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Gracias por tanto, Pusineri: Yo no sé mañana

Opinión

No hubo vuelta el torneo pasado y no hay vuelta ahora: detalles de la decisión más dolorosa que hay que tomar antes de que sea tarde | Por Alfredo Aráoz

Huele a final. La foto es de Juan Luna.


Hoy Atlético tenía que ganar. Y perdió. Hoy Atlético tenía que ser la previa del boliche. Y Argentinos lo bailó. Hoy Atlético no es Atlético. Hoy Pusineri no es Pusineri. Hoy, quizás como souvenir de un período maravilloso que ya no es, ya fue. Hasta el Polaco ya fue.

No podés perder así. Ni siquiera podías empatar así. Dicen que Atlético no liga pero este equipo ligó esta noche el empate transitorio. Apenas una ilusión óptica, una laguna, un trago raro a la Pepsi aguada de la Laprida: la hacés pasar pero sabés que no es.

Eso genera Atlético: la ilusión de volver a ser algo que ya no será. Basta: este equipo de Pusineri ya no es ni será aquel de Pusineri. Lamentablemente se agotaron las estampitas. Se acabó la saliva. Los jugadores que brillaban se quedaron sin Blem. Y los que se fueron sonríen en el entretiempo como Lotti y Carrera. 

No parece un final justo para un ciclo, pero es lo que asoma. No lo merecía Pusineri. No al menos el técnico que sacudió el mapa en su momento, pero que ahora está más perdido que los tres cambios que mandó al mismo tiempo, totalmente descuajeringados: como una lata aplastada en la vía de 25 e Italia.

Eso es Atlético: un atisbo de revolución, de chamuyo: querer hacerte creer que saco y pongo y que saco y que pongo y sabés que nada va a cambiar. Hay un buen equipo al frente, pero el baile, el cachete, el pechito, el ombligo, eso no se negocia, pa.

Una pena esta noche. Un lamento esta noche. Un sinsabor esta noche. Tenías todo para dar vuelta de una puta vez la historia. De volver a ganar en el Monumental. De arrancar el fin de semana como te lo merecés, pero no. Hoy no. ¿Mañana? Yo no sé mañana.