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Las 8 claves emocionales para bajar de peso: parte tres

VIDA SANA

Tercera entrega de las columnas semanales escritas por Gerardo Epelbaum, Coach Ontológico Profesional. Hoy presentamos: "El perdón".





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Pensar el perdón es un gran desafio. Perdonar es una acción que va contra muchos de nuestros valores más preciados: el honor y la dignidad mancillados por una persona que nos traicionó y nos provocó un daño no pueden ser negociados por ningún otro valor.

Perdonar vendría a ser en éste marco, una especie de derrota que otorga la victoria a ese otro que me hizo daño.

Para entender los beneficios de la acción de perdonar veamos los efectos de la acción opuesta que es resentir.

¿Que pasa en mi cuerpo cuando habito el resentimiento?

Cualquier malestar o stress genera en tu cuerpo una química que tiende a producir y conservar grasa. Cuando estamos en un estado de ánimo de resentimiento hacia alguien, hacia nosotros mismos o hacia un suceso de nuestras vidas, nuestro cuerpo está en una situación de stress.

Es un stress quizás imperceptible, pero permanente. Cada instante de tu vida está imbuido de ese sentimiento. Ese stress es interpretado por tu mente como una situación que pone en peligro tu integridad física y genera producción de hormonas: adrenalina, cortisol y norepinefrina. Estas hormonas activan la acumulación de glucosa en la sangre y generan hambre. La prolongación en el tiempo de la presencia de éstas hormonas en la sangre genera la destrucción de tejido muscular con el consiguiente daño metabólico crónico.

El daño que el resentimiento provoca en tu salud no es está únicamente relacionado a tu peso y a tu composición corporal. La ira y la agresividad son dos emociones ligadas al estado de ánimo de resentimiento y son muy dañinas para tu salud en general. Cuando permaneces mucho tiempo en emociones de ira se producen alteraciones en la presión sanguínea y problemas digestivos más o menos graves. La ira es una emoción importante para el ser humano ya que nos habilita físicamente para defender nuestro espacio, pero si esta emoción se instala por demasiado tiempo termina alterando nuestra salud. Para impedir esa situación, es recomendable expresar el enojo. Una manera de gestionar la ira sin intentar reprimirla es a través de un ejercicio de tensión relajación muscular y respiratoria.

Mientras inspiro por la nariz con mucha intensidad contraigo todos los músculos del cuerpo y cierro los puños, mantengo la contracción durante unos quince segundos sin  exhalar, y luego exhalo por la boca con fuerza y simultáneamente relajo los músculos y abro las manos.


Diferentes formas del perdón

La posibilidad de reducir al mínimo posible las situaciones de stress está asociada a tu capacidad de perdonar. Hay tres tipo de perdón. Pedir perdón, perdonar y perdonarse.

Desde  nuestra perspectiva la más importante tiene que ver con la posibilidad de  perdonarte: por aquello que dejaste sin terminar, perdónate. Por aquello que no te atreves a hacer, perdónate. Por no poder hacerte cargo de una situación, perdónate. Una buena afirmación para perdonarte es la siguiente: “hice lo mejor que podía en ese momento, me faltaba experiencia y conocimiento sobre mí mismo, la circunstancia me superó. He aprendido de esa experiencia: ME PERDONO“. Respirar profundo varias veces, con los ojos cerrados y repetir esa fórmula dos o tres veces al dia será un gran avance en el camino de perdonarte a ti mismo.

Otra forma del perdón tiene que ver con perdonar al otro, a ese que me hizo daño. Perdonar no significa ni reducir castigos ni eliminar culpablidades, sino simplemente dejar la emoción del resentir e iniciar una nueva etapa: “está claro que tus acciones han resultado en un daño para mí, sin embargo ellas forman parte del pasado y yo inicio hoy una nueva etapa”. Perdonar al otro que me hizo daño tampoco implica ni reanudar relaciones con esa persona ni anular los hechos dañinos, sino recobrar la salud de mis zonas heridas: sanar.
Sanar a través del perdón facilita el hecho de desintoxicarnos e iniciar una nueva etapa con energías saludables. La acción de perdonar es una de las más importantes de mostraciones de inteligencia emocional. Éxitos con ésta clave emocional

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