Top

Vipisita: "Ya no veo al arte como descarga de lo que me hace mal"

Música

En una extensa entrevista, la música tucumana nos cuenta en profundidad lo que fue transformarse en música, su experiencia en el teatro y el comienzo de una nueva etapa musical que comenzó con su último show. | Por Jerónimo Cipriani

Fotografía por Agostina Pedrini





Vipisita es un proyecto musical en solitario con personalidad íntima y minimalista que fusiona elementos de la canción folk y el pop indie, con la guitarra y la voz como pilares fundamentales. Después de un exitoso show una semana atrás en Magic Music Box, me encuentro con la cantante para conocer qué hay detrás de su historia, cómo se desarrolló todo y lo que sigue para adelante en su carrera.

-Arrancás por el teatro, ¿no?

-Soy intérprete dramática, terminé la Facultad en 2022. Empecé como a los 15 con talleres. Me pasaba que me gustaban muchas cosas, jugaba al tenis. En mi familia todos jugamos todos al tenis, estaba inculcado desde chicos y era como dedicarte a eso. Pero nunca he sido constante y empecé teatro y nunca en la vida falté. Yo iba al Santa Rosa y es mucho de la expresión, capaz la gente no se lo imagina, pero ponele en música, teníamos que hacer videos inventando una canción, por ejemplo. No sé si ha sido en mi año, pero en mi curso hay varias artistas. También teníamos la fiesta de la Francofonía y había que hacer afiches, murales, coreografías. Todo el tiempo siento que te estaba estimulando por ahí el colegio. O El día de los Colores" y había que hacer un sketch, o el último año teníamos que hacer una obra. Siento que sí me ayudó.  

-Me imaginaba absolutamente lo contrario en el Santa Rosa. 

-Mi grupo de amigas también siempre ha sido muy de actuar sin darnos cuenta. En los recreos era “juguemos a Casi Ángeles" y de repente estás actuando. Cuando empezamos a cumplir 15, se usaba hacer videos y para mi primera amiga que cumplió 15 con las chicas le armamos un sketch" y nos juntamos con una chica que se trabajaba en audiovisual. Eso ha sido mi primer rodaje: yo con 14 años, todo un día de rodar y de actuar y de cagarse de risa. Te juro que ahí he pensado: "me quiero sentir así toda la vida". Lo cual era una flashada porque cuando era chiquita era muy tímida y muy retraída. Aparte en mi familia son todos abogados, es como nada que ver. 

-¿Y como fue el giro para terminar dedicandote al teatro?

-Estando en un retiro espiritual de Semana Santa, me pasó que te separan en grupos con gente desconocida, y era todo el mambo de contar de vos y de que querías hacer. Toda la vida dije que iba a estudiar medicina, porque sí me gusta la ciencia naturales. Y bueno, los coordinadores preguntaban, cuestión que digo que “me gustaría ser actriz, pero bueno, no, voy a hacer médica”. Ahí me empiezan a preguntar por qué, y yo nunca me había preguntado por qué no. Simplemente porque eso no podía pasar. Ahí conozco una chica que iba teatro, ella me dijo que me iba a pasar un número y de ahí fue que empecé las clases y no dejé nunca.
Iba al taller cerca del mástil y yo vivía en el en el centro. Me tomaba el colectivo y estaba de vuelta a las 11 de la noche. Ahí he conocido gente que me hacía sentir bien. Después la facultad era otro tema, era "hija, ¿qué vas a estudiar? Yo lo decía "teatro" y me decían "pero y ¿qué más?" Uno intenta que no le importe, pero....

-Y a la música, ¿cómo llegaste?

-Agarré la guitarra por primera vez a los 8, por ahí, pero no prosperó mucho. Me gustaba, pero en un momento el profesor la dejó de ir a mi casa, no ha durado mucho.

-¿Cuán poco duró?

- Muy corto, ha sido como una aparición breve de la música. Mi mamá es como cero arte, pero a la vez, creo que en el fondo siempre ha querido. Es como que está reprimido de alguna manera. Un día ella dijo “bueno, vamos a empezar guitarra”. Éramos mi hermano, mi mamá, yo, y el profesor que venía a la casa. Como mucho fueron dos o tres meses y un día se cortó.
De ahí lo olvidé hasta los 18. Empecé tímidamente y ni a ganchos pensando cantar, yo decía: "Voy a seguir guitarrista".
Me hago amiga de un chico que se llama Santiago, que ha sido muy importante porque me ayudó mucho. Él canta súper y toca bien guitarra. Nos hemos empezado a juntar, nos hemos hecho amigos y todo empezó con: "He, hagamos un cover". Estaba muy tímida y muy insegura. Hemos pegado muy buena y nos empezamos a juntar todas las semanas, todos los días. Hemos empezado a subir covers. A mí me servía mucho estar con él, porque aprendía muchísimo y porque me daba mucha seguridad.
Empezó primero por las redes y después hemos tenido nuestro primer bar tocando en Pura Vida, creo que en 2018. Duró un año o dos quizás eso, después por alguna u otra razón se disolvió. Él se fue por su cuenta y yo sola no me animaba ni a ganchos. “Si no lo hago con él, no lo hago", chau. He tenido una crisis después que me he separado de él. Ahí fue como "vendo la guitarra", si ya no la toco, no hago nada.
Cuando llega la pandemia, al principio, crisis como todo el mundo. Pero ahí fue cuando empecé a escribir. Yo y mi guitarra, en mi cuarto.  

