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Trabajo para todos

Economía

El economista tucumano Horacio Rovelli plantéa que "el Estado cuenta con recursos para resolver el problema del trabajo y no asistir a las empresas para que le salga más barata la mano de obra"


En el antiguo testamento Dios le dice a Eva y Adán, “Ganaras el pan con el sudor de tu frente” (Génesis 3:19), pero una minoría vive del trabajo de los otros y hasta de la especulación financiera, de hecho, muchas industrias pasan a la propiedad y/o el control de entidades de crédito e inversión. Esto es tan así que el avance de la tecnología hace que si una industria invirtió en una máquina y/o una matriz productiva determinada y, la misma cambia por otra más moderna, el problema es del industrial, no del capital financiero que compra esa producción para colocarla en cualquier lugar del mundo.

En ese grado de internacionalización del capital desnaturaliza el sentido bíblico del mandato y hace que una parte importante de la población no tenga trabajo, o trabaje menos horas que las que se requiere para vivir, o trabajando muchas horas percibe una remuneración por debajo de la línea de pobreza (no alcanza  a cubrir la Canasta Básica Total del INDEC que para el mes de junio 2021 fue de $ $ 66.488.-).

En nuestro país, sobre todo tras la dictadura militar, con la excepción del primer año del gobierno de Alfonsín y los años del kirchnerismo, se ha empujado a gran parte de la población a extremos de pobreza e indigencia, que resultan inadmisibles. No puede haber una Argentina para unos pocos. Todos tenemos derecho al trabajo, a una vivienda, a una educación de calidad, a acceso a la salud, a estar conectados,  vivir con dignidad.  En nuestro país, es además, un mandato constitucional.

Y esto es así, porque se genera riqueza priorizando la venta a los mercados externos, para lo cual se necesita reducir los costos medidos en dólares, por lo tanto el salario es visto más como un gasto a reducir que, como componente de la demanda interna por medio del consumo.

Un país donde más del 70% de lo que se produce se destina al mercado interno, se vería fortalecido con mayor empleo y mejores salarios, sin embargo, no se hace por realizar un feroz ajuste externo que queda demostrado cuando observamos que en lo que va de este siglo XXI,  desde el 1 de enero 2000 al 31 de julio 2021, el superávit comercial acumulado fue de 188.968 millones de dólares. 

No tenemos un problema de restricción externa, lo que si tenemos es una fuga permanente de capitales y una política irracional de endeudamiento que hace que la deuda externa sea a julio 2021 de 335.120 millones de dólares y, explica porque residentes  argentinos tienen en el exterior más de 450.000 millones de dólares (más que nuestro PIB que es de aproximadamente 343.500 millones de dólares).

¿Por qué se hace el ajuste externo? Para conseguir los dólares a como dé lugar para pagar la deuda externa.  Por eso se exportaron 37 millones de toneladas de maíz en granos el año pasado y este año serán unas 40 millones de toneladas, una cordillera de Los Andes en granos de maíz y, lo mismo lo podemos extender a la soja, al arroz, al trigo, al girasol, etc.  y a la carne, se exporta casi un millón de toneladas de carne vacuna (declaradas), cuando se produce 3,3 millones de toneladas, por ende se destina solamente 2,3 millones que al ser 46 millones de habitantes, implica el consumo entono a 50 kgm per cápita que es el más bajo de los últimos 100 años.

El grave problema es que se deja internacionalizar los precios y nosotros pagamos en la Argentina casi el mismo precio que se vende en el mundo, cuando se produce en el país. Por ejemplo, la botella de 900 cc. de aceite mezcla (girasol y soja) se vende en el mercado interno a $ 206.-, porque su precio en el mercado de Ámsterdam es 1, 8 euros (unos 2 dólares).   La diferencia abismal es que el salario promedio de Europa es 3.500 euros (unos 4.000 dólares) y el de la Argentina, según, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Argentina en junio de 2021, estima que el RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) fue de $ 84.513,57  por 200 horas de trabajo al mes (unos 835 dólares al tipo de cambio oficial).

