La expresión «eje del mal» fue utilizada por el entonces presidente de los Estados Unidos George W. Bush en su discurso del 29 de enero de 2002 para describir a los regímenes que supuestamente apoyan el terrorismo. En su primer discurso como primer mandatario de ese país y ante las Naciones Unidas, el 11 de septiembre de 2017, Donald Trump sumó al “eje del mal” a la República Bolivariana de Venezuela, Irán, Siria y Corea del Norte, pero su obsesión en el final de su mandato es la República Popular China.
Desde denominar como virus chino al covid-19 cuando en los EEUU a septiembre de 2020 hay 202.000 muertos y 6.960.000 infectados, cifra que supera los caídos en batalla de EE.UU. en las cinco guerras que estuvo, incluso afirmar, en su último discurso en las Naciones Unidad, que el gobierno de ese país y la Organización Mundial de la Salud son cómplices de ocultar pruebas sobre la enfermedad; acusar a China de construir un gran complejo militar; o que la empresa de juego TikTok espía para el régimen chino, cuando en Norteamérica tiene más de 100 millones de usuarios; que China usa competencia desleal en su comercio y hasta quiso imponer aranceles de 50.000 millones de dólares a los productos chinos bajo el artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974, argumentando un historial de «prácticas desleales de comercio», robo de propiedad intelectual y una transferencia forzada de tecnología americana a China. etc. etc.
Lo cierto es que EEUU en la gestión de Trump logra disminuir el déficit comercial con China, anualizado unos 220.000 millones de dólares, cuando en el año 2017 fue de 375.000 millones de dólares, pero China sigue siendo su mayor socio comercial por una parte y por la otra, pese al menor nivel de actividad por la pandemia los números al primer semestre 2020 dicen que el déficit comercial acumulado del país del norte de nuestro continente, fue de 274.300 millones de su moneda (La proyección es de 500.000 millones de dólares para todo el año 2020).
Entonces en la guerra comercial declarada por Trump juega un rol estratégico en las relaciones comerciales y de inversión de China con América, sabiendo que se tiene complementariedad con un país de más de 1.400 millones de habitantes que necesita alimentar, vestir, transportar, guarecer, etc. etc., si China se vuelve a transformar en motor de crecimiento de la economía mundial, Latinoamérica vuelve a crecer como sucedió desde 2003.
Y esto explica la irracional y alevosa presión sobre nuestros países que hace su embassy ante cualquier medida que demuestre cierta independencia de la tutela o de los designios de los EEUU.
LA BATALLA DEL DOLAR
El conflicto se refleja en el valor del dólar. En la última semana transcurrida de septiembre 2020 hubo una ola de venta de bonos que llevó el riesgo país hasta los 1.392 puntos. Y los que básicamente vendieron son los que le creyeron en abril de 2018 a Luis “Toto” Caputo y a Gustavo Cañonero, en esa época Presidente y Vice del BCRA respectivamente, de que el dólar se frenaba en $ 25.- y en junio de 2018 superó los $ 40.- Dado el acuerdo con los acreedores logrado por el Ministro Martín Guzmán, se canjean esos títulos por otros y pierden más plata todavía, razón por la que tomaron la decisión de irse del país y mal venden en contado con liqui en los mercados en el exterior donde esos títulos cotizan, de allí que implícitamente el dólar es de 145 pesos .
El rendimiento de la deuda argentina ya se ubica en torno del 14 por ciento (un 40 por ciento por encima de la tasa de descuento utilizada al momento de la reestructuración para calcular el valor de recupero de los títulos del canje). Puesto en otras palabras: lo que se había estimado que iba a cotizar a 55 dólares por bono ahora cotiza en torno de 40 dólares.
Por lo tanto la dispersión entre el tipo de cambio oficial (de $ 79,80 por dólar) y el Contad con Liqui y otros paralelos o informales (por arriba de los $ 145) tiene tres causas distintas pero que se concatenan entre sí:
En primer lugar, PIMCO, Franklin Templeton y otros fondos que se quedaron en el país y ahora, tras el canje de deuda, se van en forma atropellada.
