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Milei: ¿un brujo postergado?

OPINIÓN

El triunfo del líder libertario en las PASO abre una serie de interrogantes en el ciudadano de a pie. Con aumentos constantes y la precarización como una espada de Damocles sobre su cabeza, la gente se pregunta qué vendrá ahora. Por Diego Armando Díaz.

Foto: https://www.baenegocios.com/


Ganó Javier Milei las PASO y es la noticia del momento. En todas partes hay alguien que dice: ¿A quién votaste?, ¿Qué vamos hacer si gana en octubre?, “Pasa que ya era hora de un cambio, la gente está harta”. Y comentarios de ese tipo que se dicen para iniciar una charla política, un debate de ideas, que luego sigue con la exposición ideológica del iniciador de la conversación. Ese es el gran tema de aquí hasta octubre. La otra pregunta que se hace la gente es ¿Dónde está Alberto Fernández? Mientras los memes de Sergio Massa pululan en las redes. 

Nadie esperaba una victoria del candidato libertario. Yo fui uno de los sorprendidos, esperaba una victoria de Massa seguido de Larreta, pero, el domingo de las elecciones, cuando vi que en el Facebook ponían que faltaban votos de Milei en las escuelas se me empezó a prender la alarma: ¿Ganará Milei o es solo el decir de un seguidor que busca levantar la votación? Dejé que eso no me alcanzara, se deslizó un domingo feliz de empanadas en lo de mi madre con un vinito cafayateño para disfrutar el evento popular, total yo ya voté a la mañana, me dije.

Es viernes por la mañana, el sol es tibio, de una tibieza que deja que el viento nos enfríe, los pájaros cantan y el sonido tapa los ruidos urbanos. La vida sigue y el sol desaparece, es ahora un día gris, que nos deja la sensación de que terminó una fiesta, o de cuando se nos va una visita de la casa, pero el tema de las votaciones sigue, la charla improvisada en cualquier lugar se da, alguien siempre te dice: ¿Qué pasará si gana?, seguido de la cara de mayor preocupación. Leyendo las estadísticas, se ve que Milei ganó en San Miguel, festejando Bussi su segundo lugar como candidato a diputado y el triunfo de Milei. A los otros parecía que se los había tragado la tierra.

¿Por qué ganó? ¿Por el cansancio de los electores sin relación política? ¿Por los antiperonistas que ven en el líder libertario la única posibilidad de cambio? “Ya estamos cansados de los mismos de siempre”, me dice un votante libertario, y embucha su comida dietética en un restorán. 

En medio de la semana, se escucha que Milei va a eliminar el CONICET, que son 35 mil investigadores y los compara con la NASA donde son 17 mil. Como respuesta al futuro recorte, como el Brujo postergado del cuento de Borges, donde un Dean de Santiago (España) quiere aprender el arte de la magia y recurre a Don Illán un mago de Toledo. El aprendiz de brujo recibe distintos ascensos religiosos y promete en cada ascenso favorecer al viejo brujo y le dice que lo siga, al final es nombrado Papa. Al verse en la cúspide, decide encarcelar a Don Illán por ejercer la magia, Don Illán le pidió pan para poder comer en el camino a Toledo, pero el Papa se lo negó. El brujo recobró su semblante y el Dean se volvió a encontrar en el cuarto de la casa de Toledo. El brujo le dijo que con eso bastaba y le pidió que se fuera. El otro se fue callado y avergonzado sin ganas de decir nada.  ¿Acaso Milei no es una especie de aprendiz de Brujo que promete cosas que no podrá cumplir? ¿No fue Menen el gran brujo que tuvimos en los 90? Años después de sus gobiernos, cuando le preguntaron por qué no hizo lo que prometió, él dijo: “Si yo decía lo que iba a hacer, nadie me votaba”.

¿Podrá dolarizar? ¿Podrá eliminar todos los ministerios que promete eliminar? ¿Podrá gobernar siendo minoría política? Y si lo hace ¿Qué dará a cambio a las potencias para poder hacer realidad el artilugio de una economía dolarizada? ¿Dará los pocos recursos naturales que nos quedan sin vender? ¿Qué pasará con los pueblos originarios que luchan por sus tierras, como hace Jujuy hoy? En la semana Milei, se reunió con el FMI, las políticas de manual del Fondo son siempre las mismas: recorte y privatización de las empresas estatales. Con Menen se privatizaron el agua, electricidad, se vendieron y cerraron los trenes que pasaban por Aguilares, por recordar apenas algo. El tren nunca volvió y el brujo riojano se murió solo y abandonado como el personaje de la novela El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez.

Lo cierto es que ahora vivimos una corrida inflacionaria, que cada producto vale más cada día, que la nafta, que la carne, que el pan, las verduras y las frutas suben a precios siderales, ni hablar de la tecnología. ¿Qué hará el gobierno para luchar con la especulación y desvanecimiento de los grandes empresarios? Los de abajo no ven suba en sus salarios, la precarización será una espada de Damocles en sus cabezas que promete más recortes, las piezas de este ajedrez están en juego.