-¿Te acordás como surgió ese momento querer hacer una canción?    

-La primera canción que hice fue 'Luna en Leo'. Estaba pasando por unas cuestiones del corazón y había cosas que no me salían decir. No podía hablarlas. Yo escribía muchos textos para descargarme, no para que alguien los leo, sino tipo un diario. En eso que escribía, un día agarro la guitarra y digo, "a ver, ¿cómo diría todo esto que siento en una canción?". Así surgió me acuerdo: en mi cuarto, con la guitarra y con el cuaderno más o menos ordenando las ideas. Jugando en realidad, porque tampoco es que he dicho, voy a hacer una canción para mostrarle al mundo, no. Fue como, “a ver, ¿cómo me va con esto?”.
Después, en 2021 cuando todo se pone un poco mejor, me invitan a una suerte de festival en La Coupole. Yo no tocaba desde 2019,  la última vez habían sido con Santi. "Aguántame unos días y te confirmo”, dije. El "aguantame unos días" era para ver si me animaba. Después pensé, qué es lo peor que puede pasar, que salga todo mal y ya está, la gente se lo va a olvidar. Entonces dije "dale". He tocado muchos covers y  dos canciones mías. Desde ahí ha sido el descubrir de ese mundo nuevo de la composición.

¿Te acordás de qué escribías?

-Mis primeras composiciones eran de descarga, reclamo o por ahí. Creo que cuando empecé a componer estaba atravesando en mi vida un momento donde no me salía comunicar mis sentimientos o lo que me pasaba de manera clara. Siento que mis primeras composiciones se han ido para ahí a lo reflexivo, me sale decir reclamo.

- ¿Reclamos a qué o a quién?

 -No sé si a mí o a alguien en particular. Era, “no te lo puedo decir en palabras, te lo voy a decir en una canción". Yo sentía, "esta letra le tiene que cambiar la vida a la persona que lo escuche", algo con lo que hoy en día no estoy de acuerdo.

 -¿Te parece pretencioso?

-Claro. A la vez hacía lo que me salía y pensaba "esto tiene que estar bien bueno". Hoy estoy mucho más relajada y hago lo que me sale y me gusta. Siento que ahora me estoy divirtiendo muchísimo más en las composiciones. Estoy también en otro momento de mi vida, estoy mucho mejor. Obviamente, he madurado y he crecido, entonces como que ya no veo tanto al arte como descarga de lo que me hace mal, sino como un "me voy a divertir".
Tengo canciones muy tristes, porque las he necesitado y tengo otra que me dan ganas de bailar. Lo hago como un juego, pero no por juego significa informal. Honestamente, tengo la suerte de que me sale bastante rápido, y si me lo propongo, puedo hacer una canción en un día, en unas horas. Capaz que está malísima, capaz que no, pero la mayoría de mis canciones las he hecho así. Ninguna tiene mucho proceso.

-¿No te detenés luego para transformar algo de lo que salió al principio?, por ejemplo, para buscar una palabra mejor para sustituirla por otra.

-Las palabras sí me importan mucho. Generalmente es guitarra y voz. Empiezo a tirar una melodía y no siempre queda lo primero que me sale porque a veces no está bueno. Sí siento que me dejo ser libre en el sentido de que tiro tiro tiro hasta que algo me gusta. También soy bastante meticulosa en cada palabra que digo, cada una me tiene que gustar, nada está puesto porque sí.

-Viniendo del teatro, me resulta llamativo cuando hablabas de inseguridad, porque supongo que en el teatro es más complejo enfrentar el desafío escénico. Sospecho que hay un contacto fortísimo con el público. 

-Iba por la cuestión de cantar. Hasta el día de hoy, no sé si te digo "soy cantante". Esto hablaba con mi viejo ayer a la noche y le decía: "hago lo que me sale, soy actriz y tengo la suerte de que afino".
Tengo que estudiar canto, hoy en día es mi trabajo, es mi profesión y algún día voy a vivir completamente de esto. 

-Si Mercedes Sosa y Frank Sinatra hicieron canto hasta sus últimos días... 

-Es que es lo que hay que hacer. Me lo digo a mí misma porque no lo estoy haciendo. 

-¿Finalmente la música terminó tomando tu vida y desplazando un poco desplazando al teatro?

-Me estoy dedicando a eso también. El año pasado estuve de viaje todo el año. No estuviste haciendo música, pero sí estuve tocando en las calles de Norteamérica, me gusta el arte callejero.

-¿Se ganaba?

