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El día que la gente se cansó y le dijo basta a la política actual

TRIBUNA ABIERTA

Y un día la gente se cansó de la política actual… De Massa, de Grabois, de Alberto, de Cristina, de Macri, de Larreta, de Bullrich, de la Izquierda y de los mismos de siempre. Por Hernán J. Iramain – Abogado y Empresario tucumano.

(Foto: Natacha Pisarenko (AP))


El domingo 13 de agosto la gente eligió a quien algunos tildan de loco. Otros, de desquiciado o demente. A un tipo que en su discurso les agradeció a sus perros (Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas) y que tiene una devoción absoluta por su hermana Karina. Para la mayoría (por lo menos para la que votó el domingo 13 de agosto) la persona en la que ven una luz de esperanza para que pueda cambiar lo que muchos prometieron, pero hasta acá ninguno pudo cumplir. Sí, Javier Milei.

Si hay algo que los argentinos perdimos hace bastante tiempo es la capacidad de asombro.  Desde Alfonsín con el retorno de la democracia a Carlos Menem (10 años), pasando por Fernando De la Rúa (2 años y se fue en helicóptero). Después cinco presidentes en una semana (Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saa, Eduardo Oscar Camaño, Eduardo Duhalde) y luego Néstor Kirchner (4 años), Cristina Kirchner (8 años), Mauricio Macri (4 años) hasta llegar al actual presidente Alberto Fernández (4 años). Si repasamos la historia, sin entrar en el detalle de las ideologías, y analizamos los nombres de un lado y del otro, nos daremos cuenta de que existe un denominador común: en su mayoría se repiten los mismos nombres una y otra vez.

Si usted hoy camina por la calle y elige al azar a cinco o seis personas que vayan pasando y les pregunta en líneas generales ¿cómo están hoy? Lo más probable es que se encuentre con las mismas respuestas: “no llego a fin de mes”, “no tengo empleo”, “un solo trabajo no me alcanza”, “cada vez se me hace todo más cuesta arriba”. Si tiene dudas, haga la prueba, le aseguro que se sorprenderá con el resultado.

La canasta básica alimentaria saltó 7,3% en abril, mientras que una familia necesitó $203.361 para no ser pobre, según el informe del 16 de mayo del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos). El salario mínimo vital y móvil en la Argentina a partir del 1 de agosto de 2023 es de $112.500. En Argentina, hoy comprar un par de zapatillas de alguna de las marcas más reconocidas cuesta casi lo mismo que el alquiler mensual de un monoambiente ($55.000 a $75.000 dependiendo el modelo). Claramente, algo está mal.

Hoy acceder a una casa propia se volvió prácticamente una utopía, ni hablemos de tener un vehículo con cuotas que, en la mayoría de los casos, superan ampliamente un sueldo promedio en la Argentina.

Volviendo al fenómeno Milei del Domingo. Milei habló con un lenguaje sencillo y directo a un electorado al cuál la política olvidó hace mucho tiempo: los jóvenes. Ese mismo electorado que cada vez encuentra menos oportunidades de trabajo, de progreso, de crecimiento y de bienestar social en un país donde los índices de desocupación y pobreza son cada vez mayores y en donde los que tienen “algún resto” cuentan con la posibilidad de tomarse un avión en Ezeiza para probar suerte en otro país.

Milei les habló sin pelos en la lengua y, en muchos casos, apelando a un discurso extremo como avalar la venta de órganos y la libre portación de armas en un país en donde, a horas del cierre de campaña, los candidatos (todos) se vieron obligados a suspender sus actos por el crimen a sangre fría en Lanús de Morena Domínguez, una nena de 11 años cuando iba a la escuela.

Milei dijo lo que muchos piensan, pero pocos se animan a decir en voz alta por temor a perder el trabajo o sufrir represalias de alguna índole. Usó una estrategia de marketing simple, pero eficaz (donar su sueldo todos los meses) y hacerlo público mediante las redes sociales, que es justamente donde más impacto genera en ese público joven tan olvidado por la política actual. Fue un estratega hasta en la selección del tema musical de campaña que lo identifica: “Panic Show" de La Renga; una banda de rock ícono de Argentina y con gran penetración en una generación rebelde y antisistema.

Milei hizo política con el discurso de la antipolítica. Se apropió de una frase del guionista y humorista Bruce Feirstein: “La distancia entre la locura y el genio se mide solo por el éxito”. Y cuánta razón tiene.

En este contexto, la clase política (toda, absolutamente toda) se debe hacer una gran autocrítica y empezar a acercarse de verdad a la sociedad de la cual se alejó hace muchísimo tiempo. La clase política (en general) debe salir más a la calle y caminar por los lugares donde camina el ciudadano común para tener un termómetro certero de la realidad. Hoy, lamentablemente, los políticos viven un microclima totalmente apartado de la realidad. Eso hace que, cuando pasan cosas como las de este domingo, se sorprendan. Pero, en realidad, lo de Javier Milei era absolutamente previsible. Al decir de Eduardo Galeano, vivimos en un mundo Patas Para Arriba, donde diariamente asistimos a la Escuela del Mundo del Revés.

La clase política tiene que entender que la gente se hartó y se asqueó de la pelea de los políticos que solo discuten espacios de poder. Quedó claro que el grueso de la gente de aquí en adelante no va a elegir ideologías, sino que van a elegir a personas en las cuáles puedan depositar su confianza a través del voto para intentar vivir un poco mejor cada día.

La política debe y tiene la obligación de darle lugar a la gente joven, a las caras nuevas, a la sangre nueva, a la gente que no viene de la política y que trae, precisamente, ideas y experiencias innovadoras; ideas que en muchos casos han dado resultados en otros sectores, como el privado, por ejemplo, para ser aplicadas luego al sector   público.

Albert Einstein dijo: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. La Argentina se aproxima a un cambio de paradigma y es muy probable que Javier Milei sea el próximo presidente de los argentinos en primera vuelta porque el domingo 13 de Agosto de 2023 la gente se cansó y le dijo basta a la política actual.

Hernán Iramain

Abogado y empresario.