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Milei y los libertarios

Entendiendo...

Un nuevo movimiento sacude un poco el polvo de la política tradicional. Se esbozan muchas ideas radicales como la eliminación casi total de los impuestos y la injerencia de la política en los procesos del libre mercado, al punto de plantear el desmantelamiento del Banco Central nacional. ¿Será este el camino? ¿Son nuevas estas ideas? ¿Ya vimos o vivimos esta doctrina en la gestión pública?

Javier Milei. Economista, escritór, mediático. Líder de movimiento libertario en Arg. y candidato a diputado nacional por CABA.


Zeitgeist

La primera vez que tomé contacto con las ideas libertarias fue allá por el 2008, expuestas en un documental independiente llamado Zeitgeist: Addendum. Entre otras cuestiones allí se focaliza la problemática de un sistema político y financiero centralizado en Estados Unidos y propone activamente un boicot sobre sus entes más representativos como los bancos centrales y el ejército. Se trataba de un cuestión un tanto vigente en aquellos tiempos de crisis económica global y el ya evidente fracaso de la ocupación de Irak y Afganistan en el marco de la "guerra contra el terrorismo". Este movimiento no tuvo demasiado impacto más que algunas organizaciones informales mayormente virtuales, llegando a haber algunas células Zeitgeist en Buenos Aires pero sin la menor relevancia en términos reales. Eran más o menos un reducto de “gente rara de internet” y de hecho estos postulados tenían un poco de sabor a izquierda.

Lógicamente me llamó poderosamente la atención cuando ví a un economista con un peinado flogger declamando por las “ideas de la libertad” en la TV nacional. Lejos de creer que se tratase de un afloramiento de los postulados de Zeitgeist, rápidamente me cayó la ficha de a qué venía todo este show; lo que no advertí es que, de hecho, pudiese llegar a tener este repentino éxito electoral. 

Voy a desentrañar todos los ingredientes de la ensalada ideológica de Milei y el movimiento libertario en nuestro país hasta la huerta, cuestión que no es fácil de explicar, por lo que voy a hacer uso de la siguiente línea temporal. Lo que sí, mucha paciencia hasta el final porque la conclusión vale la pena y realmente repercute en nuestro día a día.

Hecho con Padlet


El cuco de Milei

Transcurría 1944. La Segunda Guerra Mundial se encontraba en la recta final, era cuestión de tiempo para que las potencias del eje (Alemania, Italia y Japón) izaran la bandera blanca. Ni lentos ni perezosos Estados Unidos aprovecha el casi total sometimiento económico de sus aliados por los ingentes gastos militares y el colapso de sus enemigos para imponer una matriz que moldea desde la geopolítica, hasta la manera de cómo usted ahorra. Sí, en dólares norteamericanos. Se pactan los Acuerdos de Bretton Woods, se instaura el dólar como patrón global y se crean los organismos de aplicación de este nuevo orden como el Banco Mundial y el FMI. En esta convención, John Maynard Keynes, el teórico economista —siempre defenestrado por Milei— fue el representante del menguante Imperio Británico e intentó hacer un contrapeso ante la arremetida estadounidense. Entre otras cuestiones, propuso la creación del Bancor, una nueva moneda internacional indexada en base de 30 mercancías básicas. Como dijimos antes, ésta y otras propuestas descentralizadoras del teórico británico no tuvieron asidero aunque su doctrina se vio fielmente reflejada en la reconstrucción de Europa occidental: el Plan Marshal. Un fenómeno que constrastará con la no tan eficaz reactivación económica de la URSS y sus países satélites de quienes Keynes no ahorraría oportunidad para distanciarse ideológicamente.

"Mis sentimientos hacia El capital son los mismos que hacia el Corán (…). ¿Cómo pudieron cualquiera de estos dos libros llevar el fuego y la espada a medio mundo? Me supera. Claramente hay algún defecto en mi comprensión (…). Pero sea cual sea el valor sociológico de El capital, estoy seguro de que su valor económico contemporáneo (aparte de sus ocasionales pero poco edificantes flashes de conocimiento) es nulo". John Maynard Keynes | Imagen de Instituto Mises.


Sí, Keynes de hecho fue el arquitecto que puso freno al avance de la esfera de influencia soviética. Sin embargo, Milei no deja pasar oportunidad para catalogar a Keynes —y a casi todo el mundo—  de ser socialista y populista, llegando inclusive a escribir el libro cuyo encabezado literalmente es: Desenmascarando la mentira keynesiana: Keynes, Friedman y el triunfo de la Escuela Austríaca.