Honrar la deuda significa internacionalizar el precio de los alimentos pero no el de las remuneraciones, por lo que la caída del poder adquisitivo salarial es muy fuerte 

Por eso se exigía y se exige que aumenten las retenciones (Derechos de Exportación) para desacoplar los precios internos con los externos, a la par que era necesario una vasta red de contención en planes sociales y el gobierno nacional suspendió la cuarta cuota del IFE (Ingres Familiar de Emergencia) que era una suma de $ 10.000 a casi nueve millones de personas. 

La deuda y los planes sociales

Con un leve crecimiento del PIB del año 2021 que no compensa el descenso del año 2020 que cayó en un 9,9% y, con una baja tasa de actividad, donde son muchas las personas que no salen a buscar trabajo porque saben que no lo consiguen, el gobierno se replanteó los planes sociales y puso una partida anual en el presupuesto 2021 (Ley N° 27.605) para todos ellos, que al 31 de julio 2021 se ejecutó en su mayor parte, que obviamente obliga a incrementar el presupuesto para dar la misma respuesta gasta el último día hábil del año. 


El nuevo ministro de Desarrollo Social, Juan Zavaleta, propone que el gobierno continúe la asistencia social, pero que los beneficiados, en la medida de lo posible, se incorporen a trabajar en empresas y, da como ejemplo el trabajo rural, donde hay  150 mil argentinos en el trabajo temporario en la cosecha, que al tener el plan Potenciar Trabajo, la AUH o la Tarjeta Alimentar no accedían al trabajo registrado porque no querían perder el plan social, lo que se hizo fue compatibilizar para quienes sean registrados para trabajar temporariamente en la cosecha no pierdan el Potenciar Trabajo, la Tarjeta Alimentar o la AUH. 

El esquema es que el Estado siga pagando los 13.600 del plan Potenciar Trabajo del mes de julio 2021 ( y su correspondiente actualización)  y el empleador pague otros 13.600 hasta completar el salario mínimo, dado que la remuneración del Plan Potenciar trabajo es el 50% del SMVyM.

Propuesta

Creemos realmente que el Estado cuenta con recursos para resolver el problema del trabajo y no asistir a las empresas para que le salga más barata la mano de obra. En medio de la ola del covid 19 no se pagó la cuarta cuota del IFE que eran unos 90.000 millones por vez, una ayuda a quien no tiene o no pudo trabajar y, se le paga a los bancos por no prestar (Leliq y pases pasivos)  más de 1 billón de pesos de intereses en la segunda parte del año 2021 (Once veces más que cada cuota del IFE).

El Plan Potenciar Trabajo abarca a 1.004.692 trabajadores , si se le aumenta a cada uno de ellos $ 55.000.- por mes (y de esa manera cubren la Canasta Básica Total) significa un costo total de $ 55.260 millones mensuales, en cuatro meses que restan para que termine el año, serían $ 221.040 millones, la gran diferencia es que, con esa remuneración y los materiales correspondientes, pueden construir, por ejemplo, 65.000 casas en esos cuatro meses.

Las Leliq y los préstamos pasivos deben ser empleados en financiar un vasto plan de obra pública que genera empleo y reactive la economía nacional.  Que permita apuntalar la construcción de viviendas populares y el apoyo a planes de autoconstrucción que no requiere insumos importados y es un importante multiplicador de la producción local. Acompañado de las imprescindibles inversiones de infraestructura (Poner en funcionamiento los astilleros y las cooperativas de empresas metalúrgicas recuperadas para hacer barcos y barcazas, por ejemplo). Y finalmente, asistir a los beneficiarios del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y los trabajadores y jubilados y pensionados que perciben remuneraciones por menos de la Canasta Básica Total, a los inscriptos en el Plan Potenciar Trabajo y, a las pequeñas y medianas empresas y al Estado. 

Se requiere de un Estado presente y que asuma los riesgos que el capital financiero no lo va hacer.  Y lo que es peor, como la economía no crece, la rentabilidad financiera se fuga y los pasivos financieros del BCRA (Leliq y pases pasivos) como no pueden pagarse sus intereses se capitalizan, incrementándose la deuda del BCRA en forma exponencial, hasta que una vez estalla, hacia ese fin vamos: 

Horacio Rovelli

Tucumano, Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires. Profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Miembro de la Comisión de Economía de la Fundación Estado, Trabajo y Producción (FETyP). Vocal de la revista Realidad Económica. Fue Director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación. Autor de numerosos trabajos publicados sobre los temas económicos y financieros.