"Queremos compartir el placer de la lectura": el innovador emprendimiento de alquiler de libros en Tucumán
Una pareja tucumana lanzó una propuesta ideal para que los lectores más voraces no se queden sin leer en tiempos crisis: un emprendimiento de alquiler de libros que ofrece desde obras de autoayuda hasta la saga completa de Harry Potter. De qué se trata.

Julio y Lucía, los artífices de Páginas en vuelo.
El otro día en una charla de sobremesa un amigo me comentaba con orgulloso entusiasmo y bastante preocupación acerca de la gran afición de su hijo por la lectura. Resulta que el niño había comenzado a leer la saga de Harry Potter y estaba copado, tan copado que se devoró el voluminoso ejemplar en menos de una semana. Esa admiración por el apetito lector de su hijo se transformó demasiado pronto en angustia para el padre: para que el niño pudiera continuar el hilo de la historia le tocaba comprar el siguiente libro (la famosa saga de J.K. Rowling está compuesta por siete gordos y costosos volúmenes) y todavía no le había llegado el resumen de la tarjeta de crédito con la primera cuota del primer libro. A ese ritmo, terminaría crocante de seco. Pero cómo cercenar esa insólita ambición por la lectura old school en tiempos de dictadura de las pantallas. ¿Cómo cortarle las alas a esa imaginativa infantil que recién empieza a despegar hacia la estratosfera de esos universos de fantasía? Páginas en vuelo, el innovador emprendimiento de alquiler de libros de una pareja tucumana, quizás sea la respuesta a esas tribulaciones financieras que hoy aquejan a muchos aficionados a la lectura.
Hace un siglo atrás, el libro era un objeto tan codiciado como de difícil acceso para el común de la gente en Argentina. Así lo demuestra Silvio Astier, el memorable protagonista de la obra de Roberto Arlt “El juguete rabioso”, quien se inicia en la lectura de las novelas de aventuras gracias a los libros ajados que le alquila un viejo zapatero andaluz por algunas monedas. Hoy, aunque compite con otras formas alternativas de lectura (desde los libros digitales hasta las viejas fotocopias), el libro sigue siendo un objeto de culto y de un acceso cada vez más restringido para los menos pudientes. Basta con posar la mirada en los escaparates de las librerías para corroborar lo caras que están las ediciones actuales. Como es sabido, en contextos de crisis económica, los consumos culturales se vuelven un lujo para muchas familias que hacen malabares para llegar a fin de mes. Pero dicen que en chino –vaya uno a saber- la palabra crisis significa también oportunidad y ahí es donde aparecen Julio César Ale y Lucía Villafañe, los protagonistas de esta historia.
Una relación es el resultado de un encuentro y un diálogo entre dos universos personales. Entre las muchas afinidades que Julio y Lucía compartían al momento de conocerse siempre estuvo la del amor por la lectura. Y la comprobación más fehaciente de eso se dio cuando, al momento de decidirse a convivir juntos, decidieron unificar sus bibliotecas. Una vez separados aquellos títulos que se repetían, descubrieron que podían conformar una biblioteca única con alrededor de 300 títulos. Mientras terminaban de decidir cómo acomodar los ejemplares, durante unas vacaciones, surgió la idea de sumar también a otros a esa pasión compartida. “Estábamos de vacaciones en Carlos Paz y se nos ocurrió saliendo de una librería… Viste que cuando salís de viaje, te alejás de los quilombos cotidianos, te relajás y se te ocurren cosas, entonces ahí fue que tuvimos esa pequeña inspiración. Descubrimos que ahí en Córdoba hay algunas librerías que alquilan libros, pero no es algo que se haga acá en Tucumán. Los dos somos muy amantes de la lectura y lo que queremos es compartir ese placer por los libros”, comenta Julio cuya vida laboral, lejos del ambiente silencioso y ascético de las bibliotecas, transcurre detrás del mostrador de una carnicería.
“Yo soy mucho de recorrer las librerías y hoy un libro nuevo cuesta, en promedio, entre $30.000 y $40.000. La idea con este emprendimiento es darle a la gente la posibilidad de leer en formato papel y que puedan acceder a la lectura sin tener que pagar una fortuna. Hay mucha gente a la que le gusta le gusta leer, pero no les interesa stockearse de libros…También hay algunos libros con los que te clavás, lo lees y no te gustan. Con esta opción, a lo sumo devolvés el libro o lo cambiás por otro”, advierte Julio.
Por su lado, Lucía aporta que, gracias a los denominados mapas mentales, también es posible prescindir del acopio de libros: "Nosotros estamos acostumbrados a sacar de cada libro un pequeño resumen, un machete de una o dos páginas, que después nos sirve de referencia de las cosas más importantes que encontramos en cada libro. Creo que ese es el mejor método para tener presentes los libros que leímos, por eso nunca me fue necesario volver a leer un libro. Con ese método que se conoce como de mapas mentales no sería necesario tenerlo al libro en tu biblioteca".
Según explica Julio, los interesados en alquilar los libros pueden acceder al catálogo completo de títulos y ponerse en contacto a través de la cuenta de Instagram de Páginas en vuelo o de WhatsApp al teléfono 3815891518. Una vez completada una ficha con los datos, tal como se hacía en los 90 en los ya extintos videoclubes, los clientes pueden alquilar por todo un mes dos títulos del catálogo al precio de $12.000 (el valor incluye el envío y el retiro de los ejemplares dentro de San Miguel de Tucumán) y tienen la posibilidad de renovarlos cada mes por el mismo precio.
Julio destaca la diversidad de los títulos con los que cuenta actualmente el catálogo, una lista que a su vez se irá actualizando con los nuevos libros que vayan ingresando: “Son más de 300 libros que fuimos adquiriendo con los años, algunos de cuando teníamos quince. Los ejemplares se encuentran en muy buen estado y el catálogo es bastante amplio: hay libros de desarrollo personal (como, por ejemplo, “Ágilmente” de Estanislao Bachrach y “Cómo mandar a la mierda de forma educada” de Alba Cardalda) de autoayuda (como obras de Gabriel Rolón y Jorge Bucay), novelas de grandes autores (como Stephen King, John Katzenbach y John Grisham, entre otros), obras acerca de finanzas y administración de empresas (con autores como Tony Robbins, John Murphy y Alejandro Daniel Romero Maidana) y sagas completas (Harry Potter, El señor de los anillos, Game of Thrones y Los juegos del hambre, entre otras)”.
"Hay muchas maneras de leer, hay mucha gente que lee varios libros en simultáneo y otros que esperan a terminar con un libro para recién arrancar con otro. Creo que este tipo de formato de alquiler de libros está bueno para los nuevos lectores para poder descubrir cuál es su mejor estilo y su mejor manera de leer y poder abordar también géneros nuevos", remarca Lucía.
“Uno nunca sabe con qué se va a encontrar en un libro. Muchas veces, te encontrás con libros que te sacan de tu zona de confort o te inspiran a hacer cosas, a manejar tus finanzas, a invertir, a liderar un equipo de trabajo…”, dice Julio y cuenta que, de la misma forma que un viejo librero avezado en la materia o aquellos cinéfilos empleados de los videoclubes, tanto él como Lucía están a disposición para guiar a los lectores en esas nuevas lecturas: “Nuestra idea es recomendar libros a quien lo requiera y asesorar a la gente que nos pregunte. El objetivo es que el libro sea algo más accesible para todos y no que estés limitado a contar con cuarenta lucas para poder leer algo que te interese… Como se suele decir: su consulta no molesta”.