Segundo, los que estuvieron comprando dólares, sobre todo los grandes compradores, los 100 que adquirieron en menos de cuatro años de la gestión de Cambiemos 24.679 millones de dólares y lo fugaron, si bien es cierto que no se dieron a conocer los nombres sabemos dos cosas, la primera, que los que le compraron los dólares al BCRA para fugar fueron los bancos, principalmente los privados más grandes (Galicia, Macro, Santander, Bilbao Vizcaya, City, HSBC, BNP Paribas, Patagonia, Supervielle), y segundo, en todas las investigaciones anteriores que realizaron distintas comisiones investigadoras del Congreso de la Nación había tres empresas con sus principales socios y ceos que encabezaban la fuga: los Arrieta-Blaquier del Ingenio Ledesma; los Magnetto, Aranda, Rendo, Herrera de Noble y Pagliaro del Grupo Clarín; y los Rocca, Betnazza y Zavaleta del Grupo Techint.
Siendo parte importante de la burguesía Argentina, no son todos los empresarios locales y como “negocios son negocios”, obviamente que el potencial que implica la demanda de alimentos posicionaría a los productores agro industriales que incluso se unieron y armaron su propia propuesta como Consejo Agroindustrial Argentino para los próximos años, generando con su actitud una fisura en la ex Mesa de Enlace, donde los sectores más reaccionarios de la Sociedad Rural Argentina quedan marginados y, lo mismo pasa en la misma Unión Industrial Argentina cuyo Presidente y su familia política polarizan la prédica en que el futuro es nuestro.
Y en tercer término, es la presión de la Embassy que no ve con bueno ojos que la Argentina se haya retirado del Grupo de Lima, que no haya reconocido al gobierno golpista de Jeanine Añez en Bolivia, así como si reconoce como gobierno legítimo al de Nicolás Maduro en Venezuela, pero el acrecentamiento comercial y de inversiones con el país asiático, a lo que se suma la renovación de los swaps chinos y sin quedar sujeto a revisión por el FMI, excede su nivel de tolerancia.
Los principales referentes de la convocatoria del 17 de agosto 2020 y de toda convocatoria contra el gobierno son los grandes medios de comunicación y figuras de segundo orden, todos ellos asiduos concurrentes a la Embassy y no solo los 4 de julio u otra fecha conmemorativa de esa nación. Es más, ninguno de ellos haría nada sin consultarle previamente al embajador y demás empleados de la Embassy.
Por lo tanto el dólar es el reflejo de una puja mucho más gravitante que la oferta y la demanda, es una cuestión de que país vamos a ser. De allí que hacen circular noticias falsas que los bancos no venden dólares y, resulta que, en la actualidad hay depósitos en dólares por U$s 19.580 millones, y créditos en dólares por U$s 6.350 millones, esto implica que hay un margen de liquidez de U$s13.220 millones. ¿Dónde está la liquidez de los dólares? Depositada en el Banco Central en carácter de encajes por un total de u$s12.136 millones, y un resto en caja de los bancos por U$s1.084 millones.
DOS CAMINOS
Si se elige el propuesto por la Embassy y en segundo término por los grupos encabezado por Ledesma, Techint y Clarín, la combinación de devaluación y suba de la tasa de interés producirá de hecho un aumento de los precios, y eso implicará menores ventas y menor consumo, profundizando la depresión económica y el padecimiento de nuestro pueblo, sin trabajo y el poco que se genera mal remunerado.
Si se elige el camino de defender el mercado interno y la inserción internacional que le corresponde a la Argentina, el hostigamiento de los nombrados en el párrafo anterior va a ser permanente, que vamos camino a ser Venezuela y otras canalladas por el estilo van a ser su prédica diaria.
Por lo tanto un gobierno nacional y popular debe emprender un camino distinto que parta de fortalecer al Estado y eso se consigue con medidas firmes, cobrando impuestos y disciplinando (con pena y multa) la evasión, los sobre precios, el desabastecimiento, etc.
Un Estado fortalecido puede estimular a la exportación mediante la suba de ciertos reintegros y la baja de determinadas retenciones a economías regionales; reactivar las obras públicas con las provincias y los municipios, hay al respecto un interesante trabajo denominado “Iniciativas interprovinciales para el desarrollo” del Ministerio del Interior de la Nación que puede ser la guía a seguir; transformar los IFE (Ingresos Familiar de Emergencia) en salarios de inserción social; y sobre todo aumentar los salarios para generar un creciente mercado interno, al principio por Decreto y luego con paritarias libres.
**Horacio Rovelli es Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires. Profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Miembro de la Comisión de Economía de la Fundación Estado, Trabajo y Producción (FETyP). Vocal de la revista Realidad Económica. Fue Director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación. Autor de numerosos trabajos publicados sobre los temas económicos y financieros.