La fiebre amarilla

Que no los asuste un estudiante de economía queriendo hacerlos parecer ignorantes por no conocer/entender a los “pensadores de la libertad”. Sobre todo el caso de la dichosa Escuela Austríaca, escuela en la que se reconoce Javier Milei y una de las principales bases dogmática del movimiento libertario. Sí, Milei la menciona frecuentemente pero no da demasiadas explicaciones. Al igual que sus seguidores, parece que uno no puede opinar sobre esto y sobre la economía en general si no se es afín y no ha "leído" sobre esta camada de pensadores. Suelen sacar la chapa de que son teóricos ganadores de Premios Nobel (por ej. Borges nunca ganó uno en literatura), ladran y al final no se explican nada bajo el velo de impunidad intelectual del conocimiento “para entendidos”.

A mi humilde entender, una escuela de pensamiento filosófico, económico o político que no pueda resumir su esencia en un par de oraciones, oculta su verdadero sentido si es que lo tiene. Tomemos por ejemplo la contraparte de la Escuela Austríaca: la Escuela Prusiana. Su esencia es simple, se estudia la historia y se buscan fundamentos empíricos para desarrollar postulados, por eso se la llama Escuela Historisista. Clarísimo. ¿Y la Escuela Austríaca?




Una "coincidencia" un poco inquietante. Banderas:1) Imperio Austrìaco/Monarquía de los Habsburgo. 2) Bandera del Anarcocapitalismo, movimiento radical anarquista justamente favor de la abolición total del estado. 3) Bandera de Gadsden, símbolo independentista de EEUU adoptado por libertarios al punto de ser usada como un "trapo" de fútbol por los seguidores de Milei. 4) Bandera del partido Propuesta Republicana o Pro, el partido fundado por Mauricio Macri y nave insignia de la coalición Juntos por el Cambio.


Me voy a aventurar a hacer una formulación: la Escuela Austríaca es la nada misma. No contiene una doctrina de acción, ni una suma propositiva, justamente fundamenta la épica de la inacción, el anarcocapitalismo. Los austríacos son algo así como un club de fans, mejor dicho, un club de haters encuadrada en una especie de “culto al no hacer” y solo reaccionar ante la acción de otro. Justamente un núcleo de pensamiento netamente reaccionario. Es decir, son críticas o reacciones a… marxismo, al keynesianismo, al enfoque clasisista de la economía, etc. En otras ocasiones me explayé sobre el culto a lo “anti”, pero aquí tenemos un caso bastante extremo y que no debería salir de un debate académico, mucho menos ser un modelo para la gestión pública. Sí, es fácil pegar por izquierda, defenestrar a Keynes y a todo quién de hecho generó políticas concretas con diversos resultados. Sí, es más fácil criticar que hacer, y Milei y sus libertarios son los más fieles exponentes de este axioma.


Prusia vs Austria

¿Quiénes pueden ser partidarios del “no hacer” y el no intervencionismo? Bueno, vamos a hacer uso de la doctrina austríaca de explicar la realidad desde postulados lógicos universales. El que propone el “no hacer” es quién no quiere que algo cambie y ¿quiénes podrían querer que nada cambie? Sí, los que más se benefician de un status quo.

El mundo germano tiene dos ramas histórico/político principales: Austria y Prusia. Los Habsburgos fueron durante siglos una casa de nobles austríacos que conjugaron la centralidad del poder europeo. Ellos administraron el Sacro Imperio Romano Germánico y el Imperio Español del que provenimos. Una casta que construyó un ordenamiento geopolítico en base a los derechos hereditarios lógicamente no querrán mucha reforma en ningún sentido, mucho menos en el econímico. Prusia es, en cambio, una construcción social "nueva", disruptiva, un relámpago que azotó la centralidad europea en diversas ocasiones y es el gen político del que proviene la Alemania moderna. Sin embargo, Prusia, como unidad administrativo-territorial, se encuentra extinta, casualmente desmembrada al finalizar la Segunda Guerra Mundial. ¿Coincidencia?

 

“Neo” neo-neoliberlaismo

Habíamos quedado en el fin de la guerra y el fracaso de Keynes en los Acuerdos de Bretton Woods. Así “el mundo” se organiza en torno al dólar estadounidense y este país se compromete a emitir siempre con respaldo en reservas de oro. Pero no… El desborde presupuestario de la guerra de Vietnam hizo que la administración Nixon oportunamente abandonase el patrón oro que sería reemplazado por… Nada. Simplemente la Reserva Federal de USA emite y fija la tasa en la que se prestarán estos papeles y al país u organización que no le guste, se lo hostigará militar, económica y culturalmente. 

Pero justamente Vietnam y ahora Afganistán demuestran que es una empresa imposible el sometimiento de un pueblo mediante un intervencionismo directo. No hay mejor grillete que el autoimpuesto. Así es como se pone en marcha un plan ideológico —sí, ideología no es solo izquierda—, el neoliberalismo. En un acuerdo tácito llamado el Consenso de Washington se enarbola nuevamente el culto al no hacer nada, pero esta vez sí con un clara receta desde lo político. Es peor que la inacción, se trata de desmantelar el patrimonio de una nación y endeudarla para así hacerla más dócil, amansarla y hacerlo para así realmente no poder hacer nada.  

