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No cejaré en mi reclamo de transparencia y honestidad

TRIBUNA ABIERTA

El exdiputado nacional José Vitar calificó de “escandaloso” el fallo judicial que desechó su denuncia por irregularidades en las contrataciones de la SAT.

Imagen ilustrativa. (Prensa SAT)


Una vez más la Justicia ha frustrado la expectativa de dar respuesta a los reclamos sociales contra la corrupción. 

En un dictamen escandaloso, el Fiscal Carlos Brito ha desechado nuestra fundamentada denuncia sobre irregularidades en las contrataciones que viene realizando la SAT en anuencia con un grupo de empresas.

De esa manera ha renunciado al deber de investigar, propio de un fiscal federal.

El Fiscal ha basado su decisión en una pericia de la Gendarmería Nacional -organismo que carece de idoneidad sobre la cuestión-, la que fue elaborada por un contador y un arquitecto de dicha fuerza, que lejos están de ser expertos en derecho administrativo y sistemas de contrataciones del Estado. 

Escondiéndose en un insustancial parloteo legalista, evitan abordar el aspecto medular de nuestra denuncia, que no mencionan y que desnudan una burda cartelización de las obras, discrecionalmente adjudicada y pagando sobreprecios. 

Se trata de un dictamen escandaloso, un funesto precedente que puede llegar a constituirse en una invitación a los funcionarios a eludir la ley de obras públicas y el procedimiento licitatorio.

Igual, no cejaré en mi reclamo de transparencia y honestidad: enriquecerse cobrando groseros sobreprecios es una práctica vil, que en una provincia pobre como Tucumán, equivale a tomarse la sopa de los enfermos en un hospital.

Llamo a la sociedad tucumana a no convalidar con nuestra pasividad la destrucción de la ética pública. 

Nunca más oportuna la sentencia de Martin Luther King antes de ser asesinado: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que me preocupa es el silencio de los buenos”.