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2022 un año intenso, por Pablo Yedlin

TRIBUNA ABIERTA

El senador nacional del Frente de Todos ofrece a los tucumanos y tucumanas un balance de su labor parlamentaria y política en el primero de sus seis años de mandato en la Cámara alta en 2022, lo que considera constituye "una obligación ética y cívica".

Pablo Yedlin en el Senado. (Foto: Twitter @pyedlin)


Por algún motivo más cultural que astronómico cuando llegan los “idus de diciembre”, se nos da por hacer un balance de lo hecho en la última traslación de la tierra alrededor del sol. En este caso la numerada 2022 de nuestra Era.

Para quienes tenemos el honor de ser funcionarios elegidos por el voto popular es, además, a mi manera de ver, una obligación ética y cívica.

Durante 2022 inicié mi tarea en el Senado de la Nación, después de cumplir 4 años como Diputado Nacional. La cámara alta es distinta en varios aspectos, el más notorio es su menor tamaño, y por lo tanto la mayor representatividad de cada legislador. Además, la presencia de la misma cantidad de senadores por provincia, la hace una cámara mucho más federal, y con un clima mucho más provinciano. Los acentos de las provincias se escuchan mucho más, y el acento porteño se diluye. Las discusiones en los pasillos, salas de reunión y despachos siempre refieren a la realidad local de cada uno de los senadores.

En cuanto a lo parlamentario, este Senado, es una rareza histórica: no tiene mayoría definida de ningún interbloque, por primera vez en la democracia moderna argentina. Y el peronismo, si bien es claramente la primera minoría, no junta las voluntades para dar quórum por sí misma. Esta situación que seguramente se mantendrá en los próximos años, requiere de un trabajo intenso en busca de los consensos necesarios para cualquier actividad parlamentaria. Sea desde la citación a una reunión de Comisión hasta para el llamado a una sesión o para la aprobación de una media sanción. Los bloques pequeños, no identificados en ninguno de los interbloques mayoritarios cobran un valor estratégico adicional, y muchas veces son factores claves en los resultados buscados.

Mi actividad como presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, y mis antecedentes en el área sanitaria, me llevaron a solicitar en mi interbloque la presidencia de la Comisión de Salud del Senado. Esto tenía algunas complejidades dado que es raro tener una presidencia en el primer año en el Senado, y además esta comisión tenía hace varios años un presidente de la oposición. Sin embargo, las autoridades del interbloque entendieron que en nuestro país y en el Mundo se vivía aún la pospandemia me designaron presidente de la Comisión en la Cámara alta. Haber sido el autor de cuatro leyes en la cámara baja también ayudó a que mis pares me conocieran en el trabajo cotidiano. Y estaré agradecido siempre a la compañera presidenta del Senado de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner que aceptara mi solicitud, y me recibiera junto a la compañera Sandra Mendoza, casi en forma inmediata tras asumir el cargo. 

Eso explica, en parte, porque mi trabajo en el Senado mantiene lo hecho anteriormente en Diputados: buscar los consensos.  Para generar leyes, o aprobar las medias sanciones que llegan de la cámara baja. Entre ellas, algunas de mi propia autoría, como la ley de Resistencia Antimicrobiana, o generadas por otros legisladores, como la nueva Ley de VIH, hepatitis virales y Tuberculosis.

En un año en el cual la economía fue prioritaria al salir de la pandemia, había que tener “muñeca” para en esas sesiones incluir temas de salud. No fue fácil, pero el presidente del Interbloque, el compañero José Miguel Ángel Mayans, siempre me escuchó. Aun así, todavía esperan las medias sanciones -ya con dictámenes- la Nueva ley de Enfermería y la ley de Cardiopatías congénitas, entre otras. Algo que no siempre los medios de comunicación aprecian es que en materia de Salud detrás de una sanción o modificación de una ley, hay comunidades, grupos de personas organizadas que aguardan esos beneficios, paliativos para ellos o para sus seres queridos. Son momentos inolvidables cuando esas personas vienen y te abrazan, te agradecen, te besan. Uno siente que ha cumplido con su trabajo. Es reconfortante. 

Hemos generado en el ámbito de la Comisión proyectos que ya tienen dictámenes y esperan la media sanción, como el Proyecto de ley para el programa Remediar, el Proyecto para adicionar flúor a la sal de mesa. Y seguimos trabajando en la búsqueda de consensos para los proyectos de nueva ley de Residencias Médicas, nueva ley del Consejo Federal de Salud, y muchas más.  Hoy la comisión tiene cerca de 400 proyectos en revisión, el trabajo es intenso y permanente. La relación con el ministerio de Salud de la Nación es una prioridad para nosotros. El objetivo es que las normas ayuden y no entorpezcan la gestión sanitaria nacional y de las provincias. Y además cumplimos el rol de contralor del Poder Ejecutivo que nos otorga la Constitución Nacional. Hay que saber escuchar las críticas constructivas. 

Además, mi tarea en la Comisión de Salud, la tarea de un senador incluye su accionar político en representación de la provincia. Esta actividad requiere la vinculación con los distintos ministerios del Poder Ejecutivo Nacional, para facilitar y acelerar las tramitaciones de los expedientes que por allí circulan y que representan recursos, obras o servicios para la población de la provincia. Sin duda la presencia de Juan Luis Manzur en la Jefatura de Gabinete ha facilitado como nunca esta tarea. Y cada vez que el gobernador Osvaldo Jaldo lo requirió ahí estuve para dar una mano. 

Pero además tengo otras actividades parlamentarias.  Soy secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, bajo la presidencia del senador Adolfo Rodríguez (San Luis). Hemos tenido una nutrida agenda parlamentaria y protocolar, recibiendo comitivas de múltiples países, con sus respectivos embajadores y visitantes de los poderes ejecutivos y legislativos de los mismos. Esta comisión es la responsable de los grupos de amistad con los países. Me han dado el honor de presidir el grupo de amistad con el Estado de Israel, mediante el cual venimos trabajando en ampliar nuestros vínculos culturales, sociales, sanitarios, económicos y comerciales. Soy miembro además de otras cuatro comisiones permanentes; Población, Presupuesto, Acuerdos, Agricultura y de la Comisión Bicameral de trámite legislativo que es la encargada de darle dictamen a los decretos de necesidad y urgencia (DNU) del Poder Ejecutivo para poder llevarlos a la sesión plenaria para aprobarlos o rechazarlos.

Desde lo político además el Interbloque del Frente de Todos ha tenido una responsabilidad adicional que fue apoyar, como bloque oficialista las políticas públicas del gobierno nacional, y defender los intereses del mismo y de nuestras provincias. Tenemos reuniones periódicas para debatir con mis pares. 

Como verán, 2022 ha sido un año de mucho trabajo. Fue el primero de los seis años del mandato que los tucumanos y tucumanas me han otorgado. Seguiré bregando por dialogo político y el consenso. Vamos a generar un país más rico, pero sobre todo más equitativo. Necesitamos más obras para Tucumán. Que generan trabajo registrado. Y lleve bienestar a los hogares de todas las familias. 


Dr. Pablo Yedlin
MM 82672

Senador nacional

Frente de Todos/ Tucumán