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Argentina y el FMI

OPINIÓN

El economista tucumano Horacio Rovelli, analiza el estado actual de las negociaciones que Argentina lleva adelante con el Fondo Monetario Internacional. "No puede bajo ningún concepto el pueblo argentino pagar la deuda que fugó una minoría de privilegiados", señaló el especialista.

Kristalina Georgieva y Martín Guzmán. Foto Infobae.-


El FMI tiene en estudio en forma avanzada y dada la crisis mundial por la pandemia provocada por el covid 19, ampliar el crédito a los países miembros en unos 650 mil millones de dólares para proporcionar liquidez adicional al sistema económico mundial.


De esa suma, para la Argentina serían unos 3.052,6 millones de DEGs, equivalentes 4.354 millones de dólares, pero el monto, si se lo utiliza para pagar los 3.614,5 millones de dólares de capital que vencen este año, en dos cuotas 1.807,25 millones de dólares cada una, con vencimientos 30 de septiembre y 30 de diciembre de 2021, más los intereses de unos 300 millones de dólares por trimestre, significan una suma neta que le queda al país, de sólo 139,5 millones de dólares


El problema se convierte en sideral en el año 2022 que, por el acuerdo firmado por el Gobierno de Cambiemos con el FMI, hay que pagar 17.860 millones de dólares de capital más los intereses.  En el año 2023 se debe abonar de capital la suma de 18.285,5 millones de dólares y, el saldo en el año 2024 de 5.640 millones de la divisa estadounidense para completar los 45.400 millones de dólares, según los datos que posee la Secretaría de Finanzas de la Nación.


¿En que se invirtió esa plata? Cuando el ministro Guzmán le pregunta al empleado de Clarín, Marcelo Bonelli, a dónde se había ido esa deuda, la respuesta obvia: se fugó.  Esa deuda sin ser observada por el FMI, pasó a engrosar el capital que los ricos del país tienen en el exterior, sin embargo pretenden que lo pague el pueblo argentino sacrificando su vida.
 
Martín Guzmán tenía la peregrina idea de que al FMI se le podía pagar sólo los intereses y que la deuda de capital se prorratearía en el tiempo. Guzmán y Kristalina Georgieva hablaron en una reunión privada, dentro del marco de la cumbre de Venecia del G20 que se está realizando ahora, mediados de julio 2021, y acordaron que la verdadera voluntad del Gobierno argentino es la de cumplir de “buena fe” con los pagos de capital y en un plazo de diez años.


Guzmán también se comprometió de pagar “de buena fe” con la Secretaria del Tesoro de los EEUU, Janet Yellen, quién le pidió más precisiones sobre el avance de las negociaciones con el FMI, y afirmó que la Argentina tendrá el apoyo necesario de los EEUU para que las partes lleguen a buen acuerdo. La traducción del mensaje que dejó la administración de Joe Biden es que lo que figure en la Carta de Intención será aprobado luego en el board (Directorio) del FMI.
 
 De “buena fe” no se originó la deuda, y de “buena fe” tampoco actuaron los técnicos del FMI que no observaron hacía donde se iban los dólares que ingresaban y ellos tienen el monitoreo de las cuentas públicas.


Puntualmente, el principal logro que podría obtener Argentina en estas negociaciones con el FMI, es la reducción de los intereses que se le cobran hoy a los países que no cumplen con los términos y condiciones firmadas; lo que le permitiría al país ahorrar unos 1.000 millones de dólares anuales del stand by vigente, dado que el “Fondo” nos aplicaría la tasa del 2,05% anual que es la de los créditos más beneficiosos, en lugar del 4,05% de costo actual que debe pagar la Argentina.


Habría que ver si el nuevo plan de Facilidades Extendidas que se va a firmar con el FMI, permitiría reprogramar el pago de capital y comenzar a amortizar a los cuatro años de firmado, lo que implica que los primeros pagos serían en 2025. En teoría, a tiempo para comenzar a prorrogar y mejorar los pagos y coincidentes con el acuerdo con los fondos de inversión y demás acreedores (Blackrock, Pimco, Fidelity, Vanguard, Franklin Templeton, JP Morgan, HSBC, Merrill Lynch etc.)


La pregunta obligada es, primero en el mejor de los casos se reprograman los vencimiento de capital para que los pagué una nueva administración del país que asuma en diciembre 2023. Segundo a cambio de qué se reprograman los vencimientos acordados y firmados por el Gobierno de Cambiemos. Y tercero y lo más importante, en qué estado está la investigación de la deuda contraída en el gobierno de Cambiemos que pidió el Presidente de la Nación en los dos inicios de sesiones del Congreso de la Nación, de los 1 de marzo de 2020 y 2021.


Es obvio que la deuda tomada no se empleó en hacer obras de infraestructura, ni en impulsar la economía del país. Se impone auditar quienes se beneficiaron con la deuda. El BCRA en un trabajo titulado “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019”, sostiene que fueron casi siete millones de personas físicas y jurídicas las que compraron 86.200 millones de dólares en la gestión de Cambiemos, pero los 100 (cien) primeros lo hicieron por 24.679 millones de dólares, por ende se debe llamar a los titulares de esas cien firmas y decirle señores ustedes no pagaron impuesto a las ganancias por el monto de dólares que compraron, de donde extrajeron esa suma, con lo cual se logra hacer, además, un avance sobre las contabilidades paralelas y la evasión tributaria.  


Es fácil suponer quienes son los que fugaron gran parte de los dólares del año 2015-2019  (el BCRA tiene los datos fehacientes de cada compra de divisas, fecha y monto)  y son los beneficiados del macrismo, las grandes empresas acopiadoras y comercializadoras de granos, las extractivistas de minerales líquido, sólidos y gas y, las empresas de telecomunicaciones.  Se los audita y se los multa y con ello se hace un fuerte avance en la fiscalización del  país y en el ingreso del Tesoro de la Nación


Por eso en la “Proclama del 25 de mayo” que presentaron mujeres y hombres del país que viven de su trabajo, ese día de este año 2021, exigían: “Investigar el destino de los fondos de dicho préstamo para identificar a los responsables de la fuga de capitales, puesta en evidencia por la investigación del Banco Central de la República Argentina.  Y Exigir al FMI que brinde todo el apoyo para continuar con las investigaciones, determinar y diferenciar deuda legítima de ilegítima y que, asimismo, colabore en encontrar los fondos fugados del país”.


La “Proclama del 25 de mayo” sostiene además en sus fundamentos que: “No podemos obviar la corresponsabilidad del “Fondo” en el endeudamiento forzado de Argentina, violando sus propias normas (Art.6°del Convenio Constitutivo) y facilitando la fuga de capitales”. Para definir qué: “Claramente, nos encontramos en presencia de una situación de insolvencia estructural, auto provocada en connivencia con el “Fondo” y no de iliquidez transitoria.


No puede bajo ningún concepto el pueblo argentino pagar la deuda que fugó una minoría de privilegiados.


El mundo, no solo Argentina, se encuentra ante una crisis excepcional que requiere respuestas acordes a las prioridades de una emergencia sanitaria, social y económica inédita y no que profundicen aún más los enormes e injustificables desequilibrios que ya padece la humanidad.

Horacio Rovelli

Tucumano, Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires. Profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Miembro de la Comisión de Economía de la Fundación Estado, Trabajo y Producción (FETyP). Vocal de la revista Realidad Económica. Fue Director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación. Autor de numerosos trabajos publicados sobre los temas económicos y financieros.