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"Es difícil despegar el trabajo de tu vida personal": Franco, el periodista de exteriores que pone el cuerpo en eltucumano.com

Día del trabajador

Cada mañana Franco Carletto se levanta, prepara el micrófono, el celular, la mochila y sale a la calle. Es quien pone la cara y la voz para informar sobre lo que acontece en Tucumán. Con su vasta trayectoria, cuenta en una charla intima su momento más difícil y reflexiona sobre la praxis periodística. Video.

Franco Carletto en un móvil para eltucumano.com.-





Cada mañana Franco Carletto se levanta, prepara el micrófono, el celular, la mochila y sale a la calle. A veces el sol pega fuerte y el aire se hace denso en una humedad insoportables. Otras, el frio y la lluvia hacen desear estar debajo de las colchas. Franco sale igual, prende la cámara para hacer un vivo para eltucumano.com o se pone en contacto con los conductores de FM latucumana 95.9, e informa lo que acontece en nuestra provincia. Franco Carletto es quien nos da las noticias recién salidas del horno y, también, quien las espere y las busca pacientemente.

“Me gusta decir periodista de exterior más que movilero porque es un oficio, somos periodistas”, afirma sobre su labor de cada día y reflexiona sobre el mismo en una charla intima previa al Día del Trabajador. “Es un oficio castigado, precarizado y muy sacrificado. Yo siempre digo que el periodista de exteriores está expuesto en toda su totalidad: pone la voz, pone su nombre, pone la cara, el cuerpo, y además pone el capital más importante de un periodista que es la credibilidad, y yo considero en los años que llevo haciendo esto no hay un lugar donde el periodista exponga más su capital que en el periodismo de exteriores porque es un terreno donde hay poco margen para rectificar. Uno pone su cara, su voz, su nombre que es su marca”, sostiene.

Franco es, de alguna manera, la cara visible de eltucumano.com, los lectores lo reconocen en las calles y saben que es un medio para poder exponer aquello que quiere gritar a todo Tucumán: “La gente ve en el periodismo el canal para vehiculizar su enojo, me pasa en la calle que me gritan, me llaman y me dicen ‘vos sos de eltucumano, yo me tengo que quejar de algo, anota mi número’”, cuenta. “Yo soy partidario de que no todo es noticiable, no todo se puede contar, hay que analizar que es digno de contar, pero si te pasa que la gente te da su número y te pide que los llames”, agrega.

Franco tiene muchos años de ejercicio en el periodismo: “Es gratificante cuando logras hacer de tu nombre una marca porque hay muchos chicos muy jóvenes que están haciendo periodismo para redes sociales y radios y, en los medios institucionales donde tenés que pagar derecho de piso, te llaman por el medio en el que trabajas, no te llaman por tu nombre, y es muy gratificante cuando te llaman por tu nombre”, asegura.

Pero también hubo veces donde su nombre (o el del medio) no fue bien recibido y fue sometido a la censura, así, Franco recuerda el día que estuvo en una lista negra en el contexto de una visita del entonces candidato a presidente Javier Milei a Tucumán. “Éramos tres periodistas y la prensa de Bussi los hace pasar y a mi me dicen ‘no, no, vos no pasas’”, cuenta y agrega sobre la otra cara de la libertad de expresión: “Es muy común, a veces te escriben por mensaje gente con cierto capital de poder para decirte ‘che, vos publicaste algo en Twitter, por qué’”. 

Con sus años de experiencia, Franco se permite reflexionar sobre su oficio: “Una de las cosas más difíciles es el vinculo con la fuente, yo siempre les digo a los chicos que están en Casa de Gobierno que es un vinculo que se construye con el tiempo, y que lo tenés que cuidar, pulir y sostener en el tiempo. Construir un vinculo con la fuente te puede llevar años, pero destruir el vinculo lo podés romper en menos de un minuto haciendo un movimiento en falso, y te quedas sin la fuente de información y, para nosotros que estamos en exteriores es muy importante porque nosotros estamos en contacto directo con la información, lo que se publica en eltucumano.com es un proceso que se hace con información que se genera en exteriores”.

Una de las revelaciones de Franco es que detrás de cámara la realidad es otra: las tensiones no son tantas, pero también hay información que debe esperar su tiempo para salir a la luz y, con esa responsabilidad, debe vivir el periodista de exteriores. “Tiene que ver con qué tipo de periodismo queremos hacer, hay gente que lo tira y se rige por la tiranía de la primicia, y yo sigo aferrado a la idea de que la mejor noticia es la que se cuenta mejor, no la que se cuenta primero. Con ese criterio yo me manejo y, gracias a eso, puedo mantener mi vínculo con la fuente”.

El trabajo en exteriores es, además, un encuentro con los colegas: entre ellos se ordenan, se aconsejan y forman comunidad. Puertas adentro se dicen las cosas que hay que decir, “se advierte sobre las buenas prácticas periodísticas y se sigue el camino como siempre”.

En su vasta experiencia, a Franco le toco cubrir uno de los casos más duros y aberrantes: la búsqueda del cuerpo de Benjamín, el niño que se encontraba desaparecido desde hace un año y había sido asesinado por su padre. En ese momento, Franco se subió al auto de la colega Mariana Romero y, junto a las abuelas de Benjamín, se dirigieron rumbo a Atahona. “Mariana dio a conocer el caso, nosotros estábamos cubriendo la declaración de los jugadores de Vélez, y ella nos cuenta ‘chicos, le podemos grabar un video que diga dónde está Benjamín’, nosotros lo grabamos, lo pasaron en su programa, después nos contó el caso y ha sido muy rápido porque se ha viralizado la historia y se ha movilizado bastante rápido la justicia. Ha tenido un final trágico”, cuenta sobre el momento en que se enteró del caso. Él no sabía que luego le tocaría presenciar el allanamiento y ser testigo del terrible desenlace: “Ha sido un momento muy especial, estábamos desde temprano en Atahona con la familia, viajamos en el auto con las dos abuelas, ellas nos contaban un poco sobre la historia del matrimonio, una historia marcada por la violencia, la marginalidad, la verdad que ha sido un momento durísimo”.

“Es difícil despegar el trabajo de tu vida personal”, admite. Y es que después de un día largo de trabajo, Franco se lleva todas esas historias, todos esos pesares a su casa. “Hace dos semanas tuvimos una batería de malas noticias, una movilización de jubilados que te decían que ya no podían comprar en la verdulería. Es muy difícil despegarse de eso. Uno tiene contacto directo con la gente y la historia y eso te marca lo que viene después”, sostiene.

Carletto vive el periodismo con responsabilidad y se permite opinar sobre la ética profesional de quienes, por unos likes, no respetan la integradad y el cuidado del otro: “El periodista en cuanto a formador de opinión tiene una responsabilidad”, afirma.

Mirá la entrevista completa y conocé el trabajo de un periodista de exteriores. ¡Feliz día del trabajador!