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La masa madre de la rosca

OPINIÓN

Quedan 10 días para confirmar listas de precandidatos a diputados y senadores. Arde la interna peronista mientras la oposición busca cerrar filas entre desconfianzas históricas.

Manzur, Jaldo, Alfaro y Ávila en el lejano 9 de Julio de 2020. (Foto: Facebook Casa Histórica - Museo Nacional de la Independencia)


Pasó el 9 de Julio, fecha tan cara al sentir de los tucumanos. Fuimos capital nacional, vino Alberto Fernández y se suspendió parte de su agenda, que finalmente se limitó a la Casa Histórica. Allí, colisionaron los planetas: se reencontraron el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo después de meses sin mostrarse juntos y tirarse con de todo. Mientras tanto, el intendente Germán Alfaro inauguró la Plaza Independencia campeona de la Copa América: a unos les gustó, a otros no; los primeros la criticaron, otros la defendieron.


Lo que sigue es ni más ni menos que la fermentación de la rosca rumbo política rumbo a las elecciones legislativas, con 10 días muy intensos y a la espera de importantes definiciones electorales de parte de la dirigencia tucumana. El 14 de julio venció el plazo para solicitar el reconocimiento de alianzas transitorias de cara a las elecciones legislativas 2021: ya rige el cronograma electoral que convocará a los tucumanos a las urnas el 12 de septiembre para definir candidaturas en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y renovar tres bancas en la Cámara de Senadores y cuatro en Diputados el 14 de noviembre.


Quedan así 10 días para definir si Manzur le otorga lugar a Jaldo en la lista o si se miden en internas. El 24 de julio es el plazo final. El vicegobernador no se anda con vueltas y explicitó su ultimátum desde la sede de la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar (FOTIA) en barrio Sur. Mientras eso ocurría, el gobernador se paseaba sonriente y anunciando obras por el este tucumano, territorio jaldista por excelencia. En horas de la tarde, el presidente del Poder Legislativo realizó una recorrida y mitín político en Esquina y Mancopa, una pequeña comuna del departamento Leales; horas más tarde, ya entrada la noche, el gobernador se reunió ahí "con todos los delegados comunales" de Leales. Bienvenidos a la campaña, que ya empezó hace rato.


"Para mi es blanco o negro, por eso si el 24 de este mes no hay lista de unidad, este espacio político sale con lista propia. Sale con lista propia a pelear en el peronismo, todas las bancas en disputa. Desde los senadores hasta los diputados. Comuna por comuna, municipio por municipio, en cada circuito de la Capital. Si quieren más clarito que le echen agua", disparó Jaldo en su llamando a la unidad que poco tiene de amistoso. El vicegobernador repartió palos y chicanas desde la sede de la FOTIA, de donde se despidió saludando desde su camioneta, cómo invitando a la dirigencia a subirse a 'La Jaldoneta'.


La tarde del martes 13, Manzur encabezó la constitución del Frente de Todos con presencia virtual del presidente Alberto Fernández y el ministro de Interior y gran encargado de la rosca federal, Eduardo Wado de Pedro. El mensaje es claro: la banca de Casa Rosada, explicitada y garantizada. Manzur los recibe el viernes 9 de Julio, los visita en Buenos Aires el lunes 12 y los tiene de forma remota en el acto del martes 13. Sin embargo, desde el jaldismo insisten en que el pedido desde Nación es que haya unidad y más lugares comunes de las internas como que "la sangre no llegue al río". El acto en el Hipódromo fue también una respuesta a los actos que venía realizando el jaldismo en el interior. No hay pandemia ni 1.000 casos diarios que pongan un freno a la interna urgente desde que "se apuraron los tiempos" y lo que estamos discutiendo es quién gobierna Tucumán entre 2023 y 2027.





Acto del jaldismo en Banda del Río Salí. (Foto: Facebook Osvaldo Jaldo)'La Jaldoneta' en la FOTIA. (Foto: Facebook Osvaldo Jaldo)


Desde Casa de Gobierno habían anticipado que los precandidatos a diputados y senadores del Frente de Todos serían todos manzuristas: la ministra de Salud Pública, Rossana Chahla, y el jefe regional NOA de la ANSES, Marcelo Santillán, encabezando la nómina para Diputados; el actual diputado Pablo Yedlin y la legisladora Sandra Mendoza para el Senado. En pandemia, médicos vacunadores a la cabeza: los únicos dos galenos tucumanos autorizados a retratarse literalmente colocando las tan esperadas dosis. 'Cuidando el futuro', reza aquel siempre vigente axioma manzurista. Se esperaba el martes la confirmación oficial de las precandidaturas manzuristas, pero no ocurrió. Manzur se retrató con Yedlin y Mendoza en el Hipódromo, pero no con los primeros. ¿Mensaje?


Desde Banda del Río Salí, bastión jaldista junto con Alderetes, reclaman que la lista de Diputados respete la banca que desde 2017 ocupa Gladys Medina. Otro mandato para la compañera del intendente Darío Monteros es el pedido concreto, puntual, irrenunciable, del vicegobernador Jaldo. ¿Y si no? A internas, sin más. Nuestra crisis de los misiles, siempre apuntando a los palacios de 25 de Mayo y San Martín como de avenida Sarmiento y Muñecas: los unos y los otros saldrían a medirse en el territorio, comuna por comuna, municipio por municipio, una horda de peronistas encolumnados con Manzur y Jaldo saldrán a auditar lealtades y medirse el tamaño de la estructura.


