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Estos son los espacios de la memoria en Tucumán

24 DE MARZO

Cada 24 de marzo, vuelve el recuerdo de una de las épocas más tristes de nuestra historia. En nuestra ciudad, existen espacios que nos permiten recordar, ya que están impregnados de la memoria del dolor, la injusticia, el miedo y la impotencia de aquellos que los atravesaron. Por arq. Gabriela Neme


Cada 24 de marzo, vuelve el recuerdo de una de las épocas más tristes de nuestra historia. En nuestra ciudad, existen espacios que nos permiten recordar, ya que están impregnados de la memoria del dolor, la injusticia, el miedo y la impotencia de aquellos que los atravesaron. Nos hablan de las voces que fueron silenciadas pero que no se pudieron apagar porque hoy en día forman parte de nuestro patrimonio intangible. Sin embargo, como escribió el gran Galeano, la democracia actual, temerosa de recordar, parece sufrir de amnesia. Según el autor no se necesita ser Freud para comprender que no hay alfombra lo suficientemente grande para ocultar la basura de la memoria. 

El entorno cercano a la Plaza Urquiza se destaca como uno de los principales puntos de referencia de esta época, al aglutinar una serie de edificios vinculados a los circuitos tortuosos por los cuales transitaron muchas víctimas de la época más oscura de la Argentina. Es probable que este espacio urbano haya sido elegido por su ubicación estratégica como un punto de encuentro rápido, lo que llevó a la centralización de los principales Centros Clandestinos de Detención en esa zona.

El edificio de la Brigada de Investigaciones de la Provincia, situado frente a la Plaza, se ha convertido en un testigo mudo de los horrores y atrocidades cometidos durante la dictadura militar. Fue uno de los focos cardinales de detención, donde muchas personas fueron sometidas a torturas y desapariciones forzadas. Funcionaba como un centro de "ablande", donde las víctimas eran despojadas de su identidad y solo eran conocidas por un número asignado. Anteriormente, este edificio con composición y ornamentación académicas, albergaba al ex penal de mujeres y varones. A pesar de que se inició su demolición para dar paso al edificio de la Legislatura de Tucumán, se decidió interrumpirla y se conservó una fracción como testimonio de los terribles sucesos allí acontecidos. Se propuso transformarlo en un museo de la memoria, aunque hasta el momento esta iniciativa no se concretó. 

Brigada de Investigaciones de la Provincia

En la esquina de la Avenida Sarmiento y 25 de mayo, diagonal a la Plaza Urquiza, se encuentra el Complejo Teniente Ledesma. En sus inicios en 1903, fue concebido como la Escuela Benjamín Paz, también de composición y ornamentación académicas. Sin embargo, durante el gobierno del Gral. Bussi, experimentó una transformación y se convirtió en un espacio social y deportivo. Durante ese difícil periodo, los complejos deportivos no solo servían como lugares para practicar deportes, sino que también se utilizaban para adoctrinamiento. En un intento por suplantar a los clubes deportivos, que eran vistos como posibles focos de resistencia contra el gobierno de facto, estos complejos buscaban influir en los grupos y en su apoyo o desacuerdo con la autoridad.

Complejo Teniente Ledesma

El edificio del ex V Regimiento de Infantería, ubicado en la misma cuadra sobre la Avenida Sarmiento, hoy alberga los Tribunales Penales de la Provincia y es un lugar con una historia significativa. Data de 1964 y ocupa gran parte de la manzana. Se caracteriza por su estilo sobrio y solemne, con elementos ornamentales clásicos que le confieren una estética pensada para generar sentimientos de sobriedad y frialdad. Parece haber sido diseñado para imponerse en su entorno, transmitiendo una sensación de autoridad y poder, al igual que otros institucionales y gubernamentales, utilizados como una forma de dominar y controlar a los ciudadanos, reflejando la jerarquía y la autoridad militar que caracterizaba al regimiento.