- Sí, re, ponía la funda de la guitarra y la gente me re bancaba. Había buenos días. Estuve trabajando en un estado que se llama Maine, cerca de Nueva York, después me fui a Miami a pasear.    
Por suerte, había dejado canciones grabadas antes de irme. Estaba laburando con Mario Corronca y teníamos unas canciones. Después con Juan Castelli también. Creo que salió la de Mario, más tarde salió una colaboración con Javi Nadal para su disco y más tarde la de Juan.
El año pasado fue más musical a la distancia un poco y el año anterior estaba laburando mucho en teatro, estaba haciendo obras. Estaba dirigiendo y también hacía stand-up. Todos los fines de semana tenía una fecha, un show de stand-up o una obra. Estuve laburando todo el año con eso, me ha ido súper bien. Cuando estoy concentrada, si puedo hacer las dos cosas, ahora estoy haciendo las dos cosas.

- Me parece que tu música recibió una buena respuesta de la gente, ¿qué pensás vos?

-Creo que se siente identificada con mis canciones, o es lo que yo quiero creer. En este momento que estoy iniciando, me acompaña mucha gente que me conoce desde siempre. Pienso que lo hacen porque ven que me interesa, que estoy profesionalizándome. Les debe generar ganas de ir a verme, ganas de escuchar. Pero sí me ha pasado con gente que yo no sé quién es me diga, "he llorado con esta canción". Después del show del sábado me ha pasado de gente que me ha dicho "has tocado fibra que ni yo sabía que tenía". Que una persona me diga eso es una banda.

-Hay algo interesante pasando en Tucumán, ¿no?

-Creo que está está buenísimo lo que está pasando, hay de todo. Siento que nos tenemos que hacer cargo, de hecho siento que sí lo estamos haciendo, y seguir creyendo en que se puede laburar un montón con esto. Lo digo porque lo digo un poco para mí, tomar consciencia de que esto es muy en serio. Y hacerlo así con esa responsabilidad que requiere.
Estaría bueno que de alguna manera intentemos llegar a más público porque siento que hay veces que nos vamos a ver solo entre nosotros. En mi familia, ponele, me pasa mucho de escuchar a  mis primos decir "acá no hay nada", o "todo lo que hay acá..." tal cosa. No es así, acá hay una banda y la gente que no está en el ambiente no sabe porque justamente no se involucra. También sí creo es nuestra tarea ver la manera de involucrarlos.

-Pienso igual. También estoy de acuerdo con que muchas veces nos vamos a ver entre amigos. Parece que a la gente no le gusta ir a ver qué onda. A veces te puede no gustar el disco o lo que está grabado, pero en el vivo puede pasar otra cosa. A la inversa también. Sinceramente lo pienso como una especie de esfuerzo para apoyar lo que está sucediendo. Voy a ver una banda porque suma una entrada más que se vende. El público es importante para que la escena crezca y me resulta extraño que quienes hacen música no sientan el interés de apoyar la movida yendo a ver recitales.Que hayan nacido varias productoras, sellos y aparezca hasta el rol de manager para apoyar los proyectos es algo que habla por sí mismo. Ahora está Marcos Martín trabajando con vos, ¿qué tal?

- Yo estoy muy contenta de estar trabajando con Marcos. Yo me juntaba con él hace mucho tiempo, charlábamos y le decía: "Me siento sola", pero no porque "ay no me van a ver" o "no me escuchan", sino porque yo tenía que hacer todo. Organizar la fecha, cantar las canciones, arreglar presupuestos. O sea, siento que sí se puede porque hay mucha gente que lo hace, pero si estás en un equipo es más fácil.

-De todos modos, es la energía dividida y la diferencia de estar con Marcos, es que  él está pensando 100% en eso, es una tarea principal. Arrancaron bien.

-Nuestro gran primer proyecto era la fecha del sábado que fue zarpado. Es una noche que no me voy a olvidar nunca. Ahora tenemos una reunión para volver a charlar. Estamos súper contentos porque de verdad ha salido muy bien. Fueron como 100 personas literal. Obviamente que por ahí uno dice "no me importan los números", pero está tremendo. Voy a que si hubiesen ido 30 personas, hubiese sido igual de importante. Pero sí es algo que me llama la atención y digo "hay 100 personas que confían en mi proyecto".
Me tengo que hacer cargo de eso, todos los días estoy entendiendo un poco más que es mi laburo. El sábado ha sido como una caída de ficha. Me voy a dedicar tarde o temprano y voy a tener que ser paciente.

 -¿Planes futuros?

-Los planes con Marcos son grabar, también queremos hacer giras. Ese es un gran objetivo. Por el norte o por el país. Por donde se pueda, pero hacer gira. Expandir el proyecto en cuestión de público, que la gente me conozca.
Aparte, vamos a sacar un EP en junio idealmente. Estamos produciendo con Fleko. Aparte, estoy grabando un disco, pero para el año que viene siendo.

¿Cómo decidis esto va a ser para el Ep y esto va a ser para el disco?

-Son muy distintos los dos. Me pasa que digo: "estas canciones son para acá, estás son para allá". 

-Para cerrar ¿Cómo te gustaría que sea el futuro de ahora en más? 

-Mi vida ideal sería viajar haciendo música y teatro.