 también los medios de comunicación fueron decisivos a la hora de preparar la subjetividad que allanara el camino del golpe de Estado.

Los medios de comunicación… y la Justicia. Como ocurrió en cada golpe de Estado, desde 1930.

El retroceso de la memoria colectiva es tan acentuado que los herederos de los civiles cómplices de aquella noche de 1976 pudieron llegar a representar al pueblo argentino en dos oportunidades en los últimos 10 años: con Mauricio Macri en 2015 y ahora con Javier Milei. Ése tal vez sea el único mérito de esta verdadera “casta”.

Porque a las palabras hay que darles el verdadero significado: un sistema de castas obliga a cada sector social a permanecer en el sector en el cual nació. Y eso está muy alejado de nuestra idea de la movilidad social ascendente, que implica generar las condiciones para que cada ciudadano pueda crecer social, económica y culturalmente, independientemente de su condición de origen.

Pero hasta en el uso de las palabras la extrema derecha se apropió, dándoles un significado diferente. Millones de argentinos estaban persuadidos que la “casta” era la sociedad política; que la “libertad” era un valor inalcanzable porque esa “casta política” se lo impedía.

¡Y qué mayor libertad que los ciudadanos puedan garantizar sus derechos! A trabajar, a educarse, a tener una prestación de salud adecuada, al esparcimiento. A decidir qué medio de comunicación quieren escuchar, qué canal de televisión quieren ver.

Para el presidente Milei se ejerce libertad insultando, amenazando a todo aquél que piense distinto a él. Su mayor tarea parece que consiste en twittear todo el día, buscando con ello distraer del drama que hoy sufre el pueblo argentino.

Porque el modelo de Javier Milei sólo beneficia a una minoría. Y condena a millones a sobrevivir como pueda, borrando al Estado de sus funciones esenciales.

No es inocente una política así diseñada. No es inocente que se pretenda privatizar las empresas del Estado bajo una supuesta ineficiencia, porque varias de ellas son superavitarias. No es inocente que se limite la libertad de expresión cerrando virtualmente la agencia Télam, la Televisión Pública, la Radio Pública. No es inocente que se desfinancie la investigación científica atacando el Conicet. No es inocente que el Estado se haya apropiado del Fondo de Garantía de Sustentabilidad –que pertenece a los jubilados- para justificar una supuesta ineficiencia de la ANSeS. No es inocente que el Estado que ellos pregonan debe apartarse de toda intervención, intervenga en paritarias cuando los trabajadores obtienen incrementos más o menos dignos, como ocurrió con los camioneros. No es inocente, en fin, que el mayor ajuste lo soporten los jubilados, quienes ya perdieron desde el 10 de diciembre un 44% del valor de su ingreso.

Más de la mitad de la población de Argentina está bajo la línea de pobreza. Y el gobierno fue coherente ante este pavoroso dato: 1) a través del pomposamente denominado Ministerio de Capital Humano niega asistencia alimentaria a millones de ciudadanos; y 2) ofrece como única respuesta la represión, a través de la política criminal encabezada por su ministra de Seguridad, quien encabeza la cruzada que criminaliza a referentes y organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos.

En este sentido, repudiamos lo sucedido en los últimos días a la joven militante de H.I.J.O.S. en su domicilio.

La lista de desatinos de esto gobierno es demasiado larga. Recordemos la rendición ante la decisión unilateral del Reino Unido de expandir la zona de exclusión alrededor de las Islas Malvinas; la decisión de no integrar los Brics, que hubiera significado sumarnos a las economías de los países emergentes que hoy representan el 40% del Producto Interno Bruto mundial; los viajes de Milei a Estados Unidos e Israel –país en guerra- que nos traen el triste recuerdo de las políticas menemistas de involucrar nuestro país en la Guerra del Golfo, con sus consecuencias internas que fueron el atentado a la AMIA y a la embajada de Israel; la sorpresiva visita en la asunción presidencial de Milei de Zelenski, presidente de Ucrania –otro país en guerra-.

Mención aparte merece la vicepresidenta Victoria Villarruel y su cruzada negacionista que tiene como objetivo lograr la libertad de los genocidas. Sin embargo, esta semana dos fallos ejemplares de la justicia argentina le dijeron claramente que no corresponde el indulto a quienes fueron condenados por delitos de lesa humanidad.