Ex V Regimiento de Infantería

Próximo al Regimiento de Infantería, subiendo por calle 25 de mayo hasta llegar a España, se encuentra el Cuartel de Bomberos de la Policía de Tucumán, que sigue funcionando como tal. Edificio de estilo tardomoderno, en donde prevalece el uso del hormigón y de las cubiertas metálicas separadas del volumen, transmite una sensación de austeridad y funcionalidad. En ese entonces, era un centro clandestino de detención íntimamente vinculado con el comando radioeléctrico, a donde los detenidos llegaban despojados de sus pertenencias. Se los conducía encapuchados y numerados con un cartón colgando en el cuello, a la espera de ser trasladados a otros centros de detención.

Cuartel de Bomberos de la Policía de Tucumán

A una manzana de distancia, sobre calle Muñecas al 1000, se encuentra el “Instituto de Enseñanza Superior General José Francisco de San Martín”. Fundado en 1941 por el gobernador Dr. Miguel Critto, este instituto ha desempeñado un papel importante en la formación de estudiantes que aspiran a convertirse en policías. Aquí también se desarrollaba uno de los centros de detención. La dualidad de sus funciones, como lugar de educación y como centro de detención, refleja las complejidades y contradicciones de la historia de la región. 

En aquel período, las fuerzas de seguridad operaban en un sistema de triangulación, con diferentes niveles de jurisdicción a nivel nacional, provincial y local. Esta estructura permitía una coordinación entre los distintos organismos y una distribución de responsabilidades en función de sus respectivos ámbitos de actuación. En este contexto, la Delegación en Tucumán de la Policía Federal Argentina desempeñó un papel significativo. Ubicada calle Santa Fe 630, fue un punto clave en la red de centros de detención regionales. A partir de la década del ´70, se transformó en otro centro de detenciones utilizado para el traslado de víctimas entre diferentes puntos del país. La conexión con la policía federal a nivel nacional facilitaba la circulación de detenidos y la coordinación de acciones represivas a lo largo del territorio argentino.

 Delegación en Tucumán de la Policía Federal Argentina

Cercano a la Policía Federal se encontraba un edificio de arquitectura sencilla el Comando Radioeléctrico de la Policía de Tucumán, sobre calle Laprida al 1000, división creada en 1968. Surge al separar el área de planeación de la operativa con el fin de centralizar el sistema de comunicaciones, así como tareas de patrullajes y emplazamientos estratégicos, para prevenir y neutralizar el accionar contravencional y delictivo. Durante el gobierno de facto fue otro centro de detención clandestina, un lugar de tránsito y sitio de «ablande» de los secuestrados sometidos a fuertes castigos.

Comando Radioeléctrico de la Policía de Tucumán

En cercanía al Comando Radioeléctrico estaba la ex Jefatura de Policía de la Provincia, en la manzana rodeada por las calles Santa Fe, Junín, Avenidas Salta y Sarmiento. En sus orígenes el edificio funcionó como Hospital de Niños y actualmente como Secretaria de Educación, diseñado en una arquitectura decimonónica. En el periodo 1975-78, fue otro centro de detención clandestino bajo el control del SIC (Sistema de Información Confidencial), que se desempeñaba en el mismo edificio y respondía operativamente a la V Brigada de Infantería. Sus integrantes fueron los responsables de los secuestros, traslados y la permanencia de los detenidos ilegalmente en este centro. Aún quedan huellas de ese pasado horroroso en placas recordatorias con los nombres de todas aquellas personas detenidas por circular en la vía pública sin documentos o por averiguación de antecedentes.

Ex Jefatura de Policía de la Provincia

Tuve el privilegio de nacer años después que terminó esa etapa de horror y dolor, pero intento imaginar y ponerme en la piel de aquellos jóvenes que no tuvieron la libertad de transitar por esos espacios o por la calle sin que los invada el miedo a cada paso.  Ese miedo de escuchar o de decir, que a muchos los convirtió en sordomudos y de lo que no sienten orgullo, pero sabemos era la manera de sobrevivir. 

Recordar esos lugares es mi manera de honrar a aquellos que sufrieron durante esos tiempos oscuros, para que nunca se repitan esos terribles acontecimientos en nuestra sociedad. Resulta interesante observar cómo la arquitectura puede comunicar mensajes simbólicos y reflejar el contexto de un periodo histórico y político tan nefasto, donde muchas veces en esos espacios “se los tragó la tierra” a muchas víctimas. Sin embargo, en sus paredes resuena el eco que conmueve a seguir pregonando por la Memoria, la Verdad y la Justicia.