Argentina es el arquetipo de esta doctrina. En los 90´ con Menem, luego con De La Rua y recientemente con el gobierno de Cambiemos, se siguieron al pie de la letra las recetas neoliberales. Cavallo, el FMI, López Murphy, Sturzenegger y otros pusieron en marcha el desmantelamiento de nuestro patrimonio físico y cultural. Una verdadera reforma en la que es el propio sometido quien liquida y vende su fuerza y sobre todo se endeuda haciéndolo. En los 90´ se canibalizan organizaciones y recursos estratégicos como los trenes en una vorágine privatizadora fundamentada en nada más y nada menos que en la eficiencia. Rematamos petróleo, comunicaciones, puertos, rutas, aviones, hasta el absurdo. En el exterior sorprendemos con nuestra ortodoxia a la hora de aplicar los principios neoliberales, fuimos más papistas que el Papa. Éstas son recetas que no se aplicaron tan profundamente en los países desarrollados y, de hacerlo, fueron rotundos fracasos. Sin ir mas lejos, la crisis económica mundial “subprime” de 2008 es originada por la total desregulación de préstamos hipotecarios y calificadoras de riesgo. Sí, muy libertario o “austríaco” todo, pero fue el estado norteamericano el que tuvo que salvar las papas, básicamente quemando ingentes cantidades de dinero de impuestos para rescatar a los especuladores. Paréntesis, esta y la mayoría de las crisis económicas pueden al menos ser mermadas con una oportuna intervención estatal y mejor aún interestatalmente, pero no, al dios mercado no se lo toca, no se lo doma pudiendo y si “elige” destruirnos, que así sea.

Es así como las “ideas de la libertad”, o mejor dicho, la filosofía de la inacción, o mejor dicho, la doctrina del autosometimiento, como el diablo mismo, toma mil formas. Austríacos, anarcocapitalistas, neoliberales, republicanos, libertarios… Mil formas pero el mismo color: amarillo.

 

Números

Somos un pueblo estupidizado y no aprendemos. Vendimos riqueza material y cultural por papeles verdes que no tienen respaldo ni valor y eso se hará muy presente a medida que China formalice su victoria económica y haga su propio “Acuerdo de Bretton Woods”. Somos el país del absurdo, el que se sumergió de lleno en la estafa piramidal más grande. No solo rematamos la casa, sino que nos endeudamos haciéndolo. Sí, nos dieron papeles verdes por nuestro hogar y para colmo hay que devolverlos en forma de deuda. En ese trajín rompimos todos los récords. 

Fuga de capitales, método residual de balance de pagos | Barrera, Bona, 2018.


A este gráfico hay que sumarle USD 86.000 millones fugados entre 2015-2019 y la deuda contraída en este lapso, USD 42.000 millones solo del FMI. 


USD 300.000 millones (aprox) es la cifra de la coincidencia:

>El monto total de dólares argentinos fugados.

> Nuestra deuda "total".

>La valuación de Amazon, la empresa privada más grande del planeta.

Los datos duros son abrumadores. Además de gozar del título de haber declarado en 2001 el mayor default de la historia de la humanidad, Argentina rubrica otros “logros” como poseer la mayor cantidad de dólares físicos per cápita. Sí, superamos al país emisor de los papeles ya que poseemos 8 dólares en papel por cada peso. A todo esto Milei y los libertarios reivindican la convertibilidad 1 peso=1 dólar impuesta en la era del menemismo. Pero pensemos, si hoy tenemos una paridad de física de 8 a 1 (no en la reservas lógicamente), ¿qué impide vender estos papeles valuar nuestra moneda soberana? El temas es quiénes lo tienen y en dónde. Como fuere si derrepente se vendiesen, ¿cuál sería la cotización de nuestros "morados"? Cuál sería el gran impedimento de invertir el canuto en nuestros negocios, en nuestros emprendimientos, en nuestra patria, en nosotros mismos... ¿Tánto nos odiamos? 

El punto es que el gran impedimento es cultural, por ello necesitamos qué (?): una Reforma Cultural y chau inflación, dólar blue, FMI, etc. Pero bueno, si la respuesta de la última interrogante es sí, tiene a Milei y los libertarios. Un conglomerado de gente antivacunas, negadores del cambio climático, microanarquistas, terraplanistas y largo etcéteras de una patria sociópata. Eso sí, no busque esta boleta en las próximas elecciones ya que no se presentó lista libertaria en Tucumán. Igual no importa, probablemente a nivel parlamentario se integraran en un solo bloque con el macrismo siempre bajo la bandera amarilla y su doctrina.


*Qudará para otra entrega el tema criptomonedas, el cual está muy relacionado con el movimiento libertario.

Arturo Antonini

Analista político-financiero, promotor cultural y productor audiovisual.