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"Un momento de resistencia y de lucha": enseñar cada día con sensibilidad y análisis crítico

Día del trabajador

Claudia Montoya lleva años formando trabajadores sociales en la universidad, un trabajo que trasciende las aulas: “Este primero de mayo nos tiene que encontrar en espacios donde podamos generar una reflexión crítica y colectiva”.

Foto Filosofía y Letras UNT.-





Bajo un sol otoñal, un grupo de estudiantes observa una pizarra y a tres docentes en el mástil del Centro Prebisch, ubicado en la Avenida Benjamín Aráoz al 800 de la capital tucumana. Se trata de una clase pública organizada en un contexto de lucha en defensa de la educación. Por esta vez, todo aquel que pase por allí puede ser participe de la clase de Trabajo Social con Grupo. Una de las docentes toma la palabra y luego organiza una actividad grupal, se acerca a cada uno de ellos y explica nuevamente la consigna, escucha los aportes, sugiere, supervisa.

La docente se llama Claudia Montoya y forma parte de la cátedra desde el 2008, cuando siendo estudiante rindió un concurso para convertirse en auxiliar estudiantil. Su sueño era ser trabajadora social, pero en ese momento también inició el arduo camino hacia la docencia. Hoy forma futuros trabajadores sociales en la Universidad Nacional de Tucumán.

En diálogo con eltucumano, Claudia sostiene que el contexto de crisis actual le recuerda a la época en la que ella empezó su carrera universitaria. Con la sensibilidad que caracteriza a los trabajadores sociales, Claudia se interesó por la cuestión social y, además de docente, se formó como investigadora. Cuenta que la formación de trabajadores sociales implica un aspecto conceptual, teórico, pero también espacios de trabajo con la comunidad y, en este caso, con la comunidad tucumana: “Trabajamos con personas con discapacidad, con personas adultas mayores, con los movimientos y organizaciones sociales, fundaciones, centros para las niñeces, que nos permite llegar desde la práctica de trabajo social con grupos a un espacio de formación pre profesional, vamos integrando los aspectos conceptuales con lo que la realidad nos va presentando, eso implica un desafío importante”, afirma.

En el aula, Claudia genera un espacio de trabajo teórico con sus estudiantes. Luego salen de allí para involucrarse en la sociedad. Visitan centros comunitarios, organizaciones e instituciones que bregan por los derechos de los más desprotegidos y necesitan de la intervención de trabajadores sociales. Allí, Claudia supervisa a los futuros profesionales que, dentro de pocos años, serán los encargados de llevar adelante un trabajo comunitario. Además, participa de espacios de investigación: “algunos vinculados a la cátedra, y otros que tienen que ver con la teórica social en términos generales que permitan aportar a la formación en relación con aspectos como la pobreza, lo que aparece en lo cotidiano, y de herramientas para la intervención”.

Claudia tiene una mirada dulce y reflexiva, piensa en su primer día de trabajo en esa misma facultad. Recuerda que sintió ansiedad y miedo ante el desafío de ser parte de una cátedra que le generaba interés. “Mi primer día de trabajo como docente implicó un compromiso, muchos sueños de poder construir en esos espacios mucho de lo que yo había aprendido en mi trayectoria formativa”, confiesa. 

“Hoy tengo los mismos desafíos, quizá ya no tengo tantos miedos, la experiencia me fue dando la posibilidad de entender que esos espacios de enseñanza, aprendizaje y construcciones criticas se hace con otros y otras, y no es el docente el único que sabe todo y va a determinar qué línea de pensamiento van a tener sus estudiantes, sino que eso tiene que enriquecerse en cada espacio áulico que vamos generando como equipo de catedra; ahí también se genera análisis crítico, debate, proyección”, reflexiona Claudia ante el desafío de ser docente hoy.

La convicción se hace sentir en las palabras de la docente, quien fundamenta que la formación de trabajadores sociales en la Universidad Nacional de Tucumán es importante para la provincia. Según sostiene, allí se forman los profesionales que luego trabajarán en instituciones públicas y privadas, quienes serán parte de cuerpos docentes, de gabinetes escolares, quienes aportarán en la defensa de los derechos del niño y participarán en la construcción “de nuevas formas de generar una organización social”.

“En nuestro caso específicamente como trabajadores sociales que estamos formando a futuros trabajadores sociales, nos permite tener una universidad que va generando todo el tiempo contenido en diálogo con los avances de la teoría social, pero también en relación con los debates de lo que ocurre en la realidad , en relación a la pobreza y muchos aspectos que nos permiten ir generando nuevas estrategias de intervención elaborados tanto en los espacios de formación académica, como en los espacios de intervención comunitaria”, afirma Montoya.

Claudia piensa en el contexto de la pandemia por Covid - 19 y como ese momento de aislamiento social fue clave para valorar y conocer los aportes que hizo la universidad, tanto en términos sanitarios como educativos: “Eso nos permitió dimensionar la importancia de la universidad y sus aportes al día a día”.

Cada día de cada semana, Claudia y un sinfín de docentes tucumanos trabajan en pos de la construcción ciudadana y la formación de distintos profesionales. Claudia piensa en este Día del Trabajador y reflexiona sobre la lucha por la defensa de los derechos laborales: “Este primero de mayo nos encuentra nuevamente en un momento de resistencia y de lucha, pero que si tiene una connotación en relación con el gran avance que está teniendo este gobierno en pocos meses sobre nuestros derechos económicos y democráticos. En ese sentido, este primero de mayo nos tiene que encontrar en espacios donde podamos generar una reflexión critica y colectiva que nos permita resistir, pero también generar instancias de proyección y de alianza en contra de esta avanzada hacia nuestros derechos”, sostiene.

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