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La encuesta que cuenta

OPINIÓN

El periodista Martín Faciano analiza que las PASO serán por primera vez en Tucumán “una oportunidad para compulsar al todo o nada”, entre las “operetas y los evidentes sesgos ideológicos o metodológicos” de las consultoras. El domingo “se terminarán algunas especulaciones y comenzarán un sinfín de interpretaciones”, planteó.

La campaña se traslada al microcentro.


Se aproxima el 12 de septiembre en el cual las elecciones PASO marcarán un precedente en Tucumán desde que a nivel nacional se utilizaron por primera vez hace 10 años para dirimir o legitimar candidaturas de los distintos frentes políticos. Es la primera vez que las PASO fueron utilizadas por las principales estructuras políticas locales como una oportunidad para compulsar al todo o nada y una pregunta que habrá que empezar a responderse después de este domingo es si este esquema de internas abiertas fortalece o debilita las estructuras partidarias. 

Sabido es que por el caso de la Unión Cívica Radical de Tucumán viene transitando un periodo ya prolongado de intervención en su conducción, debido a que las diferentes líneas que pugnan por quedarse con la conducción del partido centenario no han podido llegar a transitar un proceso eleccionario interno con una relativa transparencia que pueda dejar conformes a sus diferentes facciones. Quizás la metáfora de la realidad institucional de la UCR se reduce a lo que fue la última acción de los correligionarios que rompieron el chanchito para salvar del remate la casona situada en calle Catamarca.

Por el lado del Partido Justicialista, la cuestión no parece tan dramática en lo institucional. Sin embargo, los mecanismos de participación interna parecieran estar totalmente paralizados debido a la tradición hegemónica y vacía de contenido que se instaló en el postmirandismo, desde que se abrieron las puertas a los extrapartidarios como el exgobernador José Alperovich, quien le dio una impronta al PJ, de la cual todavía quedan resabios.

Los últimos días previos a los comicios del próximo domingo se transcurren con la difusión de las más variadas encuestas. Pero las operetas y los evidentes sesgos ideológicos o metodológicos de las consultoras con buenas intenciones, han contribuido a erosionar la credibilidad de todos los estudios de opinión pública que se vienen realizando en Tucumán.

La pandemia también ha hecho lo suyo y eso es lo único que se puede inferir en el denominador común que se puede extraer desde todas las encuestas difundidas: un considerable porcentaje de los encuestados no sabe a quién votar, votará en blanco o definirá su voto en el cuarto oscuro. Quizás esa sensación de incertidumbre que la pandemia ha generado en casi todos los niveles de la vida, han calado hondo en las preferencias y decisiones cívicas que debe tomar un electorado que se encuentra a años luz de distancia de la agenda pública y política que la mayoría de las y los precandidatos han desarrollado durante la campaña.  Todo también avalado mayoritariamente por el periodismo político que, sumido a en la lógica del periodismo de guerra, ha encontrado en la ficción de la grieta, el negocio de seguir ensanchándola.

Más allá de la diversidad de boletas que el domingo habrá en las mesas de todos los cuartos oscuros de Tucumán, en todas las propuestas pareciera haber algo de lo viejo que se presenta como nuevo y algo de lo sedimentado que busca reciclarse para poder seguir subsistiendo en el ecosistema político. 

Mientras en las redes sociales de algunas y algunos precandidatos se difunden, sin ningún tipo de contemplaciones, imágenes de hechos grotescos que rozan lo ridículo, pero que se presentan como novedosos y frescos, no queda otra que por lo menos contentarse con el hecho de que (al menos en la oferta electoral local) todavía no hayan surgido los referentes locales de las alternativas antipolíticas que se pretenden instalar desde las grandes corporaciones periodísticas.

En tiempos donde los medios dicen que los outsiders cotizan, pareciera que en Tucumán todavía rige ese refrán que dice “mejor malo conocido que bueno por conocer”. El 12 próximo domingo se realizará la única en cuesta que vale, se terminarán algunas especulaciones y comenzarán un sinfín de interpretaciones, que luego nos llevarán nuevamente a las especulaciones de lo que pasará en 2023.