"Hasta viejitos": la promesa, la adversidad y la historia de amor de Olga y Miguel que conmueve a Tucumán
Hace 55 años atrás se prometían amor eterno. Tras más de medio siglo compartido, bendicen sus votos matrimoniales y le cuentan a eltucumano los secretos de una relación duradera. VIDEO.

Foto: María Meternich.-
Él la mira con dulzura y sonríe. Ella lo abraza, y ambos se besan. Con la libreta de casamiento en mano, acaban de ser bendecidos. Ella le dice que siente una fuerza en su espíritu que potencia el deseo de vivir muchos años más compartiendo su amor.
Es el Día de los Enamorados en todo el mundo. En Tucumán, cientos de personas de la tercera edad celebran el amor en la Casa del Adulto Mayor de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. En ese evento, varias parejas deciden bendecir y renovar sus votos tras años de amor. Ellos brillan.
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Hace 55 años, Olga y Miguel se conocieron. Cuando Miguel la vio, supo que quería pasar el resto de su vida con ella: “Me enamoré y sigo enamorado hasta el último día de mi vida”, confiesa Miguel en diálogo con eltucumano.
Cuando se conocieron, Olga apenas tenía 19 años y Miguel 21. Antes de conocerla, Miguel tuvo una corazonada: sabía que estaba yendo a la casa que marcaría su destino. Él y su ahora cuñado se conocieron mientras estudiaban para la Marina, se cruzaron de casualidad en el tren que volvía de Buenos Aires a Tucumán, y Miguel fue invitado a la casa de Olga. “Fui a su casa y después no me podían sacar, y no me sacaron más”, cuenta.
En cada visita se enamoraban más, hasta que decidieron hacerse novios. Olga sentía que Miguel era el amor de su vida: “Éramos tan chiquitos, y le pregunté si estaríamos juntos hasta viejitos. ‘Sí, hasta viejitos vamos a estar los dos’, me dijo. Y acá estamos”.
Las adversidades no faltaron en esta historia de amor. Miguel era parte de las Fuerzas Armadas y debieron mudarse a la zona austral de nuestro territorio. “Estábamos solos. Yo a veces tenía que hacer guardia y volvía al otro día, y ella estaba encerrada con el frío y la nieve. A veces me mandaban a la Antártida y, en las buenas y en las malas, ella tuvo que hacer de madre y padre. Pasaban tres o cuatro meses sin vernos”, cuenta Miguel y agrega: “Allá no había diversión ni nada, porque no existían las fábricas que hay ahora. Ella decía: ‘¿Qué hice yo para venirme acá?’”.
Olga, por su parte, recuerda esa etapa de la vida con amor: “Durante 15 años vivimos en Ushuaia. Ahí hicimos nuestro nidito de amor. Todo fue una bendición para estar juntos. No es fácil, pero estar solos y unidos en la isla nos ayudó mucho. Hoy nos seguimos apoyando en los achaques de la vida que vienen con la edad”.
El tiempo le dio la razón a Olga. El nido de amor sigue creciendo en Tucumán y, con dos hijos y siete nietos, disfrutan de la vida en pareja. “Estamos los dos solos porque mis hijos ya viven en otro lado. Nos gusta que nos visiten, y después quedamos tranquilos. Acomodamos, vemos tele y hablamos de todo. Tenemos diálogo. Nos acompañamos: él me acompaña a comprar ropa porque sé que me va a decir la verdad. Lo rutinario es lindo”, dice Olga. Por su parte, Miguel agrega: “La vida es linda y hay que disfrutarla. Nos cuidamos y nos amamos”.
Los consejos de pareja de Olga y Miguel
Hay quienes sueñan con una historia de amor que dure toda la vida, pero no es fácil. Según esta pareja, que ya lleva más de cinco décadas juntos, la comprensión y la colaboración mutua son los pilares de una relación. “Tiene que haber comprensión y respeto. Cuando uno levanta el tono, el otro tiene que bajarlo. No debe haber la violencia de género que se ve en la televisión. Hay que dar una vuelta a la manzana para pensar. Toda la violencia tendría que disminuir un poco. Yo pienso: ¿cómo puede ser que no haya respeto?”, dice Miguel.
Además, la pareja no deja de compartir con sus seres queridos. Salen con amigos, disfrutan de sus nietos y participan en los eventos de la Casa del Adulto Mayor. “La vida es linda, hay que vivirla y disfrutarla. Pasa rápido. Parece mentira que llevemos 55 años de casados. Lo que Dios ha unido, que el hombre no lo separe. Muchos me dicen que me modernice. Yo les digo que no me modernizo y sigo con esta idea”, manifiesta Miguel.
“Si metemos la pata, la metemos los dos. No nos echamos la culpa, porque ahí viene la discordia”, agrega Olga.
Seguimos enamorados , obvio que no es amor de joven, pero nos comprendemos en todo. Pasan los años y nos ayudamos y tratamos de vernos bien y colaborarnos en la salud.
Mirá el video y conocé a los protagonistas de esta historia de amor: