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Es tiempo de escribir nuevas políticas culturales para la ciudad

opinión

Comprender el municipalismo, la historia local y nuestra idiosincrasia ciudadana es lo que se requiere para elaborar un plan cultural descentralizado, articulado, calendarizado y sostenible desde el punto de vista económico. Por Natalia Zanotta.

Natalia Zanotta junto a Rossana Chahla.-


Tucumán, especialmente la ciudad capital, siempre ha sido un centro de desarrollo cultural activo y ha marcado tendencia en la región. Sólo voy a citar dos de las muchas razones que han puesto a nuestra provincia a la vanguardia en la producción artística e intelectual: una es la creación de la Universidad Nacional a principios del siglo XX y otra la gran cantidad de inmigrantes que crearon sus espacios de encuentro y también de difusión de su caudal de saberes y prácticas culturales. Más adelante, la guerra civil española combinó los dos factores, universidad e inmigración, cuando pensadores y artistas exiliados presidieron cátedras en las facultades de Artes (entonces Escuela de Bellas Artes) y Filosofía y Letras.

Pioneros en gestión tanto estatal como independiente, los tucumanos hemos puesto en pie la primera carrera universitaria de teatro del NOA, la Escuela de Luthería, el viejo  Consejo Provincial de Cultura, bibliotecas, museos y salas teatrales. Ese impulso inicial nos sigue acompañando, pero es hora de pensar en una propuesta sistemática de producción, promoción y difusión cultural a cargo del Estado que tenga en cuenta las características particulares de la población, del territorio, de las instituciones y de las organizaciones de la sociedad civil que han trabajado y trabajan de manera constante en el fomento de las artes y del pensamiento local.

Rossana Chahla en un encuentro en la tradicional librería el Griego.- 



¿Qué pasa en la ciudad?

La administración de la ciudad de San Miguel de Tucumán se ha quedado atrás en la generación de políticas culturales planificadas y adaptadas a las necesidades de nuestro tiempo, segregada del conjunto de las acciones que se llevan adelante en el resto de la provincia e ignorando la importancia de la articulación con los gestores independientes.

No se puede concebir ninguna acción política, social y cultural, en la ciudad capital sin tener en cuenta los municipios que la circundan, ya que conforman el espacio continuo, inseparable del área metropolitana. Esa forma urbana está en un constante proceso regenerativo. Es importante adelantarse y tomar medidas para enfrentar problemas ya detectados (ordenar el crecimiento, controlar el uso del suelo, etcétera). Entender esta estructura nos permite pensar en mejorar condiciones de circulación (de personas, de bienes, de información o de energía, por ejemplo) y desarrollar políticas públicas que la hagan más eficiente.

Hay ciertas funciones urbanas ya instaladas como la comercial o la financiera, y otras que necesitan del impulso del Estado para instalarse, desarrollarse o consolidarse. Una de ellas es la función cultural. Como parte de un área metropolitana, de ese espacio continuo del que hablábamos en el párrafo anterior, es indispensable la coordinación estatal entre los municipios que conforman el Gran San Miguel de Tucumán. Y teniendo en cuenta la larga historia de gestión artística independiente y de organizaciones de la sociedad civil, también es indispensable incluir a estos actores en la generación de políticas culturales.

Comprender el municipalismo, la historia local y nuestra idiosincrasia ciudadana es lo que se requiere para elaborar un plan cultural descentralizado (para que llegue a todos los barrios); articulado (con las cuatro universidades, con otros municipios, con la gestión provincial, con productores y gestores independientes, con nuestros artistas, escritores,); calendarizado (para asegurar una oferta durante todo el año) y sostenible desde el punto de vista económico, a través de exenciones impositivas y de coordinación con la actividad turística. Es tiempo de escribir nuevas políticas culturales, honrando el pasado y mirando hacia el futuro.


Por Natalia Zanotta. Poeta, escritora, gestora cultural, candidata a concejala por la lista 391 Movipop.