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Un día como hoy fallecía José Posse, exgobernador de Tucumán: ¿Quién fue?

HISTORIA

¿Qué hizo por Tucumán? En 1906 pasaba a la inmortalidad el amigo más íntimo de Sarmiento, gobernador de esta provincia de 1864 a 1866.

José Posse y Domingo Sarmiento.





En estas últimas semanas, la llamada Coalición del Norte ha tocado algunas veces este sitio de noticias. Entre los hechos históricos más mencionados, contamos la Batalla de Monte Grande o de Famaillá, evento que dio por resultado histórico la caída de la liga que pretendía enfrentarse al régimen rosista allá por 1841, como así también la sangrienta muerte de Marco Avellaneda, decapitado y despellejado, con su cabeza clavada en la plaza independencia durante tres días.

Y la efeméride de este domingo, remite también a esta etapa de la historia argentina y tucumana, pues hablaremos de don José Posse, tucumano que gobernó la provincia desde el 10 de abril de 1864 hasta el 10 de abril de 1866. También había formado parte de la derrotada Liga del Norte.

Posse nació en marzo de 1816, a pocos meses de la declaración de independencia argentina. Fue comerciante, periodista y político. Partidario del gobierno de Alejandro Heredia, y elegido diputado provincial durante dicho mandato (el cual terminó con su asesinato).

Durante su participación activa de la Liga del Norte, sin embargo, no fue parte de la batalla de Famaillá, ya que se habría encontrado de viaje en Mendoza por su oficio de comerciante. Aquí, sin embargo, formó parte de una –fracasada- revolución contra el caudillo cuyano Aldao. En su escapada a Chile se encontró con quien se convertiría en su mejor amigo, también exiliado, el padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento. En el archivo personal que se conserva del expresidente argentino, las cartas que se intercambiaba con el tucumano son de las más frecuentes y preciadas.

Tras la caída de Marco Avellaneda, Celedonio Gutiérrez, hombre de confianza de las tropas federales, tomó la gobernación de Tucumán en 1841. En 1844 autorizó el regreso de Posse a la provincia, quien fundó “El Conservador”, medio de comunicación oficial del gobierno federal. 

Las relaciones con Gutiérrez crecieron, muestra clara de ello es que asumió algunos cargos públicos como defensor de pobres y menores y ministro de gobierno. Más tarde instigó el fusilamiento de Crisóstomo Álvarez, como así también el derrocamiento de Celedonio. Sus primeros pasos a cargo de la provincia fueron durante el gobierno de José María del Campo, ejerciendo como gobernador delegado. Tras la renuncia del sacerdote al cargo, asumió provisoriamente el manejo de Tucumán mediante elecciones en 1866.

José Posse, como buen amigo y compinche de Sarmiento, puso énfasis en la educación: creó la Inspección General de Escuelas, modernizó el Colegio Nacional, fundó oficialmente una academia de música y dibujo, y logró un aumento del número de niños que concurrieron a las escuelas. Instaló el primer pararrayos, levantó un teatro y mejoró la imprenta de la provincia. Además, redujo el déficit en el presupuesto.

En cuanto a las guerras del Paraguay, durante este período de Posse se reunió y envió un contingente de hombres al Ejército Argentino, columnas dirigidas por Segundo Roca, padre de Julio Argentino.

Su gobierno se sucedió por el de su primo Wenseslao Posse. La vida le continuó como juez, camarista y periodista. Se opuso al intelectual Paul Groussac, y convenció a su amigo Sarmiento de que era él debería dirigir dicha institución a nivel nacional y no el Francés. El periodista Carlos Páez de la Torre hacía público hace unos años el efusivo pedido que le hacía a Sarmiento, poco antes de ser nombrado director de dicho colegio:

“Si se ha de crear la inspección de correos por acá, la de escuelas, una oficina de estadística, nacionales, u otro destino en algo que pienses fundar por estos mundos, te acuerdes de mí. Necesito eso para tener de qué vivir, y como pararrayos contra los bárbaros. Envejecido en la vida pública, ya no estoy para buscar otros caminos, ni vida tengo de repuesto para empezar de nuevo otra carrera”.

Nunca quiso aceptar un cargo en Buenos Aires. Sus últimos años de vida los pasó en Tucumán rodeado de su familia, aunque totalmente ciego. Murió el viernes 28 de abril, pero de 1906.