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Asesinan a dos docentes en la sede de ATEP y a uno le roban los zapatos

24 DE MARZO

Un poco después de las 00:00, un grupo comando ingresó en la sede de ATEP y asesinó a dos docentes. Uno de ellos luchaba por mejoras salariales para todos los educadores tucumanos. Pasó hace 48 años.


Nuestro maestro descalzo: un docente monterizo fue el primer asesinado de la dictadura militar en Tucumán. Hoy lo recordamos por su gran lucha y su historia.

Isauro Arancibia fue el principal activista de la Huelga del 58, en donde se luchaba por un estatuto docente y en donde se dio el primer paso de conquista de derechos de educadores como la creación de juntas de clasificación con representación docente, regímenes de licencias, bonificación por zona y bonificación por antigüedad.

Un maestro puede ser el ser humano más peligroso de un gobierno, cuando su planteo es el de usar la lógica frente a un aula, o frente a su vida. Este fue el caso de más de 600 maestros y profesores durante la última dictadura militar.
Y así fue el caso de un grande que, aun muerto, vive en la memoria de todos los que lo conocieron, y fundamentalmente en la memoria de los docentes que lo conocen a través de su lucha y de su legado.
Isauro nació en Monteros un 25 de marzo de 1926, y desde muy joven fue maestro rural, con las complicaciones que llevaba en esa época en donde el transporte era tremendamente rudimentario en comparación con los tiempos que vivimos. Desde muy joven luchó y abogó por derechos de sus pares, coincidiendo con los primeros sindicatos de obreros del azúcar que comenzaban a nuclearse en nuestra provincia. Junto a la FOTIA de Atilio Santillán, se convirtió en el rostro visible de la lucha y de la unidad de los docentes, dirigiendo la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP), llevando su militancia por la unidad de sus colegas a un punto que derivó en la fundación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina CTERA, del cual fue secretario gremial adjunto.

Defendía la educación pública, gratuita y de calidad, además de abogar para que las mejoras para los estudiantes fueran pensadas también para los trabajadores de las aulas, buscando siempre que el sueldo de los docentes tucumanos se igualara al de los sueldos nacionales. Con Isauro se logró que se crearan juntas de clasificación con representación docente, regímenes de licencias, bonificación por zona y bonificación por antigüedad.

La lucha de Arancibia no se limitó a sus alumnos ni a sus colegas, sino que impulsó el apoyo como gremio de docentes a otros sectores trabajadores de la provincia en sus reclamos sindicales, principalmente a los obreros del azúcar.

El 24 de marzo de 1976, Isauro y su hermano Arturo, quienes vivían en la sede del ATEP, fueron asesinados por un grupo de tareas integrado por policías y civiles. Los hermanos, antes de ser asesinados, resistieron a este esperado ataque con dos escopetas de caza, quitándole la vida a uno de los que habían ingresado al ATEP.

El cuerpo de Isauro tenía 120 balazos, y el de su hermano Arturo 70
. Esa noche, Isauro estrenaba zapatos que su sobrino le había regalado. Los militares que lo asesinaron se los robaron una vez muerto, y por eso se lo conoce como el maestro descalzo.

El historiador y escritor tucumano Eduardo Rosenzvaig escribió en su libro “la oruga en el pizarrón”: “Hay que recuperar esos zapatos porque un Maestro no puede andar descalzo por el cielo...”
Durante la presidencia de Néstor Kirchner, la fotografía de Arancibia fue colgada en el Ministerio de Educación, y fue descolgada durante la gestión de Esteban Bullrich. En el 2019 se retomaron investigaciones para dar con los responsables de la muerte de los dos hermanos.

Hoy el nombre de Isauro está en instituciones educativas, poesías, zambas, agrupaciones docentes, pancartas, murales, placas. Sus restos descansan en su Monteros natal, en el cementerio del Norte.

El 25 de marzo por la mañana, en el día que cumpliría 98 años y en el mural que representa a Isauro y Arturo en la zona de la terminal monteriza, se le rendirá un importante homenaje a ambos.