Una nueva forma de poder

Manzur acaba de parir una nueva forma de poder, la idiocracia: el poder de los idiotas, de los faltos de razón. Tal vez haya creído en los dichos de Tolosa Paz de que “en el peronismo garchamos” y pretenda garchar al pueblo tucumano.

Sólo así se puede entender la burda maniobra que ordenó al consejo “delirante”, para que junto al más dilecto de sus socios: achilata de pollo (Bussi), emprenda una maniobra de baja estofa, contra Germán Alfaro, tratando de licenciarlo.

La idiotez de Manzur le hace pensar que puede llevarse por delante a Alfaro. basta escuchar el relato de quienes hoy ocupan el poder para ejemplificar esta suerte de revolución de la idiotez que con alegría aplauden la facción mayoritaria del consejo delirante.

Mientras tanto Tucumán está aletargado, sumido en la pobreza y basureado por las decisiones de estos ineptos.

Se desarrolló tanto el ser humano en el control de la naturaleza y las enfermedades, que se interrumpió la “selección natural” de Darwin. Esto significa que individuos que se hubieran extinguido hace miles de años por no adecuarse al medio, sobreviven, se reproducen y perpetúan su legado de idiotez, tal cual la pretensión de Manzur.

Una sociedad empobrecida para la cual la política es un reality show que miran por tv, almuerza papas fritas y cena mate cocido; una sociedad dirigida por un Manzur, que desde el sillón de Lucas Córdoba desafía al sentido común, y convierte la realidad en un espectáculo circense que los idiotas adláteres aplauden con alegría, ignorando que será su propia idiotez la que acabe, finalmente, por provocar su apocalipsis.