Pero el gobierno no se detiene en su avance. Ahora pretende echar mano en la composición de la Corte Suprema, seguramente pretendiendo emular esa Corte de la mayoría automática en tiempos de Menem.

Como tampoco se detiene en aberraciones jurídicas, como el ya famoso DNU Nº 70/2023y la llamada Ley ómnibus, intentando sean aprobadas a través del chantaje a los gobernadores.

Somos conscientes que este documento no agota la lista de barbaridades a las que el gobierno de Milei está sometiendo al pueblo argentino. Por eso creemos que es necesario llevar este debate hasta el último rincón de la Patria, para desenmascarar a estos farsantes que bajo la bandera de la libertad nos están llevando a una moderna esclavitud.

Por todo lo dicho, recordar el 24 de marzo de 1976 es tener presente en la Memoria a miles de argentinos que dieron su vida en aras de un mundo mejor. Recordar a esos 30.000 compañeros desaparecidos es poner en valor su historia de su lucha, revalorizar su vocación patriótica de construir una Patria Justa, Libre y Soberana.

A 48 años del Golpe Genocida, no perdonamos. No nos reconciliamos. Exigimos Juicio y Castigo a todos y cada uno de los culpables civiles, militares y eclesiásticos que participaron y fueron cómplices.

A 48 años del golpe genocida, reivindicamos a nuestros 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos y reafirmamos nuestro compromiso de luchar por la Patria que ellos soñaron.

Por ello, planteamos:

- No al avance sobre los derechos de los trabajadores y de los organismos que los representan

- No a condenar al hambre a miles de familias por falta de aprovisionamiento de comedores y merenderos comunitarios

- No a la persecución de los líderes de los movimientos sociales

- No al vaciamiento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS

- No al brutal ajuste que sufre el ingreso de los jubilados porque se trata de personas –como dijo la ministra Mondino- que “pronto se van a morir”

- No a los despidos de trabajadores del Estado, sea en la ANSeS o en todo organismo estatal, cualquiera fuere el pretexto que se invoque

- No a los despidos de científicos del Conicet

- No al desfinanciamiento de los organismos de los organismos de Derechos Humanos

- No al avance sobre los sitios de Memoria

- Exigimos el rechazo al inconstitucional DNU 70/2023 y la llamada Ley Ómnibus

- Exigimos celeridad en la investigación de los juicios de lesa humanidad en todo el país

- Repudiamos las políticas negacionistas, que pretenden echar un manto de olvido sobre hechos aberrantes y/o tergiversar la verdad de nuestra historia.

- Ratificamos nuestro reclamo de cárcel común, perpetua y efectiva para los condenados por delitos de lesa humanidad.

- Rechazamos –en consonancia con la Cámara de Casación- que estos criminales puedan ser favorecidos mediante un indulto presidencial

- Repudiamos el cierre o desfinanciamiento de los medios de comunicación, que garantizan el derecho de todo ciudadano a escuchar o ver lo que sea su parecer

- Reivindicamos una política exterior que honre nuestra soberanía, rechazando todo intento de atarnos al destino de Estados Unidos y sus países satélites

- Repudiamos la vacilante política de la Cancillería sobre los derechos soberanos de Argentina sobre las Islas Malvinas

- Sostenemos que “la casta” son los cómplices de quienes hoy nos gobiernan, y que “la libertad” no es una consigna, sino un valor reconocido expresamente en la Constitución Nacional, y que no hay libertad sin opinión, sin el libre ejercicio al disenso, como el propio Juan Bautista Alberdi pregonaba.

 

POR LOS 30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS-DESAPARECIDOS!

NO PERDONAMOS!. NO NOS RECONCILIAMOS! EXIGIMOS JUICIO Y CASTIGO A TODOS Y CADA UNO DE LOS CULPABLES CIVILES, MILITARES, ECLESIÁSTICOS Y ECONÓMICOS QUE PARTICIPARON Y FUERON CÓMPLICES!

HOY MÁS QUE NUNCA, ESTÁN PRESENTES Y SON 30.000!

POR MÁS MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA!

¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS: PRESENTES!

¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS: PRESENTES!

¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS: PRESENTES!

AHORA, Y SIEMPRE!

AHORA, Y SIEMPRE!

AHORA, Y SIEMPRE!

Mabel Montero

Referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora de Tucumán