Último martes 13 de 2024: rituales para atraer la buena y "sobrevivir"
Te presentamos algunas recomendaciones por si eres una persona supersticiosa.

(Foto: Pixabay)
El último martes 13 de 2024 se acerca, y con él, una serie de creencias y rituales destinados a protegerse de la "mala suerte" que muchos asocian con esta fecha. Este año, el martes 13 de agosto se presenta como una jornada marcada por la superstición, en la que muchas personas se preparan para enfrentar lo que consideran un día de malos augurios.
Limpieza energética del hogar
En el último martes 13 de 2024, uno de los rituales más populares para contrarrestar la "mala suerte" consiste en realizar una limpieza energética del hogar. Este proceso se enfoca en eliminar las energías negativas y atraer vibraciones positivas al entorno. Para llevarlo a cabo, se recomienda barrer toda la casa desde el fondo hacia la puerta principal, utilizando una escoba y visualizando cómo se expulsa la energía negativa. Luego, se procede a limpiar los pisos con agua mezclada con limón o vinagre. Finalmente, se esparce sal marina en las esquinas de las habitaciones para proteger el espacio de influencias indeseadas.
Amuleto de buena suerte
Otra recomendación para el martes 13 de agosto es la creación de un amuleto de buena suerte, que se cree ayudará a contrarrestar las energías negativas asociadas con esta fecha. Para hacerlo, se coloca una moneda dorada dentro de un vaso con agua y se deja reposar durante toda la noche. Es ideal que la moneda esté expuesta a la luz de la luna, ya sea en el exterior o cerca de una ventana. A la mañana siguiente, la moneda se ata con una cinta roja y se lleva consigo como un talismán protector.
Ritual de protección personal
El martes 13 también es un día en el que se recomienda realizar un ritual de protección personal, especialmente si se desea fortalecer el campo energético. Para ello, se necesitan una vela blanca, una piedra protectora como el cuarzo o la amatista, y una hoja de laurel. En un lugar tranquilo, se enciende la vela blanca, que simboliza pureza y protección. Luego, se toma la piedra y la hoja de laurel en las manos, pidiendo protección y visualizando un escudo de luz que lo rodee todo. Finalmente, se quema la hoja de laurel en la llama de la vela para sellar el ritual, guardando la piedra en un lugar cercano para mantener su influencia protectora.