Top

Con amigos así, para qué queremos enemigos: el virus del virus en Tucumán

PANDEMIA

Una persona despierta este sábado a la mañana y escribe un mensaje que se viraliza y atemoriza a los tucumanos, al bar El Americano, al bar América, a sus dueños, a sus mozos, a sus clientes, a los amigos, a las familias. ¿Quién es? ¿Por qué lo hace?

Mozo con barbijo. Imagen ilustrativa.


Hay toda una estructura sanitaria en Lastenia, en Tucumán, en la Argentina y en el mundo que lucha contra la pandemia creada por el coronavirus, el enemigo invisible. Pero no hay nada que hacer contra el virus del virus, contra el vivo o la viva que infunde temor a muerte, que ni se lava las manos cuando agarra el celular esta mañana, con la tensión en el ambiente, y escribe con los deditos sucios que si estuviste el Día del Amigo en el bar El Americano o en el América o si te gusta la crema americana o te compraste ropa en una feria americana o si vivís en la avenida América, básicamente, estás en el horno.


¿Cuán miserable puede ser un ser humano para inventar una noticia así? ¿Qué le tiene que haber pasado en su vida para infundir el miedo que, con su mensaje falso, malintencionado, mala leche, cloacal, oloroso, podrido, vil y cargado de maldad escribe? Lo más probable es que no tenga amigos, ¿pero sabrá que hay gente que sí los tiene? ¿Le habrán contado que los amigos por lo general se reúnen el 20 de julio en un bar del Parque 9 de Julio o de la plaza Alberdi o en cualquier bar  de cualquier lado justamente para celebrar la amistad dentro de las normas y los protocolos?


¿Será la misma persona que antes del 20 de julio presagiaba lo peor? “Tucumán explota el Día del Amigo”, decían. Y no pasó nada el Día del Amigo. ¿Será la misma persona que cuando se les permitió a los jubilados ir a cobrar al banco porque no tenían para comer ya había pronosticado el final de la existencia y tampoco pasó? Los profetas del odio abundan: confunden todo, mezclan banderas políticas, pareciera que desearan que el virus se propague, que la Provincia explote. Y de desear el mal ajeno, amigas y amigos, no se vuelve.


Son los mismos que piden a los medios que dejen de inventar, al Gobierno que deje de mentir, que se vayan todos, que no quede ni uno solo. La Historia inmediata los juzgará a todos: al gobernador Manzur, a la ministra Chahla, al diario el tucumano, a La Gaceta, a Contexto, a Los Primeros, a los amarillistas de las redes sociales, a los tibios, a los bien intencionados y a los que por un poco de notoriedad, por un minuto de fama, son capaces de cualquier cosa.


El autor o la autora del mensaje viral no es solamente de Tucumán: es igual al falso científico del Malbrán en Buenos Aires que mandaba audios falsos pronosticando el final de la existencia humana; es simpatizante de la fake news, de la noticia falsa. ¿Sabrá lo que está viviendo una familia de ocho integrantes en Lastenia? ¿Sabrá la angustia en las casas lindantes? ¿Sabrá cómo se ha compartido ese mensaje falso y viral como una patada al hígado en pleno almuerzo en la mesa de cada familia tucumana? ¿Sabrá lo que es instalar el miedo sin fundamentos?


¿Cuántos mensajes ha recibido el dueño del bar El Americano? ¿Entenderá el Lotreal que se tiene que tomar una persona para que le baje la presión hasta emitir un comunicado desmintiendo la mentira? “Ni siquiera tenemos empleados de Lastenia. Le hemos preguntado a los empleados, si hay alguno de los chicos que pasen por ese lugar y ninguno pasa por allí. Como para decir, que hay alguna chance de que puedan haber mentido por algo así”, le dice al diario el tucumano Leandro Herrera, el dueño del bar.


Son tan ingeniosos los creadores de la peor viralidad hecha falsa noticia que, como no funcionó el temor con El Americano, copiaron y pegaron el mismo mensaje cambiándole un par de letras y ahora resulta que, en realidad, el mozo de Lastenia sería del bar América. Entonces desde nuestra redacción llamamos a Andrés, encargado del bar América, casi que pidiéndole disculpas por la pregunta con una respuesta concreta: también es falso. Eso sí: Andrés aprovecha el espacio para descargar su bronca: “Lo único que quieren hacer es crear psicosis con esos mensajes. Es gente ignorante, estúpida, gente que no sirve, que no tiene conciencia de lo que hace”.


“Es una mala persona el que escribe esos mensajes, que piensa: ‘Ah, como están con miedo, vamos a pegarles un susto’. Como saben que no los van a poder meter en cana, se aprovechan de la situación y eso, amigo, no tiene nombre”, agrega Andrés del bar América, quien informa que no hay mozos de Lastenia y que, sin importar de dónde sean, todos y todas están sanos y queriendo sacar adelante esta situación, poniéndole el pecho como cada día, laburando al día, llevando la plata del día y la propina, con toda la presión que siente un mozo o cualquier trabajador tucumano por vivir. Anoten bien: por vivir, y por vivir bien, o mejor.


Bastante ha sufrido un mozo o una moza como para que venga uno o una a instalar el temor en sus manos, a servir este virus de mierda en las bandejas, en las tazas, en los vasos, en la pregunta obligada que nos hacemos todos: ¿vos no fuiste el Día del Amigo entre las 14 y las 20 horas a tal bar? Como si fuera la búsqueda de un amor en un colectivo tal a tal hora, y el chico o la chica no sabe cómo se llama y escribe un texto así, al azar, pero con la intención de encontrar al amor de su vida, no esta bajeza escrita en un par de palabras.


¿Sabrá que ese mensaje llega a la madre del mozo que está preparándose para atender y tiene que aclararle, tranquilizarla, decirle que no es él, que no es nadie del trabajo, que le manda un beso? “Cuando vimos el mensaje viral es lo primero que hemos empezado a comentar. Lo primero que yo les digo es que dejen de hacerse la cabeza, que no le den bola, que es un boludo. Pero mucha gente se confunde, se asusta, son varios los llamados, hay que salir a aclarar. La gente no usa la lógica ni para escribir esos mensajes que sólo dañan en un momento delicado”, cierra Andrés, con el sentimiento que comparte la mayoría de la gente: que no se invente el temor.

Que la cortemos con el que tiene un amigo de un amigo de un amigo de un amigo de un amigo en el Siprosa que le dijo que tiene un amigo de un amigo de un amigo de un amigo de un amigo en el Siprosa que le dijo que hay un montón de casos positivos. El boca a boca no miente: usted, que está leyendo esta nota, como sí pasó con el dengue, ¿tiene un conocido con coronavirus? Al que comparte lo falso, más allá de las intenciones, también los juzgará la Historia o los propios amigos, quienes critican al vivo del grupo de WhatsApp que sabe que tiene a un familiar positivo y que lo mismo hace una captura de un mensaje privado y comparte esa captura y se viraliza la captura de la captura de la captura y de repente todos vemos la captura y algunos hasta la publican. ¿En qué piensa el amigo del amigo que sufre por un familiar? ¿Piensa? No, no piensan, no pueden pensar en el daño que hacen, en el efímero, breve, pero daño que hace. Y para ese daño sí que no hay cura.