Top

Se nos murió un poco la alegría

TRIBUNA ABIERTA

Una reflexión sentida y necesaria sobre la muerte de Diego Maradona, de sus orígenes y del camino que lo llevó a ser la razón de la felicidad de todo un pueblo.

En la foto, de 1973, un pequeño Diego consuela a Alberto Pacheco, un jugador de Corrientes que ha quedado eliminado del torneo. (Foto: El Gráfico)


Ese pibito de la villa, ese cabecita negra de la foto primera se elevó por sobre absolutamente todos nosotros, de una forma única (artistas y políticos envidian ese vuelo desde siempre). Ese villerito fue nuestro ícono contracultural más grande desde el mismo día que ingreso a una cancha de fútbol (incluso quizás desde antes).

Para mí, que sostengo que los más grandes artistas son aquellos que vienen del campo popular y quienes atraviesan paradigmas y sistemas engorrosos cargados de veleidades innecesarias para la vida misma, para mí se ha muerto un artista también.

Se ha muerto una parte de la alegría de millones de argentinos, una parte de mis alegrías y se ha muerto un hombre cargado de errores y contradicciones que de una forma u otra ha sido la imagen (a veces espantosa) de todos nosotros.

Se ha muerto un hombre elevado a una categoría que ninguno de nosotros podríamos acceder ni entender, ni mucho menos soportar y ese hombre venía del barro, no del palacio. Se murió nuestro más grande antihéroe.

Yo carezco de una condición, no puedo juzgar en profundidad a la gente que amo, se me nublan las razones y en la medida de lo que Diego representa para mí como argentino, no puedo hoy más que llorar su muerte. Como lloré a la Negra Sosa o a Néstor. En una medida inexplicable amé a esas personas lejanas, a mi a veces difícil cotideanidad, pero cuando me calmo, entiendo que en gran medida los lloro porque la vida difícil que nos toca vivir a millones de nosotros, algunas veces se hizo hermosa gracias a ellos.

Párrafo aparte, que difícil no identificarse con el dolor popular, aunque no se de cuenta debe ser una condena.

Gracias Diego. Ya sos parte del aire.