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La política en el ruedo: la construcción de las nuevas femeneidades

Opinión

En las últimas elecciones legislativas en Tucumán, ninguna mujer encabezó las listas de candidatos a diputados, pese a la pugna del movimiento feminista por conquistar espacios de poder. ¿Cuáles son las razones detrás de este fenómeno?. Por Laura Giusti.


Género, no es solo lo femenino, sino que existe una redefinición continua sobre su significado. Este abarca las nuevas masculinidades y las nuevas feminidades que se observan, de acuerdo a los cambios de paradigma no solo en la vida cultural sino también en los espacios de decisión y poder

Este continuo cambio de significado encontró en el paradigma reinante en el siglo XXI algunos avances, algunos retrocesos y algunas reproducciones de viejos conceptos en algunos campos simbólicos. Avances como la introducción en la agenda gubernamental de temas que hasta hace un par de años, eran impensables que se discutieran en el seno de la clase política y social -como el matrimonio igualitario o la demanda por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito- temas estos en los cuales podemos coincidir o no, pero por lo menos hemos discutido, y de esta forma mejoramos la calidad democrática de nuestro país.

Al pensar en cuestiones de estos patrones conceptuales (comportamientos y definiciones sociales) que están marcando el nuevo rumbo, es imposible no pensar en la participación política de la mujer y su asimetría con nuestra femineidad, mas allá de las normas legislativas que refuerzan ciertas desigualdades originadas en la tradición misma de la política argentina. Con estas normas (parámetros institucionales) me refiero a la participación de la mujer en paridad de género (Ley Nacional N° 27412) que establece que tanto varones como mujeres deben ir intercalados en la conformación de las listas para el Congreso. 

Este cambio se debió a que espacios de la política más conservadora limitaba el 30% (cupo) al techo de la participación. Este era un reclamo ferviente que se venía escuchando sobre todo en aquellas voces más protagonistas de una nueva forma de entender la política, que aún no es aceptada del todo por los parámetros cultures propios de las mujeres en provincias mas tradicionales.

Tucumán, aun no se ha adherido a esta Ley Nacional a Nivel Provincial, todavía seguimos con la ley de cupo femenino del 30%. Y esto me plantea algunos interrogantes sobre el comportamiento político de las mujeres. ¿somos las propias mujeres que no generamos una acción colectiva para poder encabezar listas a nivel nacional? ¿nos cuesta visibilizarnos en nuestra tarea diaria? Siempre el colectivo feminista puso el ojo en la dominación masculina, sin embargo, no estoy tan seguro de ello, creo que somos nosotras mismas, por una serie de parámetros culturales, las que nos corremos de los lugares, porque entendemos que nuestra lucha no pasa por un cargo sino por la construcción política de entender un país y una sociedad diferente.

Sin embargo, como ciencista político, no puedo dejar de observar las notas de color de las elecciones de octubre que pasaron en relación a la problemática que ponemos en discusión. Fotos que dejan al descubierto algunas reproducciones de la vieja política, nombres de mujeres que forman parte de los hogares de algunos dirigentes, discursos y mecanismos de participación que se activan, promesas de ministerios de la mujer, entre otras cosas. Sin embargo, no me animaría a realizar un análisis prospectivo de qué pasaré con la mujer y la política, porque esto sería tratar de entender las variables que en la política argentina son totalmente impredecibles en su comportamiento. La tarea es DESCONTRUIRNOS permanentemente

Laura Giusti es Licenciada en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y doctoranda en Administración y Políticas Públicas por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Actualmente se desempeña como coordinadora de la Licenciatura de Ciencia Política de la Universidad de San Pablo-T.