Donde les costaría hacer pie es en algunos circuitos de San Miguel de Tucumán, donde se concentra más de la mitad del electorado y donde Germán Alfaro fue reelecto en 2019 con más del 40% de los votos contra un oficialismo que perdió votos por la lejana empresa extrapartidaria del alperovichismo ya fuera de combate y que tampoco le hubiese alcanzado para vencer al candidato de la alianza opositora que ese año se denominó Vamos Tucumán. Para estas elecciones, el principal espacio opositor competirá con el sello de Juntos por el Cambio (se especuló con una nueva combinación de las mismas palabras para nuevo nombre, Juntos por Tucumán) como a nivel nacional donde al igual que acá se dirimen liderazgos pensando en 2023.


Se distinguen a priori tres facciones dentro de la interna opositora, que también tienen 10 días para definir si compiten en las PASO o se ponen de acuerdo para conformar una lista propia, de unidad, que contenga a cada uno de los espacios, sus ambiciones y los votos que aporten a la causa opositora.


Tras ser candidatos a la gobernación en 2015 y 2019, el diputado José Cano y la senadora Silvia Elías de Pérez tienen sed de revancha; primero, quieren trocar bancas y seguir levantando las banderas del macrismo/antikirchnerismo en el Congreso. Sus anteriores postulaciones -afirman- les garantiza mayor nivel de conocimiento especialmente en el interior, son candidatos 'ya instalados', y tienen como principal activo la estructura de la Unión Cívica Radical. Si embargo, un grupo de jóvenes radicales amenaza con jubilarlos y ofrecer “caras nuevas” en las boletas.


Los intendentes Mariano Campero y Roberto Sánchez ponderan sus gestiones y peso territorial en Concepción y Yerba Buena, para reclamar llevar al hombro la bandera de la "renovación" del radicalismo tucumano y por ende de la oposición comarcana; no pudieron sumar a Fuerza Republicana a su armado, pero sí al "outsider" Sebastián Murga que desde la Sociedad Rural conformó CREO y se coló entre los invitados al banquete opositor. Más allá de no imponer el ingreso de Bussi, los jefes muncipales lograron sentar al funcionario yerbabuenense Pablo Macchiarola como co-interventor de la UCR tucumana y se mantienen firmes en sus ambiciones renovadoras.


Y por último, Alfaro y su Partido por la Justicia Social (PJS). El intendente capitalino busca sentar a su esposa Beatriz Ávila en el Senado, y esa es su principal condición para la unidad opositora. Cuenta con el respaldo de Ramiro Beti, flamante presidente del PRO, luego de reunirse semanas atrás con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que se perfila como nuevo líder opositor rumbo a 2023. Las bancadas radicales y macristas en el Congreso miraron con desconfianza la salida de Ávila del bloque de Juntos por el Cambio en Diputados, que fue cuestionada incluso por Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Esas heridas no cierran y dilatan un gran acuerdo de unidad. Desde las semipeatonales del microcentro y la nueva Plaza Independencia hacia el interior provincial, el alfarismo busca expandir sus fronteras con miras a 2023. El intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar, y el legislador concepcionense Raúl Albarracín son sus principales activos en el interior tucumano. 


Hay vida electoral por fuera del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, y afloran otras alternativas que buscan sortear la grieta nacional que también es provincial: el legislador Federico Masso (Libres del Sur) y el exdiputado José Vitar (Frente Grande) confluyen en el Frente Amplio por Tucumán. La izquierda tucumana sigue sumida en su rosca permanente: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, estará conformado por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Partido Obrero, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) e Izquierda Socialista. Buscará así hacer pie en nuestra provincia, donde todavía no pudo alcanzar bancas legislativas. "Lamentamos que Política Obrera haya optado por un camino divisionista", sostuvo Alejandra Arreguez, referente del PTS. Sin acuerdo con Juntos por el Cambio, Fuerza Republicana presentará candidatos propios, con sus histórico grito por 'seguridad' como bandera y su candidato permanente Ricardo Bussi al frente de la nómina de senadores.


Tanto en el oficialismo como en la oposición, se avizoran 10 días a pura rosca, encuesta, especulación, amagues y, por último, definiciones. El famoso "nos cagaron, entré yo sólo". Una lista de unidad podría garantizar una mejor elección hoy y postergar las ineludibles internas. Quedar bien con Buenos Aires (donde atienden los dioses kirchneristas y macristas), pero mantener encendidas y latentes las diferencias comarcanas. Si hay PASO, los unos y los otros deberán determinar si las nóminas se conforman por sistema D'Hont o el que gana se queda con todo. 


Lo seguro es que con interna o sin interna habrá ganadores envalentonados y perdedores que podrían amenazar con ‘jugar al quedo' y exponer sigilosamente su capacidad de daño en noviembre. Hay que contenerlos a todos porque a la hora de votar 1+1 jamás es igual a 2. Las elecciones son ordenadoras de las diferencias políticas, con propios y extraños. Como siempre, las legislativas serán el termómetro de la gestión (golpeada por la pandemia y los índices irremontables de pobreza, allá y acá) y el primer paso rumbo a las elecciones de 2023. Que vengan los actos, los spots y los jingles, las chicanas, las peleas, la interna. Acá estamos. Tras más de 13 meses de pandemia, la masa madre de la rosca electoral ya está lista para la campaña.