Top

No fue magia: terminamos 2020 con Paz Social

TRIBUNA ABIERTA

El ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Gabriel Yedlin, realiza un balance del 2020 y los grandes desafíos que planteó la pandemia en términos estratégicos para la contención y asistencia de los sectores más vulnerables de la sociedad.

Gabriel Yedlin en el Ingenio Cultural. (Foto: Prensa Ministerio de Desarrollo Social)


Termina 2020 con paz social.  Un año muy complejo que lo atravesamos con incertidumbre, angustia y dolor, por la pandemia. No podía ser de otro modo, pasó en todo el mundo y por supuesto también en Argentina y en nuestro Tucumán. Pero termina con paz social y esperanzas fundadas de un 2021 mejor.

Con una sociedad que antes de la pandemia ya tenía índices de pobreza e indigencia altos, de desocupación e informalidad como consecuencias de años de dificultades desde el cierre de los ingenios en la dictadura de Ongania y sus políticas neoliberales, que se repitieron en los 90 y las volvimos a ver en el fracaso político-económico y por ende también social del gobierno del ex presidente Macri. 

Durante toda la gestión anterior, los ejes más importantes de trabajo social desde el Ministerio de Desarrollo Social, fueron las políticas de seguridad alimentaria, cuidado de las mujeres víctimas de violencia de género y prevención de las adicciones. 

En una interpretación de lo devastada que estaba la Argentina, antes de la pandemia, la primera propuesta de política de estado del Presidente Fernández, aun como precandidato, fue “Argentina contra el Hambre”. En febrero, antes de la llegada del coronavirus a la Argentina repartimos en Tucumán 70.000 tarjetas alimentarias, que durante todo el año permitió fortalecer la seguridad alimentaria en la primera infancia de los más vulnerables. Estrategia que trajo a Tucumán 5.000 millones de pesos en el año que se volcaron al consumo y cuidado de los que producen y venden alimentos. Aumentaron un 360% los aportes nacionales al programa de comedores escolares (durante los años del Macrismo los aportes nacionales se congelaron y terminaron siendo solo el 14% de lo invertido, el resto fue necesariamente aumento de fondos provinciales), que readecuando las entregas en modalidad de viandas y módulos, aportó a más de 200.000 niños y niñas. Agregamos a los Comedores Comunitarios, Cocinas Comunitarias y Centros de Cuidado y Nutrición Infantil, el aporte de carnes, frutas y verduras frescas.


Por la cuarentena, los tres IFES aportaron 12.000 millones de pesos a monotributistas y trabajadores informales hasta que pudieron volver a sus trabajos, la AUH cerca de 4.000 millones y los programas sociales otros 5.000 millones.

Mucho de estos aportes duplicados en diciembre, un mes de más consumo en alimentos. 
Volvimos a tener aportes Nacionales a la Banca de Microcréditos, después de cuatro años y financiamiento del Banco de Herramientas, Insumos y Bienes de Capital para la economía social, que nos permitió apoyar a más de 2.000 emprendedores.

¡Volvieron a otorgarse pensiones por discapacidad de las 130.000 que habían quedado pendientes a nivel nacional!



La negociación de la deuda externa con los bonistas, el nuevo Presupuesto Nacional que asigna recursos a obras públicas en lugar de al pago de deuda externa, el inicio de obras de envergadura: puentes, plantas de saneamiento, ya con licitaciones terminadas, convenios por viviendas, terrenos con servicios, de hábitat en barrios populares, nos da la expectativa de aumento del trabajo que es la mejor política social.

La disminución de enfermos por Covid, el inicio de la vacunación, la disminución de la inflación, aun alta en alimentos, nos da esperanzas fundadas de un 2021 mejor.

“No fue magia”, dijo en una ocasión Cristina Fernández, y tomo sus palabras.

No fue magia, fueron firmes decisiones de nuestro presidente Alberto Fernández, y del gobernador Juan Manzur para transitar este año cuidando la Salud y lo social.  Decisiones que se trasformaron en políticas públicas que nos permitieron transitar este año con Paz Social.

Quiero agradecer especialmente a todos los y las trabajadores del Ministerio de Desarrollo, a las organizaciones sociales de los barrios, a las organizaciones intermedias, fundaciones, Iglesia, a todo el equipo de gobierno. Sin todos no hubiera sido posible. 

Fue un año de mucho trabajo, de muchas decisiones políticas.

No fue magia... 



Gabriel Yedlin
Ministro de Desarrollo Social de Tucumán