Hoy todas las fuerzas ya no están en los derechos de la mujer
Hemos perdido la atención en aquello que había convocado la marcha

Imagen tomada de cuestionadetodo.blogspot.com
Una de las mejores estrategias que el poder tiene, será siempre dividir para reinar. "Divide et vinces, divide ut imperes y divide ut regnes", (divide y vencerás, divide y gobernarás, divide y reinarás) fue la frase inspiradora que utilizó el emperador romano Julio César y el emperador frances Napoleón Bonaparte. ¡Qué bonito! ¿No? Pues bien, creo que en esas estamos.
A propósito de la marcha y la controversial "performance", no hacemos más que hablar de ello, mientras hemos perdido la atención en aquello que había convocado la marcha. Voy a insistir en que sospecho que, como siempre, este infortunado incidente, tiene su respuesta correspondiente en una virulenta y ansiosa extrema derecha que, utiliza esta estrategia para dividir y reinar.
Hoy, todas las fuerzas ya no están en los derechos de la mujer; lo están en desagraviar la imagen de la Virgen Maria, o desagraviar a la psicóloga protagonista de la performance. ¿Se entiende?
Como entidad espiritual sublimada a través de la fe, la Virgen y su esencia son inmutables, y las ofensas y agravios no la mejoran ni empeoran, pero todos los católicos que ayer estaban en la lucha, hoy han entregado sus fuerzas a organizar actos de desagravio, misas y cadenas de oración que, sinceramente, y soy creyente, las veo de un candor absurdo. Esos actos les harán bien a ellos, pero no purificaran a los ofensores, hubiera meditado Borges. La otra mitad reinvindica y desagravia a una psicóloga que, me parece, tiene plena responsabilidad de lo que dice y lo que piensa a través de su arte.
Veamos lo del arte. Si una expresión de arte me distrajo, y hablo de ello en el lugar de lo esencial, es que ha cumplido su objetivo. Descreo del arte que no moviliza... Y vos dirás, "pero Ricardo todo debe tener un límite", y coincido, pero no es el estado ni la sociedad quienes deban limitar hasta donde debe llegar el arte, esa es la responsabilidad del artista. Por eso creo, volviendo al comienzo, que los ganadores acá son el poder y esa performance, el poder porque nos ha dividido, esa obra porque sólo hablamos de ella, o de quienes la hicieron que solo querían ser centro y lo lograron.
Creo que se trata de una manifestación carente de gusto, absurda, ofensiva e innecesaria, pero hablar de prohibiciones, sanciones y restricciones es una locura que viene de... Ya sabemos donde.
Estamos creando y alimentando disputas y controversias entre las facciones originales. Contribuimos así al debilitamiento y posterior deterioro de las relaciones entre las facciones de dominados, que eso somos, dificultando alianzas y coaliciones que, de concretarlas, podrían cuestionar el orden establecido.
Se puede manifestar al estilo de cada grupo el mismo reclamo. Afiches, carteles, performances, cánticos, todo es válido, pero no nos dividamos, hay un enemigo oculto detrás de este debate.