San Martín: momento de decisiones

“Ahora se le da mucha atención al nutricionista por el cereal. En Boca los viernes hay asado, se está volviendo a lo de antes. Los muchachos disfrutan de pasar un rato juntos”. Autor: Juan Román Riquelme.

Recuperar viejas costumbres y unir fuerzas, explica el vicepresidente de Boca y recuerda los asados con Carlos Bianchi, él siendo jugador, antes de levantar copas. 

Recuperar. Recuperarse y pensar en la etapa de definiciones que se vienen. Suena bien para cualquier equipo que ingresa en esa instancia, la de conseguir objetivos puestos al inicio del año. 

Tómalo o déjalo, pero no se puede negar que en el fútbol esto fortalece a los grupos y junta (en esta época que se habla de todos juntos, de unión) a jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Los hinchas se sumarán en el aliento.

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Octubre. Ya estamos aquí y uno normalmente ya tiene la sensación que el año está para terminar (salvo este que tiene Mundial), es más, comienza a planificar “Las Fiestas” del 24 y 31 de diciembre y hasta cierra las vacaciones (si es que puede). Uno arrastra los pies, cansado, para cerrar el año, hasta a veces en una velocidad que baja de lo normal…

En el deporte, en el fútbol, no puede ser así, mucho menos cuando entrás en etapa de definiciones, salvo que no juegues ya por nada (aunque la camiseta será siempre un buen motivo). 

En el fútbol la etapa final es, probablemente, la más importante. En el juego en sí, saber cerrar los partidos es clave, sin dejar nada librado al azar. 

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San Martín está en esa etapa, la de definición, y nada más y nada menos que con un ascenso en juego, el único que queda. Y hasta parece que bajó la concentración. Lo dicen los resultados y hasta el contexto. Hoy está cuarto y ya no depende de sí mismo para escalar posiciones. Debe ganar (juega con Flandria) y esperar malos resultados de Instituto (segundo) y Gimnasia de Mendoza (tercero) para esquivar Octavos o Cuartos del Reducido y recuperar ventajas deportivas. Parece difícil pero ya no depende exclusivamente del Santo.

Para iniciar esa etapa y sabiendo que Belgrano ascendió, y que solo hay una chance de tocar el cielo con las manos, reapareció su DT Pablo De Muner ante los micrófonos. No hablaba hace un tiempo y volvió a declarar. Tenía mucho para decir, y lo dijo; tenía mucho para pedir, y lo pidió. 

Sólo el presidente del club, Rubén Moisello expresó su enojo con algunos dichos del DT. “No estoy de acuerdo con las cosas que contó. Nunca tenía que haber dejado de hablar”, expresó. Fue la única voz de la Comisión Directiva. 

Antes de Almirante Brown esas palabras del entrenador descomprimieron a los jugadores (ellos mismos lo reconocieron) que ganaron un partido importante hasta demostrando coraje para buscar el triunfo, pero luego empataron en Jujuy, mejorando un poco en el juego de visitante, es cierto, pero da la impresión que no alcanza. La hora de la verdad y de las eliminaciones está a la vuelta de la esquina. Ya no se pueden dar el lujo de otorgar ventajas, ni descuidos. 

“Es todos juntos y hasta el final”, dijo el DT y hasta lo posteo en sus redes. 

En Jujuy, De Muner y los jugadores tuvieron el acompañamiento de aquellos hinchas que pudieron distraer obstáculos y hasta camuflados brindaron su apoyo. Son solo 330 kilómetros los que separan a Jujuy de Tucumán. Los hinchas juegan su partido, pueden estar o no de acuerdo con el juego y algunos intérpretes, pero están. 

¿Debe mejorar en el juego San Martín? Si, y mucho. En Jujuy mostró buenos pasajes pero no son suficientes. ¿Debe entender que está en instancias decisivas y que todas las acciones piden ser la últimas? Si, está claro que un paso en falso te deja fuera de competencia, y fuera del año. 

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Un reencuentro. Un objetivo. Un asado. Puede alterar el orden de las oraciones, de cualquier forma llevan a un solo camino en común: Hablar de ascenso.

Alguna vez en Ciudadela existía la cábala de los pollos a la parrilla y un ritual que tuvo sonrisas en su momento. Época de Carlos Roldán como DT. Cuando dejó de funcionar pasaron a los asados de carne vacuna. Todo servía para distender, para unir, para acompañar, para estar juntos, para estar fuertes. 

Hay un ascenso en juego y San Martín necesita esa bendita “inyección anímica” para esta parte. Ese golpe de efecto que hasta sirve para hacer reaccionar a algunos.

Recuperar la mística y esencia, la historia dice que el camino más largo fue el elegido en su mayoría de veces por los de Ciudadela, ese camino de batallas épicas futbolistas. De la B Nacional sólo fue campeón en el 2008, después sus ascensos se consiguieron en torneos reducidos y con desventaja. Hoy estaría entrando cuarto, remándola desde atrás. Ya está en etapa de decisiones, de las que hay que saber tomar y elegir bien. Aquí las famosas “4 patas” para que los objetivos sean menos pesados y puedan llegar a buen puerto son vitales (lo dicen todos cuando se consagran). Jugadores, cuerpo técnico, hinchas y dirigentes. Juntos. Y lo saben.

Un objetivo. Un asado. Un reencuentro. 

“No es lo que tú tienes, sino como usas lo que tienes lo que marca la diferencia”. 

Aquí está San Martín, y sabe lo que tiene, y con eso deberá marcar diferencias, por ahí pasará su destino…